"MAS QUE AMIGOS" (Markitos Toys)

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Mi mente daba una y mil vueltas a lo que había pasado ayer.
Marcos literalmente había dicho que me amaba, no sabía si creer o no, pero de lo que si estaba segura era que mi corazón latía a mil por hora solo de pensar en la posibilidad de tener una oportunidad con él antes de.. morir.

Hoy tocaba una vez más quimio.
Me levante con pesadez, cada día era más difícil estar contenta con la vida, era como si alguien me diera una patada en trasero todos los días.

Quise llorar cuando me vi una vez más al espejo, a pesar de llevar una buena alimentación, los medicamentos, transfusiones y quimioterapias me estaban llevando al borde tener las costillas casi pegadas a mi piel.

Esta no era yo.

La puerta se abrió sin previo aviso.

-Hola corazón.- Saludó Marco como si nada, fruncí el ceño ante eso, pero creo que él no entendió, pasó como Pedro por su casa y se tiró en la cama.- ¿Hoy no tienes quimio?.- Preguntó y asentí, camine nerviosa hacia el armario y saqué ropa comoda.
Metí a mi bolsa un par de libros y mis audífonos, aunque nunca los leía por que me la pasaba platicando con las enfermeras.-¿A qué hora nos vamos?.- Preguntó sutil mientras examinaba su teléfono.

-¿Quieres ir?.- Dije sorprendida, no pensé que él se interesaría en acompañarme.

-Voy a ir, no te pregunte bonita.- Me guiño el ojo en tono de broma, asentí no muy segura y entre al baño, me bañe y cambié lento y sin prisa, peiné mi poco cabello y salí.

-¿Pablo no está?.- Le pregunte.

-No, le dije que se fuera sin problema que yo te llevaría y te esperaría .- Me contestó y asentí.

Salí con él y subimos a su nueva camioneta, lastima que no la disfrutaré mucho tiempo.

-¿Aún me amas?.- Preguntó sin mirarme de camino al centro oncológico.- Después de todo lo que hice, todos esos comentarios que hice, se que soy un pendejo, si no lo haces no espero menos, pero yo en verdad te amo, quiero luchar por lo nuestro.

-Yo aún te amo marco.- Conteste simple, sentía felicidad en estos momentos, después de tanto tiempo.

El tomo mi mano y la llevo a su boca dándole un pequeño beso en la muñeca.

-Voy a hacerte muy feliz mi amor.- Y eso basto pra que yo sonriera como idiota.

-Tienes que conocer a alguien.- Le dije al llegar al centro mientras recorríamos el pasillo, entramos a una habitación.- Te dije que algún día vendría.- Le dije a Leo, un pequeño de seis años que luchaba contra al cancer en los huesos, él me había contado que veía todos los videos de "Markitos Toys" y cuando le dije que él era mi "Mejor amigo" no me creyó.

-¡Oh por dios! ¡No mentiste Fer!.- Grito emocionado el pequeño y yo reí.- ¿Si eres Markitos?

-Si soy viejon.- Le contestó Marco con una sonrisa, el era la persona más humilde que conocía.- ¿Como andas?.- Y así empezaron a platicar sobre Rzr y Jet Sky, cosas de hombres.

-¿Fer? Ya es hora.- Me llamó el doctor desde la puerta y asentí.

-Ve con ella.- le dijo el pequeño a Marco.

-¿Ya te aburrí plebe?.- Preguntó Eduardo en forma de broma.

-No pero ella lo pasa muy mal ahí dentro, te necesita.- Contesto Leo y me causo algo dentro, no sabía que fuera tan obvio.

Nos despedimos y nos dirigimos hacia mi sala.

Entre saludando a todos como de costumbre, el procedimiento es lento, así que me sentí con la confianza de explicarle a Marco cada paso.
El me miraba atento asintiendo.
Trate de ser fuerte pero no funcionó, al final como siempre terminé vomitando a un lado, tuve que reprimir un sollozo.

-¿Estas bien?.- Senti sus manos en mis hombros, me tensé.

-Estoy bien en un rato se me pasará.- Conteste.

-¿Segura?.- Dijo no muy seguro, me miro con lastima y no pude soportarlo.

-Eduardo no me mires así.- Dije enojada.- No necesito la lastima de nadie, gracias.

-¿Que te pasa? ¿estás molesta?.- Preguntó

-Bueno, me voy a morir, no esperes que siempre esté riendo.- Me di cuenta de la dureza de mis palabras en cuanto vi su semblante triste.- Perdón, solo que me pongo de malhumor cuando termino con esto.- Dije un poco más calmada.- ¿Nos podemos ir?

El asintió dando un beso en mi mejilla, no sabía donde nos dejaba todo esto, pero tampoco tenía prisa en averiguarlo, tenía que disfrutar estos momentos, serían los últimos.