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- No necesito la tarea Fer.- Una mano posiciona la hoja en mi banco.- ¿Por que eres tan dura? Yo solo quiero ser tu amigo, siempre estás sola.- pregunto Javier confundo.

Ok, me pase, tal vez no todas las personas sean malas y quieran sacar provecho de algo.

-¿De que quieres hablar?.- Dije cediendo y el me dio una sonrisa, empezamos a platicar aunque al principio dude, termine algo animada, teníamos cosas en común, muy pocas pero las teníamos.

Seguimos las clases y el me acompaño a todos lados, se sentía raro compartía algo así, no recuerdo haber tenido algún amigo en la escuela.

Se llego la hora de salir, sus amigos lo estaban esperando en la puerta, espere a que mi hermano pasara por mi, era tarde así que le tocaba.

- ¿No te vas?.- Me preguntó Javier cuando vio que me quede en los escalones.

-Espero a mi hermano.- Dije amable.- Ya no tarda.

Pero no llego mi hermano, el carro del Chiquete apareció en el Mapa, Marco lo venía acompañando.

-Llegaron por mi.- Dije sin saber que hacer, le dije adiós con la mano y me aleje de él mientras él hacía lo mismo y avanzaba con su grupo de amigos.

Subí al coche siendo consiente de las miradas de los dos.

-¿Es tu novio?.- pregunto chiquete y recibió un golpe de parte de Eduardo en la cabeza.

-No es mi novio, es un.... ¿Amigo?.- Dije confundida, no sabía que era.

-¿Con derecho?.- volvió a preguntar.

-Ya cállate loco ¿Que son esas preguntas?.- Lo regaño Marco.- Acelera que llevo prisa.

- Ay verga ni a mi me celas así.- Dijo chiquete Obedeciendo y acelerando.

-¿Donde está mi hermano?.- Les pregunté después de un silencio.

-Acompañó al tamarindo al Kevin, no se que asuntos traen por haya.- Contestó Marco serio.

Llegamos a mi casa y baje del coche deslizando la mochila en mis brazos.

-Gracias.- Les dije con una sonrisa.

-Cuales gracias ¿Que tienes de comer?.- Me contestó chiquete bajando atrás de mi y Marco le siguió.

-Creo que ... nada, pero puedo preparar algo, yo también tengo hambre.- Les dije a los dos y asintieron, dejé mis cosas sobre el sillón y me fui a la cocina.

Saque queso y tortillas del refrigerador para hacer quesadillas, algo rápido.
Estaba muy concentrada en que no se me quemaran las tortillas, odiaba cuando eso pasaba.

-¿Quien es Javier?.- La voz de Eduardo me hizo saltar, me lleve una mano al pecho por inercia, vi mi teléfono en sus manos.

-Un compañero.- Conteste como si nada, siempre era lo mismo, el plebe era muy celoso con la amiga, no se la vayan a bajar.

-Un compañero al que le encanta pasar tiempo contigo por que eres una persona muy interesante.- Cito las palabras del mensaje y le arrebate el teléfono importándome poco las tortillas.

-¿Leíste mis mensajes?.- Le dije enojada.

-No, bueno si, pero yo no tengo la culpa que te lleguen y tú no tengas activada la esa madre de privacidad.- contestó el.- ¿Quiere contigo?

-No, estuvimos platicando hoy pero nada más, bájale.- Le dije volviendo a la estufa.

-Más te vale.- Contestó el de tóxico.- No tienes experiencia para nada y si es ese verga que estaba contigo afuera de la escuela, se te queda viendo bien raro.

- No pasa nada ombe.- Dije ignorándolo.

-huele a tortilla quemada.- Entro chiquete y rodé los ojos.- No te creas hombre, que humitos.- Se dirigió al refrigerador y sacó un jugo.

-Saca otros dos.- Le dije poniendo las quesadillas en el plato.

-Yo no quiero.- Contestó Eduardo serio saliendo de la cocina, después se escuchó como se cerró la puerta principal.

-Ay mándalo a la verga, yo si quiero.- Dijo chiquete sentándose en la mesa.

Comimos entre platicas, la verdad tener una amistad con Enrique iba más haya de las bromas, era una persona muy real y muy transparente, no le daba pena nada y eso me gustaba. 

Se despidió y yo guarde y limpie todo, subí a mi cuarto, quise mandarle un mensaje a Eduardo, pero para que, ya conocía sus berrinches, según el no quería que yo saliera lastimada con alguien, por que yo no tenía experiencia en el amor, pero el no sabía que yo salía lastimada cada que él me hablaba de alguien más, cada que el me presentaba a alguien más e incluso cada que el me decía te quiero, por que sabía que jamás me iba a querer de la manera que yo lo queria.
La verdad dolía ¿Saben lo que es querer a alguien y que ese amor no sea correspondido? Mas peor aún, tener que guardar ese secreto por que nadie puede enterarse por que el es tu mejor amigo.
Claro que lo intente, hubo un tiempo en el que quise que el me notara, se que no soy bonita, en ese tiempo tampoco lo era, aunque me esforcé para que el me notara siempre conseguía solo un abrazo y un agradecimiento por ser la mejor amiga ¿Y qué pasó? Me rendí, no tenía caso seguir buscando donde no había, me había cansado prácticamente.

Solo me hago daño haciéndome ilusiones.

"MAS QUE AMIGOS" (Markitos Toys) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora