"MAS QUE AMIGOS" (Markitos Toys)

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Mi presencia en el lugar no era muy bien recibida y lo sabía, al entrar al lugar junto a Víctor y mi hermano todos se quedaron en silencio, para mi sorpresa mi padre y su esposa también estaban ahí, paseé mi vista por toda la mesa hasta toparme con la mirada intensa de Marco, a su lado estaba Itzel, quite mi mirada rápido y me senté a un lado de Doña vero y de mi padre quedando en medio, justo enfrente quedó Marco y al lado de el estaba mi hermano.

-Pensé que no vendrían.- Me susurró mi papá.

-Yo también.- Dije sincera.

La cena pasó normal, el hambre no me llegaba por lo que sólo estuve jugando con la comida a pesar de las miradas que mi hermano me daba.

-Come.- Ordenó Pablo y negué.

-No tengo hambre.- Dije tímida, sabía que tenía que comer pero si probaba algo lo devolvería y no quería ser el centro de atención al ir al baño a vomitar.

-Tienes que comer.- Murmuró mi papá al lado mío.

-¿Y que si no quiere comer verga?.- La voz de Marco se hizo presente, baje la mirada para evitar problemas y guarde silencio.

-Compa, no digas nada.- Mi hermano se veía molesto por el comentario de Marco.

- ¿Por que tanto alboroto? Si no quiere comer que no coma, ya no es una niña.- Volvió a decir Marco y esta vez fue mi papá quien hablo.

-Marco, guarda silencio, hay cosas que no se deben de decir.- La voz dura pero amable de mi padre hizo que todos los demás, que estaban en sus asuntos, voltearan a ver la pequeña discusión que se había formado.

- ¿Que cosas? Ella está haciendo un berrinche como siempre.- Replicó Marco y Itzel río a su vez.

-Si tú supieras que...- La voz de Pablo empezó elevarse.

-¡No!.- Le interrumpí.- ¡Déjalo! ¿Podemos irnos?.- Pregunté hacia Pablo y el asintió arrastrando la silla hacia atrás y poniéndose de pie.

-Gracias por la cena Señora, lamento mucho todo esto.- Dije apenada.

-No te preocupes hija yo conozco lo que tengo, este hijo de la verga me las va a pagar cuando llegue a la casa.- Me contestó ella con una sonrisa, sabía que ella no podía quedarse de brazos cruzados y que tarde o temprano tendría que decirle lo que de verdad pasaba, mire a mi papá y me acerqué a él, le dije al oído que podía contar con Doña Vero, ella había sido como  mi madre y me sentía un poco culpable por no haberle dicho desde el inicio.

Salimos del local en silencio.

-Ese verga se está pasando.- Dijo mi hermano una vez en el coche.

-Déjalo, el no sabe lo que esta pasando.- Dije tranquila, aunque en el fondo me dolía verlo de esa manera, me trataba como si me odiara.

-Yo nunca pensé que el té tratara asi, que te hablara así, es algo que no puedo creer, te defendía a todas horas.- Comentó el y asentí.

-No quiero hablar de eso Pablo por favor.- Dije sentimental y el asintió.

-Cuando salgamos de esta, voy a llevarte a Cancún, iremos a la playa y después te llevaré a pasear a donde tú quieras.- Comento y una sonrisa se formó en mi rostro.

Quise llorar, el tenía esperanzas en verme bien, pero los dos sabíamos que en algún momento yo moriria, estaba propensa a fallecer esta noche o en un mes o en un año.

-Me comprarás un carro.- Le dije en broma y el soltó una carcajada.
El dio vuelta para ir a Barrancos.

-Quiero que quemes todas mis cosas.- Le dije rompiendo el silencio después de un rato, el trago saliva, sabía de que hablaba.- Quiero que el día que muera no luches por mi, quiero que me dejes ir, quiero que seas feliz y que encuentres con quien serlo.

-No hables de eso Fernanda ¡No te vas a morir!.- Me grito entre lágrimas, me dolía verlo así.

-¡Los dos sabemos que va a pasar! El doctor lo dijo, no hay mucho avance, tienes que hacerte a la idea hermano, yo ya no tengo miedo a morir...- Dije limpiando  aquellas lágrimas que bajaban por mis mejillas.- Ya no...

-Solo callate, no quiero hablar mas del tema, lo intentaremos hasta el final, eres fuerte y la persona más valiente que he visto ¡Lo vamos a lograr Fernanda! ¡No quiero perderte como perdí a mamá también!.- Exclamo y asentí.

Guarde silencio por el resto del viaje,  no quise pelear más.