• TOMA #025

428 53 83
                                    

Al siguiente día Lolito se despertó temprano, lo que pasó la noche anterior con Lenny lo dejó con mucho miedo, no pudo dormir nada y necesitaba calmar su ansiedad, se levantó en bóxer y se puso una bata de seda con cinturón de color negro, se preparó un té de tila y flores de azar, dicen que son buenos para los nervios, pero no sabía si aquello le serviría para su estado de ánimo.

De lo que sí estaba seguro es que un abrazo reconfortante de Mangel lo haría olvidar por lo menos de momento todo lo que Lenny le dijo, esperaba de corazón que la actitud de su novio fuera diferente, porque el día de ayer lo trató con mucha violencia, y aunque no le reclamaría nada, si le lastimaba en el interior que cambiase tanto su carácter a causa de los celos.

Se sobre saltó cuando escuchó los pasos de Mangel entrar a la cocina, a esas alturas ya no sabía que esperar, Lenny también le hizo daño, solo quería que... el chico de lentes lo quisiera, no pudo ni voltear a verlo, le daba miedo descubrir de nuevo en él la mirada de furia que tenía cuando llegó ebrio la tarde de ayer.

- No te sentí llegar anoche, ni cuenta me di cuando te fuiste, lo siento-

Lolito se alzó de hombros para restarle importancia a ese suceso. Mangel se acercó a él y lo abrazó por la espalda y le dio pequeños besos en el cuello, definitivamente sus besos lo hacían olvidar el miedo que sintió cuando Lenny le obligó... a ser pasivo, sí, por primera vez, en los nueve años que tenía siendo su amante, cambió los papeles de su relación. Pasó tanto terror que necesitaba el cariño de Mangel, Lolito se giró para abrasase a él como si se aferrara a la cornisa de un edificio para no caer.

Mangel le correspondió el abrazo, se sentía culpable pues recordaba perfectamente la manera en que lo beso y aunque no recordaba la fuerza de sus caricias, sabía que no fue "normal" al tocarlo, recordaba la rabia que sintió momentos antes de hacerle el amor y el dolor que le causaba compartir su cuerpo, dolor que no aceptaba frente a nadie, y que el día de ayer lo hizo sacar lo peor de su persona.

Ambos se abrasaron buscando consuelo, pero al quedarse callados y no expresar los motivos de sus sufrimientos, ese remedio sería solo pasajero y el dolor volvería como una enfermedad que retorna, con más fuerzas y ansias de destruir. Lolito no le diría lo que pasó con Lenny, jamás.

- Perdóname Lolito, no quería hacerte daño-

- Te perdono, solo quédate conmigo, por favor-

- Hagamos algo hoy ¿Vale? ¿Tienes que ir al set?-

- No-

- Perfecto, cámbiate y nos vamos-

Lolito sonrió, necesitaban despejarse y olvidarse de la realidad que les rodeaba, era una buena idea andar por allí y divertirse un momento.

Flashback

Las luces de un foco multicolor giratorio iluminaban la oscuridad del sótano donde a Lenny le gustaba jugar con Lolito, con un lindo vestido ajustado hasta el culo y de color azul metálico, el de los ojos verdes le mostraba al hombre que apenas se cubría con una sábana sus partes, los pasos aprendidos en el pole dance, al abrir las piernas se le encaramaba el vestido y mostraba una tanga negra, su cabello estaba recogido en una coleta alta con un fleco simulado que caía de lado en su rostro finamente maquillado, estaba descalzo, pero al lado del escenario estaban las zapatillas negras de aguja que utilizaba anteriormente.

El vestido se ajustaba tanto en el abdomen que se distinguían las líneas de su cuerpo, a pesar de haber bajado de peso conservaba las líneas de su pecho, Lenny se masturbaba observando aquella belleza, Lolito era un andrógino hermoso, la manera en que sobre salía la tanga del vestido y de ésta sus glúteos era muy sensual, su cuerpo y su piel eran todo un espectáculo.

BELLO POR NO DECIR MAS (MANGELITO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora