• TOMA #027

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Como automatizado Mangel subió al departamento, estaba sucio pues el piso del estacionamiento no era lo más higiénico precisamente, se metió a bañar, necesita el agua caliente, sus músculos estaban débiles, no todos los días amenazan de muerte a tu familia completa, ni te obligan a terminar con el amor de tu vida, de hecho ¿A quién le pasa eso? ¡Mierda!

El agua caliente comenzó a deslizarse por su piel, y su cuerpo comenzó a reaccionar con espasmos, temblaba, ese terror que le invadía no creía posible que existiese, pensar en sus sobrinos en peligro por algo que ni siquiera les debería de incluir, ¿Cuán grande es el alcance de este hombre? ¿En qué momento se enteró de toda su vida? ¿Qué tan hijo de puta hay que ser para llevarte a toda una familia por un capricho?

Porque eso es Lolito para Leandro, un capricho, un puto adorno por su belleza, si lo amara no pensaría en desecharlo si lo ve sufrir ¿Qué no le sirve si está llorando o desequilibrado emocionalmente? ¡Es un hijo de la gran puta!

Para eso le sirvió conocer al maldito hijo de perra, para saber que Lolito no está seguro a su lado, y tener que dejárselo. Pero ¿Cómo? ¿Desilusionarlo? No quería utilizar a Magui, eso sería incluir a una persona más a la cual destrozarle el corazón, pero si Leandro se lo "sugirió" no le veía como un tipo dando tips, más bien órdenes, además ¿De qué manera puede hacer sentir menos mierda a Lolito? Para dejarlo y que siga siendo el Lolito de antes, la única solución que él veía es que sea Lolito quien se canse de él.

¿En realidad está planeando esto?

Sí, lo está haciendo, sus lágrimas comenzaron a rodar pesadamente por sus mejillas, estaba trabado, no había podido llorar y sin duda sacar el dolor y el miedo era bueno, se inclinó sobre sus rodillas y cerró la llave del agua para sacar su llanto, sentía como su cuerpo se iba destensando y cada músculo le dolía.

Salió de la regadera ya más descansado, pero igualmente aturdido, se cambió y no fue capaz de cocinar nada, sus pensamientos lo absorbían tratando de encontrar una solución, evidentemente una donde no tuviese que dejar a Lolito, no quería dejarlo, lo amaba, pero buscar una solución era jugar con fuego y poner a su familia en la línea.

Se rindió con el asunto de cocinar, pero no podía estar quieto, caminaba por toda la casa, su cabeza no lo dejaba un segundo, sonó el celular y se asustó, era lolito.

- Dime-

- ¿Estas en el depa?-

- Si-

- ¿Llevo algo de comer o hiciste?-

- Trae comida por favor, yo, no tuve tiempo de cocinar-

- Llevare algo de marisco, ¿Arroz cantones con camarones? O ¿Pescado empanizado?-

Su novio ya le había colgado y Lolito se despidió sarcásticamente.

- Yo también te quiero, que tierno bay-

Mangel se sentó en la sala y le marcó a Magui, ella iba entrando a trabajar al GYM.

- Hola Mangel-

- ¿Cómo te has sentido?-

- Bien, todo bien-

- ¿Qué has pensado?-

- Voy entrando a mi trabajo, salgo a comer a las cinco ¿Quieres platicar?-

- Sí claro, paso por ti-

- Te veo Mangel-

- Chao Magui-

En eso tocaron la puerta, dejó el celular en la mesita y fue abrir, era un chaval casi de su altura, blanco de ojos y cabello negro, vestido de negro y gorro negro también, sin duda un amigo raro de Lolito.

BELLO POR NO DECIR MAS (MANGELITO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora