Tengo que dejar de pensar en ese anciano. Mientras más me lo imagino, más lo odio. Debe ser el típico abuelo gruñón mala onda, que usa sombrero y se la pasa tomando café mientras lee el periódico. Y ahora que lo pienso mejor en algo nos parecemos, ambos somos adictos a la cafeína y a las noticias destructivas. Bueno, sería un buen abuelo y yo una buena nieta, aunque nos debemos llevar unos veinte años o menos, no lo se.
Durante mi camino de regreso a La Comisión, puedo escuchar a los empleados cuchichear algo. Mamá estaba de vuelta. Siempre hace una entrada icónica o con un traje exótico o llamativo pero, para mí sorpresa, no es lo que le llama la atención al resto.
—¿Lo viste?—escucho murmurar
— Si, debe tener unos trece o catorce años —habla una mujer de unos treinta. Es obvio que es nueva por el lugar y es evidente que habla de mi—¡Miren ahí van! —dice señalando hacia la amplia entrada de La Comisión.
Cual mosca a la luz en lugar de ir hacía donde están, me quedo perpleja mirando. No puedo creer lo que veo. Un niño de mi estatura o un poco más, con... ¿pantaloncitos? O más bien, uniforme. Nunca había ido a una escuela de verdad por lo que no se si es un hábito vestir asi, yo usaba uno improvisado y el al parecer también. No sé cómo reaccionar, nunca había visto a un niño de edad, más que a Lila, pero si algo me había enseñado mamá era que yo soy superior en todos los aspectos a los niños mortales y no tenía que dejar que nadie me demuestre lo contrario. No voy a ser gentil con él, ni esperaba que él lo sea.
Cuando me vuelvo a mirar ya no se encontraban ahí. Deben haber ido a su despacho a charlar no se exactamente de que, ella esperaba fue por un abuelo, pero podría ser su nieto que venía en su nombre.
Voy a paso apresurado, quería hablar con mi madre para que me explique la situación pero al mismo tiempo no me quiero cruzar con este muchacho, no sabía de que era capaz.
Está lleno de gente, más que de costumbre, por lo que tengo que dar saltitos para poder ver bien puesto que mi estatura no ayuda: 1.50. En cuestión de minutos estoy de nuevo en la puerta del descanso.
Ha sido una montaña rusa de emociones. Necesito café y pronto. Me fijo en la cafetera: no hay. En los estantes debe haber un poco. Tampoco. Bueno, no había porqué alarmarse todavía quedaba una oportunidad más, la nevera. Estoy por abrirla cuando entra Lila y cierra la puerta de un golpe muy fuerte que hace que de un salto por el susto que este me da.
—Ayúdame —dice entrando rápido, cerrando la puerta y apoyándose en esta— a que no sabes quién está en este momento en La Comisión —se sienta en una silla, sin antes cerrar con el perillo la puerta
— Si, lo vi. A pesar de mi metro cincuenta —digo sentándome del otro lado de la mesa—¿en qué te ayudó exactamente? —la miró levantando las cejas, sabe que voy a pedir algo a cambio
— Si si si, lo que quieras solo ocúpate del niño
—¿¡Que!? —digo gritando y abriendo los ojos como platos, ni en broma lo haría.
Cuando me percato, Lila ya no está. Me froto los ojos y trato de no perder la cabeza, odiaba que hiciera eso; no se como pero siempre me sacaba de quicio.
Si voy a encargarme de un idiota y guardar la calma primero debo tomar café, y mucho; pero si en la cafetera no había, dudo mucho que haya en la nevera.
Salgo del descanso, cierro la puerta y subo la escalera preguntándome dónde podría haber esa bebida que tanto me gusta.
He llegado al primer piso, doy un salto para pisar el suelo por completo y comienzo a caminar segura de mí misma. Generando miedo y autoridad tal como lo hace mi madre.
—Mierda
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Gracias por todo su apoyo I guess??? creo q nadie está leyendo esto
Me hago muy feliz.
Puede ser que suba el 03 el miércoles o el jueves xd
artsyapril
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Dear Five | Number Five | [#1] {PAUSADA}
FanfictionMe siento en la silla rígida de madera frente al escritorio del mismo material y saco todo lo que voy a necesitar: Papel y pluma. Posiblemente un sobre pero no creo que sea necesario, no ahora, no después de 728 días. Dudo mucho que me queden sobres...