20. Lila deja de hostigarme

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Narra Megan:

Y así pasamos unos largos veinte minutos. Hablando de temas triviales, como habíamos llegado aquí, de nuestra infancia perdida y obviamente de lo que venía a hablar: mis problemas personales con mi familia disfuncional, que al parecer era igual a la suya. Pero con un gramo más de normalidad digamos.

Le conte sobre mi charla sin sentido con mi madre (todas eran sin sentido pero está en particular superaba mis espectativas), que estaba dispuesta a saltarme todas las reglas con tal de no convivir con ella, de mí disconformidad con el personal de La Comisión, más específicamente Stevens y no mucho más.

El solo escucho, aconsejo y asintió. Gracias a Dios no me interrumpió para hacer un comentario irónico como lo suele hacer Lila, o me juzgo en algún momento, solo... Escuchó. Es realmente cuerdo y maduro considerando la edad que aparenta.

Yo seguía sobre el escritorio hablando y riendo por algunas cosas que él decía. El estaba con una sonrisa aduladora escuchando detenidamente a todo lo que le decía.

— Y bien, ¿Que opinás?

— Que tu madre es una imbécil

— ¿Algo que no hayamos descubierto aún?

— No yo creo que no —suelto una risita— No puede ser, ¿Va a llover? —me asombro y me dirijo hacía la ventana.

— Pero si está soleado el día, Cinco —señalo la ventana.

— Es que reíste, eso es nuevo en ti —me teletransporto y lo golpeó en el hombro, suelta un quejido y después habla— Ey, si es cierto. Pero hablando enserio, yo creo que deberías esforzarte en hablar con ella antes de hacer algo idiota

— ¿Crees que no lo he intentado? Trate de hablar millones de veces pero parece no importarle. Siempre que hablamos desde que llegó de buscarte, son puras discusiones sin sentido en las que por alguna razón las termina ganando ella —bufo y me vuelvo a sentar.

— ¿Y que piensas hacer al respecto?

— Por ahora nada, quiero quedarme aquí por si algún día por fin consigo mí ascenso

— ¿Todavía lo esperas? ¿Que estuviste haciendo todo este tiempo?

— Misiones de protección y exterminación, no mucho más allá de eso. Y es porque necesito trabajar duro hasta por fin conseguirlo —le doy un golpe al escritorio y me bajo.

— No quiero bajar tus espectativas, pero si no lo hicieron antes dudo que ahora. —juega con un papel que había.

— ¿Por qué lo dices? —me sorprendió.

— Instinto, vi como trabaja tu mamá y no creo que llegue a ascenderte en un futuro. Se la ve muy cómoda en su puesto. —deja el papel a un lado.

— Cuántas esperanzas Cinco, Gracias —me cruzo de brazos.

— Solo digo, y si no lo consigues ¿que harías? ¿Escaparías? —se sienta ahora sí, bien. Se a donde quiere llegar con todo esto.

— No puedo escapar, Cinco. Tengo los medios, si, pero... Simplemente no puedo —me empezaba a poner nerviosa.

— ¿Por que? —cruza sus piernas.

Podía escuchar la voz de Lila. Lo prometí, y lo iba a cumplir. Pero, ¿Qué hay de su existencia? No se porque mamá no quiere que Cinco sepa de ella, seguro que algo trama pero no tengo tiempo de averiguarlo, necesito responder rápido.

— Porque no, Cinco.

— ¿Que te detiene? —se pone de pie.

«Lila» pense— Nada.

Dear Five | Number Five | [#1] {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora