38. Allison Hargreeves

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(ponete comodx que es un capítulo largo)

El ruido de la torrencial lluvia golpear contra el asfalto de la carretera era como un arrullo de cuna para Megan. A Pesar de su esfuerzo por reconciliar el sueño de nuevo, fue abriendo forzosamente los ojos en el medio de la oscuridad. Sus ojos se acostumbraron en seguida y pudo vislumbrar, por la luz de los postes de la carretera, que seguía en camino al lugar que se hacía llamar Jackpine Road. La autopista estaba desierta, únicamente el autobús a velocidad media. Solo puentes, verdes pastos con un ligero barro y una madrugada totalmente acogedora.

El hombre del crucigrama, parecía ya haberse bajado. Su crucigrama estaba allí junto con un lápiz grafito y unas viejas piezas de un juego de tablero. Las bailarinas habían tomado asientos separados y roncaban hasta por los codos. La mujer en cambio, la que hace unas dos horas estaba tejiendo, ahora leía un periódico. Pero no como el del señor anterior, este no se movía y contaba con noticias; viejas pero razonables. Megan pudo jurar que vió una imagen moverse y guiñar un ojo justo debajo de un epígrafe. Reflexiona unos segundos y llega a la conclusión de que seguía con sueño.

Volvió la mirada al frente y pudo ver, ya que delante no tenía ningún asiento, como el ventanal del conductor era atacado por gotas del tamaño de una manzana. A su lado, la ventana, se ubicaba en la misma situación. Mientras los parabrisas del frente hacían un ruido detestable, Megan, pasó quince segundos mirando al frente, jugando con las yemas de sus dedos y sintiendo como el ruido de la lluvia se intensificó.

«... así te conocí yo. Tu hermana, tu compinche, tu copia barata»

«...tu tampoco lo que yo pasé, ¿O qué? ¿Piensas que te tengo miedo?..»

«...entonces nos llevaremos muy bien...»

Pensamiento tras pensamiento, diálogo tras diálogo y momento tras momento abordaron a la mente de Megan en pleno viaje. Una lágrima se escapó y trazó camino por su mejilla derecha. Mordía su labio inferior para evitar soltar un sollozo. Otra lágrima. Miró a su diagonal izquierda disimuladamente para asegurarse de que la mujer no la estuviera mirando, y gracias a Dios así fue.

Por unos cortísimos segundos, mantuvo la calma y cuando pensó que lograría dormirse de nuevo, la mujer pequeña, rojiza y de rostro bondadoso se sentó a un lado de ella sin decir una palabra. Megan le sonrió con cansancio e ignoró su presencia para recargar su cabeza en el vidrio.

—¿Te encuentras bien, cariño? —dijo la mujer, doblando el periódico de nuevo en su bolso—, Me pareció haberte visto sollozar hace rato ¿Me equivoco?

Megan no despegó del todo su rostro de su posición, por lo que solo asintió sonando su nariz con su dedo índice.

—¿Pero estas bien ahora? —prosiguió la señora, con cierto interés. Pero al ver que ella no respondía, comenzó a hurgar en su bolso— ¡Tengo justo lo que necesitas!

Mientras más revolvía en la bolsa, parecía hacerse cada vez más grande. Megan la miraba intrigada, viendo como sacaba todo tipo de cosas: caramelos diminutos, más periódicos, bastones de madera, una bolsa con polvo dentro, un libro titulado "El encantamiento en la repostería y Banquetes preparados en un minuto: ¡como por encanto!". Lo logró leer sin problema ya que fue lo último que sacó antes de entregarle una caja violeta y dorada en forma de pentágono. Parecía ser un regalo, ya que la mujer insistía en que lo abriera una vez que Megan lo tenía entre sus manos.

Ella, con un poco de miedo procedió a abrirla con los ojos entrecerrados: dentro de la diminuta caja de dulcería, había un pequeño sapo cubierto, o hecho, de un baño de chocolate negro. Lo miro con ternura, pero cuando estaba a punto de agarrarlo, este se retorció y comenzó a dar brincos aún dentro de su lugar. La señora le hizo gestos para que continuara y, con asco e impresión por su acto, tragó una porción de la pequeña rana de chocolate. De a pequeños mordiscos, comenzó a deleitar la extraña, aunque deliciosa, golosina. El primer alimento real en un tiempo.

Dear Five | Number Five | [#1] {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora