━━ ⦗ siren! ⦘
❝ la tierra tiene sed
de sangre y nosotros
tenemos un mar
dentro de nosotros. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
la vida que una vez conocieron
fue cambiada y niños inoce...
━━━━━━━━━━━━ CAPÍTULO CINCO DESCARADA ━━━━━━━━━━━━
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LORELEI SE DESPERTÓ TEMPRANO LA MAÑANA SIGUIENTE.
Su primer día en el Claro. El sol estaba saliendo mientras todos los demás roncaban. Empujando la fina manta fuera de su cuerpo, arrugó sus facciones ante lo repugnante que se sentía. No tuvo oportunidad de limpiarse la noche anterior, y ahora sentía que era el momento perfecto para una ducha, pero no tenía idea de dónde estaban.
Salió de su habitación y se quedó afuera de la de Newt, pensando en si debía despertarlo o no y preguntar. Algunas personas se despertaban con mal humor y aunque el chico había sido todo un amor con ella ayer, ella no podía descartar esa idea. Además, probablemente él tenía un día ocupado por delante y apreciaba cada minuto de sueño que tenía. Pero, ¿eso le impidió tocar su puerta?
Nop.
Al escuchar un rasposo entra, Lorelei empujó la puerta suavemente para abrirla y posó sus ojos sobre el rubio medio dormido sobre la cama. Su cabello estaba esponjado en diferentes lugares y no llevaba camisa puesta.―Oh Dios, umm...―la chica sintió que sus mejillas se calentaban.―Siento molestarte. Solo quería saber dónde están las duchas.
Los labios de Newt se curvaron en una sonrisa soñolienta mientras refregaba sus ojos.―No te preocupes por eso.―se sentó y pasó una mano a través de su cabello enmarañado.―Puedo mostrarte las duchas si quieres.
Ella le devolvió la sonrisa avergonzada.―Si no te importa.
―Por supuesto que no. Me pondré algo de ropa y me reuniré contigo afuera.
Lorelei asintió con la cabeza, tomó algo de ropa limpia de su habitación y bajó de puntillas las escaleras. Respiró profundo y se quedó mirando las enormes paredes, preguntándose cómo diablos se había metido en ese lío.―Hey.―la chica se estremeció ligeramente cuando Newt puso una mano sobre su hombro.―Vamos.
Siguiendo al líder, llegó hasta a la parte más privada del Claro, en donde habían tres cabinas que Lorelei supuso, eran las duchas. Estaban hechas de maderas y tenían cortinas colgadas. Lorelei se aclaró la garganta, supuso que debía acostumbrarse a eso. Los otros habían tenido que hacerlo durante años.
―Has elegido el momento adecuado para tomar una ducha, antes de que todos esos Shanks despierten.―Newt apartó una de las cortinas.―Aquí está tu toalla, todo lo que necesitas está allí. Vigilaré hasta que termines, solo como medida adicional.
―Gracias, Newt.―Lorelei le dedicó una sonrisa, colocando su ropa limpia y la toalla en un pequeño estante que estaba pegado a la pared. Cerró la cortina y procedió a quitarse la ropa sucia. Giró la perilla plateada e hilos de agua comenzaron a caer como cascada sobre su cuerpo. Se estremeció ante el repentino frío que golpeó su piel.
