Que tengas suerte • Flamantha •

CAPÍTULO 2

— ¿Entonces hacen una fiesta esta noche? — continuó preguntando Gèrard. La misma pregunta por tercera vez, no se le veía muy convencido — De disfraces... O sea, que hay que ir disfrazado.

— Ay, no. No tienes que ir sí o sí con disfraz, Gè. Pero puede ser guay, ¿no?

Anajú había propuesto aquella loca idea de ir disfrazados los cuatro, en grupo. La respuesta de Gèrard podría considerarse un no rotundo sin siquiera haberla soltado, solo Flavio podría convencerlo, si es que él estaba dispuesto a hacerlo... Anne y Anajú no necesitaban ni un empujoncito, se disfrazarían de lo que hiciese falta, lo único que querían era ir a una buena fiesta con sus amigos.

Como si de un ángel caído del cielo se tratase, Flavio llegó al grupo.

— Fla, díselo tú a Gèrard — casi rogó Anne, si ella no era capaz de convencer a su novio solo Flavio podría hacerlo. El moreno miró confuso a todos los presentes, no tenía la más mínima idea de lo que estaban hablando — Tenemos que disfrazarnos los cuatro para ir a la fiesta del amigo de Anajú.

— ¿Qué fiesta? No me estoy enterando de nada.

— Mi amigo Rafa, que nos ha invitado a una fiesta de disfraces en un local — explicó la mayor — ¡Venga, no seáis aburridos! Venid, aunque sea un ratillo y luego ya os vais si no os gusta.

— ¿Y qué ganamos nosotros? — preguntó Gèrard.

— Que no os miren como si fueseis dos "viejóvenes" — exageró Anne regalándole una mirada enfadada a su novio.

Flavio se quedó pensativo ante las palabras de su amiga, no le importaba lo que pensase la gente, pero últimamente sí que le molestaba pensar que estaba gastando su juventud en no hacer nada arriesgado. La última persona en recordárselo había sido Samantha, justo en la hora anterior en clase de inglés, por eso había llegado al grupo tan apurado, no quería seguir compartiendo su espacio personal con ella y aunque no hacerle caso en toda la hora para que no pasase lo de la clase anterior había sido una buena técnica, ella no había parado de molestarle hablando alto y, de vez en cuando, lanzando comentarios con un objetivo claro: él.

— Está bien — Anajú y Anne se miraron sorprendidas, no esperaban que Flavio accediese tan rápido, ahora solo faltaba que el moreno convenciese al rubio — Gèrard también va, pero si no nos gusta nos piramos y os arrastramos a vosotras con nosotros.

Buena jugada, Flavio.

— Trato hecho — contestó Anne sin parar a pensarlo un segundo. Conocía a su novio y sabía que una vez en el local se negaría rotundamente a abandonarlo.

— Otra condición — añadió Flavio — No acepto un disfraz que no sea algo tipo los Power Rangers o las Tortugas Ninjas.

— O Marvel — sugirió Gèrard.

— Ya tengo los disfraces, no os podéis echar atrás. Por favor — rogó Anajú. Los dos chicos se miraron asustados, conocían a su amiga y sabían que habría elegido el disfraz más random que hubiese encontrado — Los Teletubbies.

"Ni aunque me paguéis" soltó Gèrard. "Os estáis riendo de nosotros, ¿verdad?" a Flavio tampoco le pareció buena idea.

— Te dejo ser Tinky Winky — cedió Anajú — Y yo me quedo con Laa-Laa.

— Un momento, ¿sabíais que íbamos a acceder?

— ¡Pues claro que lo sabíamos, Gèrard! El disfraz iba a ser lo peor... Pero parece que aceptáis, ¿no?

— ¿Por qué os sabéis los nombres de esos bichos? El verde, el amarillo, el violeta y el rojo de toda la vida — interrumpió Flavio — ¿Quién se supone que es Winky Tinky?