CAPÍTULO 19

2.2K 113 8
                                    


Cuando se levantó, Flavio estaba de los nervios y no sabía por qué. Bueno, quizás era porque había llegado el día del reencuentro del Team Levadura. No se entendía a sí mismo, sólo llevaban separados cuatro o cinco días, era imposible que se pudiera poner nervioso ante la idea de volver a ver a gente a la que básicamente veía a diario, sobre todo a los de su grupo más cercano. Pero aún así, algo en él estaba intranquilo, era como una presión en la boca del estómago. La clase de hoy había sido antes de lo normal a petición de Samantha que quería pasarse a ver a su abuela antes del viaje ya que de Barbate volverían directos a Madrid. La rubia le había felicitado por sus avances, y el chico estaba muy contento de que se notase porque se pasaba el día entero estudiando para que la chica no tuviera que ayudarle en la casa rural y así pudiera disfrutar de las merecidas vacaciones. Se sentía un poco mal por haber dejado de lado el inglés, pero Samantha le había dicho que era lo justo y que cuando él aprobase su recuperación, podrían volver a su antigua normalidad. Antes de despedirse, Flavio le había preguntado cómo llevaba la maleta, por si quería que juntos hicieran una lista mental para que no se les olvidara nada. Para su sorpresa, la chica ni había empezado a hacerla, y estaba esperando a su hermana para que la ayudase porque no tenía ni idea ni ganas de hacerla por sus cuenta. Estuvieron un rato más hasta que la valenciana anunció que debía colgar para que le diese tiempo a hacer todo antes de irse a Barbate esa tarde. Ambos sin querer despedirse, se dedicaron un sonriente ''hasta pronto''. Flavio, en cambio, se había levantado tan temprano que la maleta llevaba ya hecha horas y pudo dedicar gran parte de la mañana a ensayar con el piano. Había metido un poco de todo y se había asegurado de meter la crema solar porque con lo blanco que estaba se iba a quemar enseguida. Entonces se acordó de Samantha y con una sonrisa sacó el móvil para mandarle un mensaje rápido.

Recuerda meter la crema solar que con lo blanca que estás te vas a poner rojísima

Como que tú estás muy moreno, payaso

De nada, eh...

Te voy a ahogar en la playa que es más grande y profunda

Que buenas expectativas tengo para este viaje...

Eso te pasa por reírte de mí

Es para mantener la chispa encendida

La chispa está más viva que nunca

Se quedó embobado mirando la pantalla con la respuesta de la rubia y no pudo evitar que una sonrisa adornase su cara antes las palabras de Samantha. Iba a apagar el móvil y a guardarlo, pero vio adecuado enviarle un último mensaje antes de guardarlo.

Uf, me encanta oír eso 😉

...

Habían quedado todos en la estación de Cádiz a las siete para irse a Barbate en distintos coches. En el último momento Jesús les había pedido que metieran en la maleta ropa bonita para irse de fiesta, y Samantha agradeció enormemente haber vuelto a su pueblo porque en la residencia no tenía mucho más que lo que se había puesto las últimas veces y no quería repetir modelito. Estaba muy contenta sabiendo que se iba a poder ir de fiesta tranquilamente con sus amigos sin tener la constante preocupación de si se iba a encontrar al impresentable de Carlos o no. Nada más llegar a la estación había mandado un mensaje por el grupo para avisar de que ya estaba, y que donde podían encontrarse. Rápidamente, Jesús pasó una ubicación por el chat y la rubia se concentró en no perderse por la estación. En nada pudo divisar a sus amigos sentados en una mesa tomando algo. Ya habían llegado todos menos Flavio y Anajú. ''Qué raro'' pensó. Justo ellos dos eran de los más puntuales. Al llegar saludó a todos y se sentó junto a Eva que la dio un fuerte abrazo nada más acercarse. Jesús le pidió una cerveza fresquita porque según él había que empezar bien las vacaciones. La rubia no pudo negarse.

Que tengas suerte • Flamantha •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora