FIGTH AND FIRE; STEVE ROGERS LIBRO I

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Isabella no podía creer que Steve, el hombre más fuerte y resistente que ha conocido este hospitalizado.
Luego de que ella lo sacó del río, con algo de ayuda del Soldado Fugitivo, luego de la destrucción de los 3 helicarriers, habían tenido que hospitalizar al rubio cuando recibió dos disparos y varias apuñaladas, sin contar los golpes en el rostro que le habían dejado marcados los pómulos y el ojo. Fue bastante difícil haber dejado escapar el soldado, pero era él o era Steve, y eligió salvar al rubio.

Aún no asimilaba que SHIELD había acabado.
HYDRA cayó junto con la organización que hacía el bien.
Aquella organización en la que su padre trabajo tantos años, había caído.

Y mientras Isabella pensaba en eso y en otras cosas, Steve poco a poco fue abriendo sus ojos mirando el techo de la habitación del hospital. Después viró la mirada a la puerta que estaba cerrada y finalmente vio a donde estaba la chica de cabello intensamente rojo que resaltaba de entre las paredes blancas.

-Por tu izquierda -murmuro Steve e Isabella clavó su mirada en él y por instinto se le hecho encima mientras lo abrazaba. Steve ya no sentía tanto dolor, aun así no se quejó y prefirió mantener a la pelirroja encima de él. Con su brazo libre la abrazo por la cintura y pegó su nariz en la cabellera roja absorbiendo un olor a shampoo y cenizas, el cual era natural en la chica.
-¿Cómo te sientes? -murmuro Isabella en el pecho de Steve mientras sonreía pensando que él estaba bien y se recuperaría muy rápido. Pero luego entro en razón y abrió sus ojos como platos quitándose de él muy rápido- perdón, fue la emoción.
-Prefiero que estés cerca de mí.

A pesar de los años que llevaban juntos, de conocerse, de ser amigos y algo más que amigos; Isabella aún se sonrojaba por lo que él decía o hacía cuando era coqueto.
¿Quién diría que un hombre que creció en los años 40's era así de atrevido?

-Le diré al doctor que ya despertaste -dijo Isabella y Steve la detuvo de la mano.
-No, espera, quiero que te quedes aquí un momento.
-Ok -Isabella se sentó de nuevo en la cama.
-¿Ha habido alguna noticia de Bucky?
-No, aún no.

Isabella no podía decirle que cuando Steve cayó al agua inconsciente, ella se lanzó por él para salvarlo y que el Soldado del Invierno, el mismo que casi lo asesina, le ayudó a sacarlo del agua y que lo dejó escapar.
Se sentía mal por ocultarle la verdad, aunque también porque él era amigo de Steve y lo quería de vuelta.

-¿Y Sam?
-Fue a descansar. Él y Natasha estuvieron aquí ayer.
-¿Fury?
-Leyna y ellos dos fueron a un lugar secreto, Fury desapareció para siempre.

Steve asintió.
Si Steve iba a preguntar sobre ellos mejor se hubiera ido a buscar al doctor.
De hecho, antes de que Steve despertara Isabella estaba jugando Candy Crush pero la batería se le agotó y ya no podía jugar, y ahora estaba aburrida.

-Por un momento, creí que habías muerto. Te saque del agua y no tenías pulso.
-¿Tú me salvaste?

Isa asintió.

-Gracias. Y lamento haberte preocupado. No quiero que vuelva a suceder esto.
-No, para la otra no te salvo.

Ambos rieron.

-La próxima vez seremos uno así que nos cuidaremos la espalda el uno al otro.

Isabella frunció el ceño.

-Espera ¿qué? ¿Te sientes bien o algo?
-Perfectamente. Y quiero que me escuches por favor.
-Ok.
-Sin interrupciones.
-Bien, bien -Isabella levantó sus manos en señal de "yo no fui". No es si culpa que últimamente le diera por interrumpir.
-Estar en otra época, con diferentes formas de vivir y pensar, se me ha hecho difícil adaptarme y seguir estás costumbres.
-Aja, ve al punto.
-Isa -dijo serio.
-Lo siento, ya no diré nada.
-Quisiera ir al punto y ya, pero me es muy difícil. En mi época todo era fácil de decir y hacer, pero hoy... Es diferente. Pero el punto es que... Con los años que llevo de conocerte, de convivir y salvarnos el uno con el otro me di cuenta que te amo.