🔥49🔥

1.8K 133 9
                                    

Dos semanas después.

Isabella, esa mañana, se levantó muy temprano para salir a correr. De hecho, su compañera de departamento, Leyna, también lo había hecho y ahora ambas saldrían a correr.

Gracias al tiempo en el que Steve vivió con Isabella, a ella se le había hecho costumbre salir a correr muy de mañana todos los días, pero ahora que el rubio se había mudado, Leyna era la sustituta.

-No entiendo por qué nos tenemos que despertar tan temprano -se quejó Leyna bostezando mientras caminaban al centro.

-Porque cada mañana hacia esto con Steve, y ya que se mudó te tengo a ti.

-Deberías comprarte un perro.

-Lo estoy considerando -la pelirroja miro seria a la rubia, quizás un perro sería más energético que esa adulta con complejo de adolescente- debí haber invitado a Erick.

-En ese caso hubiera venido con ganas.

-Ah perra, te gusta Erick.

-Es lindo.

-Pues déjame decirte que mi pequeño Erick detesta a las chicas que son flojas.

Leyna rio, sabía que Isabella sospechaba lo que pasaba entre esos dos, y entre bromas la shippeaba con el muchacho, sin embargo, Leyna no se atrevía a revelar sus verdaderos sentimientos.

-Oye Isa, ni siquiera ha salido el sol -la rubia se quejó cuando vieron el lugar completamente vació.

-Ve el lado bueno, no te quemaras.

Leyna rodó los ojos y comenzó a calentar junto con su amiga, que según ella se podía lastimar si no estiraba los músculos y seguía siendo una floja, pero a Leyna le gustaba ser una floja. Las dos comenzaron a correr a un ritmo lento, trotando para no cansarse tan rápido, conforme avanzaban se dieron cuenta que más de una persona había salido a correr esa mañana o incluso se habían despertado más temprano.

-Ves, allá hay más personas.

Ambas miraron a un sujeto que corría también a ritmo lento, pero de pronto otro hombre lo rebaso a toda velocidad.

-Si, y a Flash le pico el trasero una serpiente -dijo la rubia refiriéndose al tipo que había pasado a toda velocidad.

🔥🔥🔥

Cuando ambas chicas iban acercándose al monumento de Washington, de nuevo notaron al hombre que iba un poco más adelante de ellas y también al otro tipo, cuyo apodo era Flash, pero al parecer el otro sujeto, el de color, quiso alcanzar a Flash y lo único que obtuvo fue cansarse.

-Flash ha de traer diarrea -Isabella dijo haciendo una mueca al ver como el tipo corría sin notarse en el algún cansancio o fatiga, y sonrió levemente al recordar que Steve la dejaba atrás cuando le hacía bromas.

-Mira, el tipo se detuvo -dijo Leyna.

-¿Flash?

-No, el otro, casi cayo como tabla en el árbol -Leyna frunció el ceño por aquella mala comparación- quizás necesite ayuda.

-Leyna, ¿tan pronto te olvidaste de Erick?

La rubia negó sonriendo, pero aun así ambas fueron a donde el chico cansado se encontraba.

-¿Te encuentras bien? -Leyna pregunto al chico.

-Ah, si -dijo el con algo de cansancio- estoy bien.

El chico miro directamente a Isabella, su cabello le recordaba a alguien que había conocida hace años, quizás no la recordaba del todo porque se conocieron cuando Isabella tenía 16 años, y casi habían pasado 10 años desde entonces (del transcurso de Avengers 1 a Iron Man 3 paso 1 año, así que Isabella ahora tiene 25).

FIGTH AND FIRE; STEVE ROGERS LIBRO IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora