Los ojos de la niña todavía no se abrían, tampoco mejoraba pero era seguro que no iba a desfallecer, su corazón latía y se aferraba a seguir palpitando, aunque con ayuda de una máquina.
Tan pronto como la carta llegó al batallón, le hicieron llegar los marinos al general aquel escrito que contenía noticias importantes. En cuánto llegó a sus manos y terminó de leerla, abandonó al pelotón, tomó un avión hacia la ciudad y en cuánto llegó abordó el primer taxi fuera del aeropuerto pidiendo que lo llevará al hospital.
Al llegar, pidió en recepción información de su familia, la enfermera en ese cargo lo llevó con la doctora que llevaba la supervisión de la niña, ella le explicó lo sucedido, y la noticia de su esposa.
-En serio lo lamento mucho, señor Anderson. Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para salvar a su esposa, ella ya... Ya había muerto cuando los paramédicos llegaron al lugar, trataron de reanimarla, pero no se pudo -la doctora colocó una mano en el hombro del Coronel quien lloraba amargamente.
-¿Y mi hija?
-Ella está estable -Anderson suspiró- pero su estado físico es grave. Acompañeme.》Las quemaduras de su cuerpo superan el tercer grado, es muy importante que ella permanezca aquí luego de que despierte, el tiempo debido. Ese tipo de quemaduras requiere mucho cuidado, pudo haber muerto de sólo tenerlas -le comentaba mientras caminaban a la habitación- tuvimos que hacerles implantes de piel en su rostro y abdomen, traía heridas muy graves. Tratamos de reconstruir algunas extremidades... Hicimos lo que estuvo en nuestras manos.
Cuando llegaron a la habitación, la doctora pidió a las enfermeras que dejarán la habitación, el coronel Anderson avanzó a paso lento hacia su hija. Era la primera vez que no veía a su hija de 4 años en fotografías. Sus manos le sudaban y sentía que en cualquier momento sus piernas fallarían de tanto que le temblaban.
Katherine había descrito por carta lo linda que era la niña, pero ahora Joe se daba cuenta que su hija era aún más hermosa, sin importar ahora que el rostro de su hija estaba lleno de vendas cubriendo sus cicatrices.
-Mi princesa -murmuró Joe acercándose a ella.
-Lo dejaré sólo -la doctora Miller dejó la habitación.Joe tomó una silla y la acercó a la cama, tomó con suma delicadeza la pequeña mano, envuelta en una venda, de su hija y lloró sobre ella.
¿Cómo era posible que todos estos años estuvo lejos de ellas? ¿Qué haría ahora sin Katherine? ¿Cómo cuidaría de Isabella si nunca había trabajado su papel de padre? Para empezar, debía dejar el ejército y dedicarse a cuidar de su hija, no sería justo que la niña, luego de 4 largos años, creciera sin su padre.Ahora más que nunca necesitaría su apoyo.
-Te prometo mi amor, que nunca más estarás sin mí, voy a encontrar la manera de que tengas una vida normal. Voy a cuidarte con mi vida, y si muero, te seguiré cuidando hasta donde me encuentre.
Finalmente Joe besó la coronilla de Isabella y se acomodó en la silla para seguir observando a su hija y pensando, tendría que decirle a James, un buen amigo suyo, que lo cubriera hasta que todo mejorara. También necesitaría bastante apoyo emocional, porque una cosa es volver a casa para ser padre, pero otra muy diferente es volver a casa a ser padre y cuidar de ti hija en estado crítico.
Día y noche velaría por ella hasta que despertara.
Haría todo lo que estuviera en sus manos para encontrar una solución.
No se cansaría nunca.Al fin y al cabo, prometió proteger a su nación, pero muy aparte está su amada hija, quien necesita más que un soldado.
Wenas mis guapas y guapos!
Que tranza carranza?Les va gustando hasta aquí?
Ya verán como toma hilo la historia.
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FIGTH AND FIRE; STEVE ROGERS LIBRO I
De Todo||Y de entre las cenizas el Fénix renacerá. Su luz deslumbrante opacará al sol. Sus ojos destellaran poder. Su alma gritará grandeza. Su corazón será poderoso. Y cuando el Fénix haya caído, el volverá a nacer. Será imparable.|| 𝑻𝑬𝑹𝑴𝑰𝑵𝑨𝑫𝑨 Ed...