Sentimientos emergentes || Miho x Shunrei

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Sinopsis: Dos amigas no tan amigas deciden
pasar Navidad juntas.

Cuando Shunrei llegó a Japón para visitar a Miho, fue durante la víspera de Navidad. Se conocieron en QQ. Formaban parte de un grupo sobre recetas japonesas y chinas. Shunrei era una de las tres administradoras. Un día, intentó calmar a las bolas de gente enojada en una publicación donde se disputaba cuál estilo de Okonomiyaki era mejor: el de Hiroshima o el de Kansai, pero fue sacada de la conversación cuando un tipo devaluó su opinión al ser china. Los comentarios xenófobos invadieron sus notificaciones. No supo qué responder: la gente la etiquetaba sin parar, cada vez diciendo cosas más y más horrorosas. Estaba al borde del llanto, hasta que de repente apareció un mensaje en su bandeja de entrada.

'¿Estás bien?'

La joven limpió una de las lágrimas que se derramaba por su mejilla.

'Sí, lo estoy'

No quiso agregar más. Creyó que aquella chica, Miho54, fingía interés y buscaba insultarla. Casi salió de la aplicación para borrarla, mas otro mensaje surgió:

'Tienes razón, no tiene sentido pelear por platos. Nadie nunca se pondrá de acuerdo'
'Una vez hice eso de pequeña y terminé en una guerra de comida y con solo una de mis dos colas'

Un atisbo de sonrisa emergió, aunque detuvo su mano de responder, ¿acaso era seguro? ¿Siquiera valía la pena? Había querido eliminar QQ desde hacía un mes y estaba más determinada que otras veces. Siempre se lo impedía su rol como administradora, pero reunió el coraje suficiente para dar un paso atrás. Nunca fue buena manejando el conflicto: era demasiado sensible y siempre le rehuía. Fue una ilusa al haber aceptado el puesto como moderadora.

'Al final me vengué y le pegué chicle en el cabello'
'Así que quedamos a mano xD'

Shunrei observó los mensajes. Quería ignorarla, pero otro de sus puntos débiles era su amabilidad. Suspiró. Al cabo de un tiempo, la conversación se iba a atascar y podría borrar la aplicación. Sin embargo, no contaba con un pequeño inconveniente: Miho54 resultó ser más graciosa de lo esperado. Pensó que no durarían mensajeando ni quince minutos. A medianoche, tenía la cara escondida en la almohada para ahogar sus risas y a la una le mandaba audios, susurrando.

Al levantarse, las notificaciones de la publicación se apilaban. No obstante, no leyó ninguna: un nuevo mensaje en su bandeja de entrada captó su atención.

'Desde el momento que Seiya vomitó en los pies de Ikki, nunca más volvió a tomar en Navidad xD'
'Oye, respecto al idiota que dijo que no deberías meterte porque eras china'
'Sácalo del grupo! Junto a todos los que empezaron a etiquetarte y lo apoyaron'
'No pueden faltarte el respeto así. No lo permitas'
'Si quieres avísame y repito la guerra de comida. Tengo todas las de ganar u-u'

Shunrei se quedó leyendo por tanto tiempo que encontró el reflejo de su sonrisa en la pantalla. Así fueran un par de palabras, le bastaba para sentirse segura de que podía manejar el problema.

Se dirigió al grupo de recetas. Sí, se encargaría de la situación. Debía tener más confianza en sí misma. No iba a desertar ante el mínimo conflicto. Quizá a otras personas pudiera parecerle una responsabilidad mínima, mas tomaría su rol de administradora en serio.

Comenzó a escribir una nueva publicación.

Tras recordar las reglas del grupo y anunciar quienes serían removidos por no respetarlas, una ola de comentarios tanto a favor en contra abarrotaron sus notificaciones. No obstante, también estuvieron los de Miho54, que tal como lo prometió, no la dejó sola.

One shots de Saint SeiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora