26. Bienvenidos a casa

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POV Emma:

James estaba mirándonos con cara rara, pensaba en sus ataques de pánico y en me daba miedo que llegara a tener uno en este momento, así que antes que comenzara a transpirar, lo obligue a sentarse.

—Respira— dije —Estoy aquí, respira ondo.

—No se como.

Verlo de esta manera me daba mucha penita, porque era como ver a un James demasiado vulnerable, y mi James no era así.

—Ok, has lo mismo que yo ¿Si?

El asintió, y comencé a respirar exageradamente, y el el también, la agarre la mano y él también me agarró la mía y así estuvimos un rato. Su respiración ya parecía haber entrado en la normalidad, pero me quede con él así un poco más de tiempo.

—¿Estas bien?

—Si, creo que si.

—Me diste un gran susto.

—Perdón.

Noté que todavía no lo soltaba, y eso me hizo sentir cursi, pero ver a James así me causan mucho dolor, James jamás en su estadía en Hogwarts experimentaba este tipo de ataques de pánico, al contrario él era lo más seguro del mundo, y parecía que no había nada que lo asustase.

—No quería que me vieras así.

—¿Has hablado con un psicólogo?

—No, no hay psicólogos mágicos, y si no es así no creo que me sirva. Tendría que omitir todo lo de la magia, y creo que es clave.

Tenía razón, omitir un detalle tan grande como ese solo haría que quedara en el mismo lugar, y estábamos claros que sí queríamos a que mejorara.

—Tenemos que sacar a Scorpius. Bridget tenía razón, no podemos dejar que él se quede allá. Cuando nosotros somos sus amigos.

—Scorpius estaba bastante mal, creo que ellos lo pueden ayudar más que nosotros.

—No James, viéndote así lo entendí todo mucho mejor.

—No puedes comprar mis ataques de pánico con lo de Scorpius, claro que puedo, y lo haré.

El me miro algo confundido, pero no dijo nada y tomé ese silencio como un "prosigue que te escucho" lo cual le agradecí.

—Scorpius estaba teniendo ataques que él mismo podía controlar, igual que tú. Se que lo de él, se debe a la magia, y el tuyo a medicina muggle, pero si lo pones a pensar, esos son mis dos mundos.

—Creo que comprendo, pero entonces ¿No necesito yo ayuda que tú no me puedes brindar?

Okey claramente, no estaba dando mi punto a entender, la verdad es que no sabia como explicarme, así que mejorar espero que sintiera que estuviera más tranquilo.

—Okey, te explicaré mejor cuando los demás lleguen, mientras quiero que hablemos de tus ataques de pánico.

—¿Siguiente?

—Vamos, en serio es importante que me digas sobre esto, te está afectando.

—Lo sé, no pensé que llegaría afectarme tanto, pero parece que cada vez los controlo menos, y menos y menos....

—No desesperes. Solo cuéntame cómo empezó, porque empezó, solo quiero escucharte.

—Pues, creo que comenzó cuando comencé a trabajar en el ministerio con mi papa, me acuerdo que entraban y recibí una carta de Bridget, me contaba muchas cosas, así se lo pedí, pero recuerdo que me contó que tenía mucho en sus manos, en un momento me sentí mal, pensé que se estaba poniendo mucho peso, y no se de un momento recordé, cómo tenía que ganar mi puesto, como no podía ayudar en Hogwarts, como Katherine cada vez estaba más cerca, y yo cada vez podía controlar menos en esas cosas, pensé que este año estarias estresada y que yo no estaría ahí para decirte que no deberías hacerlo, cuando menos lo pensé mis problemas me estaban comiendo en medio entrenamiento y no podía respirar, solo pensaba en lo inútil que era.

Los Hijos De Cloe y Harry Potter y [Lazos Familiares]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora