Capítulo 25 | Una luz en un mar de tinieblas

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Hoy ha sido el funeral de Harriet.

Y no he ido.

Tampoco le extraña a nadie, pues antes de que ella desapareciera, nosotros no nos conocíamos. Así que mientras la estaban enterrando, con todos sus seres queridos en el cementerio —y muchos curiosos—, yo me he quedado en la cama, preguntándome dónde estaría ella ahora y por qué tuvo que marcharse, sin ni siquiera despedirse. En otras palabras, he pasado horas autocompadeciéndome de mí mismo.

Mis madres piensan que estoy así por el shock de casi haber sido enterrado vivo y, a los cinco minutos, haber encontrado un cadáver. Pero no es así. Nadie sabe la verdad.

Que Harriet y yo fuimos amigos.

Que juntos iniciamos una investigación para averiguar quién era su asesino.

Que fue ella quien me dijo dónde estaba su cadáver. Y también la que me salvó de morir enterrado.

Arrugo la frente, evocando esos extraños momentos en los que estaba en el limbo. Recuerdo estar rodeado de oscuridad y sentirme muy liviano, como si fuese una pluma flotando en el aire. Aunque Logan me golpeó muy fuerte con el bate de beisbol, no creo que estuviese muerto, pero sí que me encontraba a las puertas del "más allá". Solo tenía que dejarme llevar. Y habría sido tan fácil...

Pero entonces escuché la voz de ella. Fue como una luz en ese mar de tinieblas, que me guio hasta la superficie. Me aferré a ella, y entonces desperté, medio enterrado y con un dolor latente en la parte posterior de la cabeza, pero justo a tiempo de impedir a Logan asesinar a su propio hermano.

Y aunque ahora todo el mundo piensa que soy un héroe o algo así, también me consideran un perturbado. ¿O quién en su sano juicio iría a la casa del principal sospechoso de la desaparición de Harriet, a las tantas de la madrugada, por un misterioso mensaje de móvil? ¿Y cómo sabía el lugar exacto dónde excavar? ¿Y por qué ahora estoy de tan de mal humor? ¿Será porque experimenté un fenómeno paranormal cuando estaba en los brazos de la muerte?

Lo peor de todo ello, es que la única persona a la que le puedo confiar cómo estoy y todo lo referente a Harriet, está a kilómetros de Bergen. Maldito Jack, ¿por qué tiene que irse todos los veranos a España? Ah, sí. Porque su madre es española.

Así que estoy solo, en un pueblo conmocionado por la tragedia de Harriet, sin que nadie sepa de ese vínculo que tuvimos ella y yo. Ni siquiera puedo expresar en voz alta lo mucho que me afecta su muerte, su partida al otro lado, porque, a ojos de los demás, ni siquiera nos conocíamos.

—Miau. —Nidalee me devuelve al presente. Se ha subido a mi cama y me mira, expectante. Le acaricio detrás de las orejas, justo donde le gusta. Ella comienza a ronronear.

Con la mano que me queda libre, cojo el móvil y me meto en Twitter. Y me arrepiento al segundo de haberlo hecho.

"Harriet Bonner, la joven desaparecida del caso Harriet, murió al intentar defenderse de una violación" twittea una cuenta de noticias. Lejos de cerrar la aplicación y seguir haciendo la croqueta en la cama, hago lo mismo que en ocasiones anteriores, y como si quisiera hundirme un poquito más en mi dolor, hago click en el enlace.

Mis ojos se desplazan con rapidez por la pantalla. Ella había quedado con Jayden para tomar algo en "El escondite de Mel". Logan apareció y se unió al plan. Después, mientras Jayden pagaba, él se la llevó a las afueras e intentó forzarla. También la drogó. Sus pantalones estaban desabrochados y ligeramente bajados. Tenía varios rasguños y golpes en la cabeza. Harriet intentó defenderse, pero Logan era más fuerte.

Recuerdo las palabras de Logan la noche en la que descubrí su cadáver. "Es una calientabraguetas" dijo, "si no hubiera querido nada, se habría quedado con Jayden". Se me revuelve el estómago. La clase de pensamiento de Logan me pone enfermo.

Todas las estrellas que nos separanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora