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XXIII. "Sigues Siendo Un Gusano".



El viernes llegó y con este la fiesta en la casa de Novalee.

Mis padres no habían puesto objeción cuando les comenté de la fiesta, tampoco cuando les dije que probablemente me quedaría a dormir con Novalee si llegaba a tomar más de la cuenta. La verdad era que yo no tomaba mucho, y mis padres sabían eso, así que no tenían problema conmigo saliendo de fiesta.

Terminé de aplicar el labial rojo mirándome en el espejo. Mi blusa traslúcida dejaba ver completamente mi bralette color vino de delgados tirantes. Al final no me había puesto la falda, y en su lugar usé un pantalón ajustado de tiro alto. Esta vez, mis converse blancos fueron sustituidos por unos vans negros. Mi cabello estaba suelto, por primera vez lo había planchado desde que llegué a Flagstaff.

Estaba muy contenta con mi aspecto, y sintiéndome bien conmigo misma tomé un par de billetes junto a mi ID y los puse dentro del cover de mi teléfono ya que no quería llevar bolso. Tomé mis llaves y al recibir un mensaje de Hagar diciendo que estaba afuera, bajé a la sala donde encontré a mis padres viendo televisión.

—Hagar ya llegó por mi. —Avisé, ellos estaban contentos con la idea de Hagar y yo haciéndonos amigas.

—Ten cuidado, toma con responsabilidad, diviértete  y sin importar qué, si en cualquier momento te sientes en peligro mándanos un mensaje, iremos corriendo por ti, ¿entendido? —Mi padre Dante dijo y yo asentí acercándome a abrazarlos.

—Lo haré, les mandaré un mensaje si decido quedarme a dormir con Novalee. —Les recordé. —Los amo.

—Y nosotros a ti.

Salí de la casa cerrando bien la puerta, visualicé la camioneta negra de los Hagebak y fui hasta esta. Rodeé el vehículo y me subí al asiento del copiloto. —Hola. —Saludé a Hagar quien para mi costumbre lucía hermosa con un vestido negro algo ajustado.

—Hola, Lærke. —Respondió y al escuchar una tos fingida me sobresalté mirando hacia el asiento trasero.

—Lort, creí que venías sola. —Dije mirando a Horem.

Él, como era de esperarse, me miró mal pero no dijo nada. —El resto de mis hermanos junto a mi padre salieron en un viaje imprevisto de negocios, así que Horem tuvo que quedarse a "cuidarme" ya que me negué a asistir a ese viaje aburrido. —Me informó mientras ponía la camioneta en marcha.

Ahora tenía sentido que ayer Hiel me hubiera mandado un mensaje diciendo que no estaría disponible durante el fin de semana, claro que no le entendí. Y si, ya había desbloqueado su número.

—Oh, ya veo. —Dije y después procedí a darle la dirección de Novalee.

—Todo indica que es vecina de Fernanda. —Hagar comentó al escuchar la dirección.

HEBER  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora