XXXV

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XXXV. Querer.


Diciembre 23, 2015

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Diciembre 23, 2015.

Skagen, Dinamarca.

Las luces navideñas iluminaban la casa Buckhøj, había un enorme pino blanco con esferas azules y moradas, el pino también era adornado por pequeños muñecos de nieve hechos a mano con tela por cada integrante de la familia... y también por un carismático español.

Lærke se sentaba sobre la alfombra navideña colocada en el piso bastante cerca al pino, a ella le gustaba tomarse un momento para admirar el pino una vez terminada la decoración.

Ese año se había unido a ella Alfonso, quien vistiendo un pantalón negro y un suéter de lana color blanco, se hallaba sentado junto a ella.

En la cocina el señor Dante preparaba chocolate caliente y el señor Alexander sacaba las galletas del horno. El matrimonio de vez en cuando miraban con ternura a su hija junto a aquel muchacho, ellos sabían que él era el primer (y verdadero) amigo de Lærke. Y aunque sólo había pasado un poco más de un mes desde que lo conocieron, ya le habían tomado cariño.

Y ni hablar de Lærke, ella también tenía en gran estima a Alfonso, lo consideraba verdaderamente un amigo en quien confiar.

Alfonso, por su parte, encontraba fascinante a Lærke, había algo en ella que hacía que cada día al despertar lo primero que quisiera hacer fuera verla. Era su amiga, y se mantendría con ella tanto como pudiera.

Alfonso no podía imaginar su vida sin Lærke.

Era como la droga; una vez que empiezas a consumirla, es un tormento dejarla.



Septiembre 1, 2018.

Flagstaff, Arizona.

Lærke.

Mis padres se habían vuelto a comunicar con mi antiguo doctor en Dinamarca, y por indicaciones de él, había vuelto a tomar mi medicamento.

Toda la semana me la había pasado como un zombie, yendo de una clase a otra, de la universidad a casa, despertando solo para volverme a dormir. Lo único bueno era que no me había vuelto a desmayar, tampoco había vuelto a tener esa confusión respecto a lo que es real y lo que no. El medicamento me hacía sentir relativamente bien y al menos funcionaba mejor.

Me estiro en la cama tanto como puedo ya que Hiel está durmiendo a mi lado, debían ser como las cinco de la mañana, por lo tanto, era momento de que se fuera.

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