Capítulo 26.

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-No alcanzo a llegar a las ocho, tengo que asegurarme que ese chico no te mate.
-Dijo que no podía llevar seguridad. –Respondí inocente. 
-¿Él puso las reglas?
-Sí… ¿Por?
-Será el primero en romperlas. Es táctica. 

Se escuchó que cerró la puerta y que respiraba más rápido.

-¿Qué estás haciendo? –Pregunté. 
-Me dirijo a comprar un pasaje a Los Ángeles. Necesito estar ahí.
-No me matarán… -Fingí tranquilidad.

¡ME VA A MATAR!

-Yo sé que no, pero estaré ahí por si quebranta las reglas.
-Bien. Si tomas el avión ahorita… -Eran las ocho de la mañana- tal vez llegues a las ocho. –Soltó una risita. Escuché cómo prendió el coche y tomaba camino-
-¿Tienes miedo? –Me preguntó cauteloso. 
-Sí. La verdad.

Fuera de tener miedo, sé que algo saldrá mal. No sé, preferiría retroceder el tiempo, hasta antes de enamorarme de ___, antes de sentir siquiera una atracción. Ella es una persona increíble, pero estoy haciendo estupideces por ella. No es un premio, lo sé. No peleamos por ella, lo tengo claro. Él sí pelea por ella, yo peleo por la poca dignidad que le quedó a ___. ¿Acaso no se siente mal por haber hecho cosas con él a la semana de ser algo? Claro, se conocen mucho más de lo que podría conocerla yo en una semana. Pero, ¿Es enserio? Siento que la han lastimado, y más de sentirlo así fue.
Salí a desayunar y me encontré con algunas fans. Lindas, y siempre respetuosas. Les invité un poco del poyo que comía, pero no todas quisieron.
Llegué al hotel y me eché a la cama. Mi celular no ha sonado, al parecer si era enserio, ___ no quiere saber de mí. Primero Leonel le falla, y luego yo. Tal vez no sea lo mismo de importante que Leonel, pero a lo mejor puede estar afligida por lo que yo he hecho. No creo, pero es posible.
Miré el reloj: 5:34pm. A unas horas de enfrentarme a mí pasado, a mi nuevo hoy. Odio esto, odio ser fuerte cuando está ella, ser invencible, ser inmortal. Al menos sentirme así cuando ella está presente. 
Recibí un mensaje de texto a las 6:05pm. Rogué porque fuera __, pero no, era Zayn.

“Llegaremos en dos horas. ¿cómo te sientes?”

¿Llegaremos? ¿Quién más viene?

“Perfecto. ¿Quién más viene?” –respondí. 

“Paul y yo. No me dejó venir solo. Tuve que contarle, perdón” –Me respondió.

Bien, al menos no era seguridad policial. 

“¿Los chicos saben?” –Pregunté enseguida.

"Sí, pero ellos no pudieron conseguir boleto para venir. Todos los vuelos a los Ángeles se han cancelado, menos el mío. Yo alcancé a llegar antes de que la tormenta fustigara en el camino. ¡Te llamo cuando llegue!”

Bueno. ¿Ahora qué faltaba? ¿Qué mis padres se enteraran? Ojalá Louis o Harry sean lo suficientemente cautelosos para no hablar del tema.
7:39pm. ¿Qué pasa? Estoy asustado. Me siento sudoroso, me siento sucio, me siento un estúpido. ¿Cómo voy a pelear? Ahora estoy pensando con claridad: Me humillará. Querrá impresionar a __. Pero ella no irá, pero les dirá a todos que me venció. No recuerdo muchas cosas respecto a este deporte… investigaré a ver si refresco mi memoria.
Al instante, tocaron la puerta de mi habitación. Desee que fuera ___, ansié que fuera ella. Pero no, Zayn y Paul aguardaban en la puerta. 
Sabía lo que pasaba en la mente de Paul: ¡Eres un tonto! ¿Cómo pudiste? ¡Te meterás en problemas! 

-¿Cómo te sientes? –Me preguntó Paul, mientras tomaba de su botella de agua.
-Mal. –respondí.- Quiero vomitar. 
-¿Cuánto queda para las ocho? 

Miré el reloj. Faltaban diez minutos. Tenía que tomar camino, o llegaría tarde.

-Diez minutos. –Respondí. Mi voz tembló un poco.
-Es hora de irnos. –Dijo Zayn, levantándose. 
-¿Enserio? –Pregunté asustado.
-¡Sí! Tranquilízate, saldrá todo bien.

Suspiré, y no pude cambiar mi expresión. 
Llegamos al gimnasio, era grande, elegante y se veía que era bastante grande. 
En la parte de abajo estaba el “ring” dónde pelearía con Leonel. Lo vi, estaba saltando la cuerda, como todo un patético. Me vio y sonrió de un lado. Dejó la cuerda y sacudió sus manos, vio el reloj e hizo un gesto sorprendido. 

-Creí que no vendrías. –Dijo al caminar hacia los vestidores- cámbiate, estoy listo. 

No respondí, sólo lo miré. Detrás de mí venían Zayn y Paul. Leonel cambió de expresión cuando vio a Zayn y a Paul. Molesto me reclamó.
-¡Te dije que sin seguridad!
-No son mi seguridad, vienen a verme. –Dije metiéndome al vestidor. 

Me coloqué mi ropa de deporte. Traía unos bermudas cómodos que llegaban a mi rodilla. Unos tenis deportivos que combinaban y una camiseta de un color neutro. Porque viéndolo bien, no pensaba humillarme con un cuerpo de poco empeño –el mío- y uno con más trabajo; el de él.
Salí listo. Zayn y Paul estaban en la esquina del ring, de pie: Esperando a que llegara.
Zayn me sonrió para tranquilizarme, y funcionó un poco. Miré mis manos y Paul me colocó una cinta alrededor de las manos. Leonel subió al ring y sobre mi hombro noté su perfecto cuerpo que enloquecía a ___. Sus piernas fornidas y esa espalda de deportista. Algo que yo no tenía. Bien, tal vez por eso yo no le guste. 
Comencé por estirar un poco, él se colocaba las cintas, y unos chicos se acercaban a ver el encuentro. Al parecer, éste chico tenía entrenador, porque se presentó con Paul, y Zayn. Conmigo igual, pero no le presté atención. ¿Y Bien? ¿Más público? Eran siete personas, contándonos a mí y a Leonel. Pronto llegaron unas cuantas más, de tan nervioso que estaba las conté. Quince personas que venían a ver el espectáculo. 
Rogaba a mis adentros que todo esto se cancelara. ¿Y si yo lo lastimo a él? ¿Y sí el miedo no era lastimarnos, si no decepcionar a __?
Zayn me volvió a sonreír, me agarró del rostro y me dijo que todo iría bien. Que quitara ese rostro de preocupación. ¡PERO NO COMPRENDO COMO ME METÍ EN ESTO! Eso es lo que quise gritar.
Dieron el toque, la pelea comenzó. Él comenzó a brincar, y también a lanzarme golpes torpes. Me cubría la cara con ambos brazos. Golpeó mi ceja, y sentí un dolor que recorrió hasta mis brazos. Nos movíamos de lado a lado, esquivé cada golpe y escuché que algunas personas me gritaron “¡Golpéalo de una buena vez! ¡Déjalo sangrando!” no sé si era para mí, pero lo sentí así. Me animé, desaté mi primer golpe. No sé cómo logré darle en la quijada, lo atonté, se dejó caer y revisaba que su quijada estuviera bien, regresé la mirada hacia Zayn y Paul…

Can mend your broken heart? | l.p.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora