-Te buscan. ¿Qué digo?
-¿Quién? –pregunté sin esperar visitas.
-Una… chica.Abrí mis ojos de par en par. Sentí una oleada de sangre fría. ¿Esto está pasando? ¿Será ___?
-¿Una chica? –Me aseguré.
-Sí. Creo que es ___.Escuchar su nombre me emocionó. Sentí que hice algo bien.
-Ahorita salgo. –Le avisé con una sonrisa a Zayn.
-No, quédate aquí a reposar. Tu cuerpo necesita tranquilidad… -Me ordenó el doctor- si quieres… nos vemos mañana, a ver cómo va todo. Si te duele algo, te haces análisis. Pero, con esto te mejorarás. –Dijo colocándome un antiinflamatorio.
-Lo acompaño a la puerta. –Le dijo Zayn.Paul desapareció de la habitación, todos me dejaron solo. Me dolía el cuerpo, me había desacostumbrado a no hacer ejercicio. Bien, quiero ver a ___. Iba a levantarme para verla pero la vi entrar a la habitación, tímida al respecto.
Mi rostro se iluminó. Deseaba besarla y abrazarla… pero lo único que podía hacer era sonreírle… pero ni eso estaba haciendo. Lo miraba atónito.-Hola. –Susurró.
-Hola… -Sonreí gélidamente.Tenía sus manos detrás de ella… y pude ver que algo pasaba en una de ellas.
-¿Cómo estás? –Me preguntó, ahí de pie frente a mí. Mientras yo posaba en la cama.
-Bien… dentro de lo que cabe. –Sonreí- ¿Tú?
-Bien.¡Sonríe! Por favor…
-¿Tienes algo en tu mano? –aventuré.
-¿tienes algo en el ojo derecho? –Sonrió.Vaya… me encanta.
-Tengo que ponerme antiinflamatorio, lamento que me veas así. –Apunté el antiinflamatorio
No pedí que lo trajera hacia mí, pero lo tomó y se acercó a mí. Se sentó a un lado de mí, y lo abrió.
Sus dos manos; una vendada. Le miré las manos, y luego a ella.-¿Qué te pasó?
-Nada. –Decía al sostener con sus piernas el antiinflamatorio, mientras con tu mano bien untaba un poco de eso.- Te va a doler un poco… -me dijo, acercando sus dedos a mi ojo hinchado.
-¿Qué te ha sucedido? ¿Fue Leonel?
-No, Leonel no fue. No ha pasado nada.Sentí sus dedos fríos sobre la piel de mi rostro. Duele, duele mucho. Apuñé mis ojos, y me dolió aún más.
-Listo… -Sonrió.
-Gracias…Desee por miles de segundos que me dijera que había pasado en su mano. La tenía un poco hinchada, seguro fue Leonel, fue ese cara de…
-Quería ir a verte. –Soltó, sin mirarme al rostro.
-¿Eh?
-Iba a verte. Pero… no pude. No llegué a tiempo… vi el lugar solo, y asumí que se había acabado todo.¿Ibas a verme? Una noche antes me dijiste que no contara con tu presencia, ¿Y ahora me dices que querías ir a verme? Algo me dice a que no soy el único que siente algo.
Mariposas corrieron por todo mi estómago. Sentí que estaba emocionado, sí. Lo estaba.-¿Por qué llegaste tarde?
-Debatía con si… venir a verte sería correcto.
-¿Por qué? –Se encogió en hombros y no dijo nada- no me dejó tan mal. Aún sigo siendo… yo. Liam. Únicamente que… un poco hinchado.
-No llegué a tiempo, es lo que importa.
-No importa el tiempo, importa el por qué.Coloqué mis brazos detrás de mi cabeza, mientras la veía a mi lado, con los pies cruzados.
Miró mis brazos, y vio mis lunares. Lo sé, los estaba viendo. Estaba cohibida, estaba distraída. Algo pasaba, necesito saber y ya.-Te traje algo. –Sonrió, y me miró.
-¿Qué? ¿A mí? ¿Qué has traído?Me volvió aún más. Se mordió el labio y sonreía. Omitía una risita, algo me decía que me gustaría y que podía besarla en ese segundo, si es que pudiera sentir mis piernas, o manos… por suerte, me duché antes de esto.
Se levantó, y me pidió unos segundos. Olí mi aliento, mis manos y me observé en un espejo cerca. Volví a acomodarme y la vi entrar con un pastel en manos. Era casero… ella lo había hecho.-Espero te guste. –Llevaba dos tenedores en mano, uno para ella y otro para mí.
-¡Gracias! ¿De qué es? –Sonreí. Me enderecé en la cama y me senté- ¿Quieres ir a la cocina?
-No, quédate aquí. Yo limpiaré si ensucias al comer. –Sonrió- y es un pastel de manzana… no sabía de cuál te gustaba, pero es mi quinto intento. Espero que haya salido delicioso, si no, lamento decirte que los dos estaremos mal del estómago.Reí. Le agradecí de nuevo, y le di un corte al pastelito. Sinceramente, era delicioso.
Muchas dudas mientras comíamos me llegaron. ¿Cómo la dejaron entrar? ¿Quién la trajo? ¿Por qué vino? ¿Cómo sabía que estaba mal?-¿Puedo preguntarte unas cosas? –Le pregunté.
Ella se sentó frente a mí, subió sus piernas a la cama y los cruzó. Asintió, y me tendió una servilleta.
-¿Pediste un taxi hasta acá? –Asintió- ¿Por qué viniste? –Se encogió en hombros-
Lo noté. Alguien le dijo que estaba mal.
-¿Cómo te dejaron entrar? –Esto respondería lo anterior.
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Can mend your broken heart? | l.p.
Fanfiction"... Eres la primera persona que me ha hecho sentir poderosa, aunque no tenga súper poderes. Me hacías sentir como reina y sin necesidad de tener un reino. ¿Quién en su cuento de amor no quisiera que su novio peleara por ella? No eres el chico malo...