Capítulo 69.

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No me percaté de que frente a ella estaba Leonel. Dejé de besarla y lo observé por unos segundos. ¿Por qué hace unos momentos no había visto su presencia? 

-Yo… yo… -Balbucee. 

Él me miró mientras buscaba la mano de ___. 
Me molesté tanto que me fui de ahí. No recuerdo si empujé a alguien o no, sólo salí disparado de la pista lleno de molestia. ¿Por qué sigue con él? ¿Por qué? hace unos momentos nos besamos, ¿Acaso no sintió nada? 

Día 131.

Anoche después de mi encuentro con sentimientos negativos, tomé como loco. Andy estaba decepcionado de ella tanto como de mí. Leonel ya no era mi problema, sino ella. Ella no quería dejarlo atrás, o tal vez me confirmaba indirectamente de que yo ya no era para ella. Sé que no es tonta, y sé tanto como lo que he meditado. Ella solamente está negada, cerrada… no puedo descubrir el tesoro de la caja si la caja está cerrada. ¿Cómo se abre? Teniendo una llave. Claramente creía que yo la tenía, pero Leonel siempre fue el dueño y portador de aquel instrumento. 
Hoy es el día ciento treinta y uno. Este día me propongo a mí mismo a dejarla en paz. No llamarle y abstenerme a pensar en ella. Si no lo prometo no puedo dejarlo de hacer. Andy pide que piense en mí, pero, ¿Cómo puedo pensar en mí cuando yo lo único que tengo en mente es a ella? 
Volví a meditar lo de anoche. Recuerdo que él buscaba su mano mientras ella me miraba a mí con los ojos abiertos de par en par. Brillaban y tenía la pupila dilatada. Recuerdo bien que tenía su mano en mi muñeca mientras aquel chico buscaba la suya. Los celos me invadieron esa noche, ahora que lo recuerdo sé que fue una pequeña escena mía. Yo me enojé y claramente tengo mis motivos. Pero igual… Ella no se hubiese decidido esa noche por mí, ni nunca. Tenemos claro que quien le quita el sueño es él.
Esta noche me voy de los Ángeles y me lo recordó un mensaje de Andy que se encontraba en la plaza donde ella trabaja. 

“¿Ya no hablarás más con ella?” 

“No. ¿Por?” –Respondí. 

“No es por estar de su lado, al contrario. Pero… no creo que ella esté bien respecto a todo.” –Respondió.

Me la imaginé llorando. Con los ojos hinchados o también me imaginé que había faltado al trabajo. De hecho, pude haberme imaginado que todo era lo contrario, y que estaba feliz con Leonel comiendo en donde yo algún día la llevé. 
Estoy acostado abrazando una almohada como todo un adolescente cuando le rompen el corazón… y más cuando me entero que yo estoy siendo participe del mal sentir de ella…

“Como sea, ella ya no nos interesa, ¿Verdad? En cuanto llegue vamos a comer algo para distraerte. ¿te llevo algo?” 

No respondí.
A mí me sigue interesando… apagué mi teléfono celular y me olvidé de todo por unos minutos. 
Pronto sentí ganas de llorar… y así fue como en segundos ya estaba como perrito sin dueño. Lloraba sin razón aparente, o tal vez yo decía que sin razón aparente por no querer admitir que no podía más con este dolor doble. 

Día 152.

Últimamente he estado deprimido de una forma inexplicable. Hace dos días los chicos me han intentado animar, y hoy en día ya no me siento mal. Mientras no la recuerde. 
Esta mañana estoy en California. Acabamos de salir de un M&G, y después nos hemos puesto a hacer ejercicio. He estado fortaleciéndome tanto que he dejado llevar ahí mismo todo mi sentir… por lo que no he escrito últimamente. 
A veces tengo que andar contando los días que no escribo para no olvidar en qué día voy. 
Esta noche iremos a un club a pasar un buen rato. 
Regresando del club, me sentía tan cansado y aburrido que me dirigí a mi habitación a dormir. Según los chicos necesito distraerme y aferrarme a que debo olvidarla sea como sea, tal vez con tiempo o con otra chica, pero casualmente yo no quiero olvidarla. He pasado por tanto para conquistarla que ahora mi trabajo hecho no debe ser destruido por mi desidia o mi rencor hacia aquello que tal vez nunca fue real. El coraje que me invade cada que le recuerdo es tan inmune a la cura. Me siento impotente y con ganas de regresar a la pelea de box que una vez tuve con él. Tal vez esa vez pueda destrozarle hasta el orgullo. Pero, ahora que recuerdo, el problema ya no es él, sino el sentimiento indeciso de ____, que no me deja efectuar nada porque todo mis ser está dependiendo de su llamada. 

Día 153.

Hoy no pensaba escribir, pero tuve que hacerlo al instante que me dijeron que iremos a los Ángeles a unos premios. Los premios me tienen sin cuidado, lo único que provoca en mí una sensación muy, muy desgarradora es que estaré en la misma ciudad que ella. ¿La volveré a ver? No lo sé. Quisiera llevarla conmigo a esos premios… ¿Por qué no puedo resignarme a que ella ya no será para mí? Es como si algo me estuviese deteniendo cada que yo pienso en ella, diciéndome una y otra vez que ella está aquí en todos lados.

Me encontraba en el computador viendo algunas fotografías de nosotros, y de ella. No recordaba que tenía tantas fotografías de nosotros… 
Me dieron ganas de llorar. Pero no quiero derrumbarme. He estado tan bien que lo que menos quiero es volverme a sentir como aquella vez. Pero fue muy tarde, me comencé a sentir la peor persona del universo. Sentía que yo también le había fallado como hombre. Que aquellas promesas que le dije alguna vez jamás las cumpliré porque le he fallado. Pero mi orgullo, mi yo orgulloso interior me decía a regañadientes que estoy loco. Que no debo sentirme mal cuando ella fue la que me hirió a mí. ¿Qué he hecho yo? La he dejado. ¿Qué ha hecho ella? Ha jugado con mis sentimientos y ha fingido quererme cuando solo ella tiene ojos para el pasado y yo para el presente. No sé cuándo fue que me di cuenta de que en eso no congeniamos, tal vez fue aquel día en que peleamos. Realmente ni recordar quiero.

Día 154.

Ayer después de haberme sentido de nuevo ese adolescente chillón de alguna vez, me quedé tan pensativo que preferí hablarlo con alguien. Los chicos habían salido y el único que se había quedado en el hotel era Zayn, y me hizo compañía toda la noche de ayer.
Hoy, estoy esperando que anuncien nuestro vuelo para Los Ángeles. Siento nervios como si estuviese por entrar por primera vez a la escuela… creo que todo esto tiene que ir mejor de lo que alguna vez fue.

Can mend your broken heart? | l.p.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora