Capítulo 30.

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Lo abrí, y sin querer manché mi dedo. Me acerqué a ella y comencé a dar unos brochazos, si así se le puede decir. Abría un poco sus labios, y luego los cerraba, tratando de evitar sonreír. Me quedé ido, miré sus labios y desee besarlos. Solo eso, quería eso… quería sus labios. Metí el rímel en su lugar, lo dejé a un lado y la tomé de las mejillas. A milésimas de segundos, me acerqué y la besé…

«Esto está mal» -Pensé. 

Besarla sin ser nada, es no respetarla. Lo siento ___, realmente lo siento…
Me alejé de ella. Estaba roja, tan roja que creí que tendría una rabieta. 

-Lo siento. –Me disculpé.
-Está bien… -Dijo agachando la mirada. 
-Lo siento, enserio… yo… 

Y aquí estoy yo, mostrándole a Leonel que yo soy un caballero… ¡Vaya que caballero!

-Está bien, enserio. –Intentó sonreír. Aún seguía roja…
-¿Quieres que te ayude con el otro ojo? 
-Yo puedo con ese. –Sonrió. 

Liam. ¡ERES UN ESTÚPIDO! Me repetí eso toda la tarde.
Me acompañó al aeropuerto. Ruborizaba cada que yo la veía. Espero sea porque le da vergüenza y no porque le doy rabia.
Le pagué un taxi, y le pedí que viera si el chico con el que iba se presentaba en la cita. Tengo que asegurarme de que ése cara de patata llegue.

Día 49.

Ayer me avisaron que aquel bastardo no llegó a la cita. ¡Estoy furioso aún! 
Apenas recuerdo el rostro de __ cuando la abracé por última vez. Esperemos catorce días más, volveré a verla.
Estoy tan cansado… mañana tengo un concierto en Manchester, y pasado mañana viajaremos a Oxford. Viajes, conciertos… todo, estas dos semanas.

Día 51.

¿Un collar con su inicial es muy anticuado? No lo sé. Me gustaría darle un detalle cuando la vea, pero este collar está demasiado perfecto. Me gustaría colocárselo, y también me gustaría volverla a besar…

Día 53.

Esto de escribir un día sí y otro no es raro. No ha pasado nada interesante. Estos días… sólo hoy; Hablé con ella.
Su voz se tornaba confusa, nerviosa… tímida. Como si la estuviese conociendo de nuevo. No me pregunté más si fue por el beso, pero algo me dice que así fue. Sé que aún está dolida por él, y también tengo en mente que está enamoradísima de él. Como yo de ella, si no es que menos. 
Le compré una cartera, y se la acabo de enviar por paquetería. Es larga, y de color café chocolate. Lleva una hebilla de la marca, y compartimientos para tarjetas, fotografías, billetes y monedas. Espero le guste… 

Día 54.
A una hora antes de subir al escenario, recibí un mensaje de ella: 

“¡La cartera está hermosa!, me han dicho que la has mandado hace unos días. Hoy ha llegado, y creo que me eh enamorado de ella. Gracias Liam, pero no debiste. :-)”

¿No debí? Si por mí fuera… te compraba un yate. 

“Me alegra que te haya gustado. Espero llegar para antes del día de tu cumpleaños, y regalarte otra cosa más…” –Respondí.

“¿Estás jugando? ¿Mi cumpleaños? Liam Payne ansía más por mi cumpleaños que yo misma…” –Respondió. 

Quise seguir mandando textos… pero tuve que subir al escenario. 

Día 55.

Su cumpleaños es en nueve días. No sé qué podré obsequiarle, pero lo que sí, es que ese día estaré libre. 

-Un automóvil. –Bromeó Harry.
-No recuerdo si sabe conducir… 
-¡Ya sé! Una cena romántica. 
-Puede ser…
-Y le declaras tu amor… 
-¿Qué? –Pregunté atónito. 
-¿Qué? Si no le dices otro lo hará, o tal vez Leonel lo haga. –Hubo cierta amargura al pronunciar aquel nombre.
-Bien. Le pediré que sea mi novia… -Dije decidido. 
-¿Estás seguro? 
-Sí, ¿por qué no lo estaría? 
-Porque días atrás decías –Fingió mi voz- “Ay, no estoy enamorado”
-Pues la gente cambia. –Reí. 
-Cambios radicales… -Soltó una risita.

Nunca pensé en qué día le diría lo que sentía por ella, pero sabía y tenía en mente que sería pronto. 

Día 60. 

Mamá me ha recordado que he comprado este cuaderno para escribir. Llevo dos veces que lo olvido… siempre que estoy solo o con los chicos… olvido por completo que te tengo. Cuando estoy con ella… es como si fuese un pintor. Le pido que pose frente a mí mientras yo dibujo… en este caso, mientras escribo de ella. 
No estoy seguro, pero comienzo a sentir nervios de verla. Deseo hacerlo, verla, besarla… olerla, abrazarla y un sinfín de cosas.
No recuerdo, ni tampoco quiero hacerlo… pero… ¿Qué será de ese pedazo de poco hombre? ¿Será que se decidió por dejarla en paz?
En tres días cumplirá años. ¿Qué haré? ¿Tomaré el primer avión? ¿La traeré a Londres? ¿¡Qué Hago!? 
Zayn, Niall y Louis estuvieron conmigo todo el día. Comimos y vimos un partido de fútbol. 

-¿Ustedes qué creen que sea mejor? –les pregunté. 
-¿De qué? –Respondió Louis.
-Para su cumpleaños… ¿La invito a Londres o viajo a Los Ángeles?
-Invítala aquí. –Respondió Niall.
-Oh ve tú. –Respondió Zayn.
-¡No! Que venga… tú ya la conoces, nosotros no. –Defendió Louis.
-Entonces… ¿Es cierto? –Preguntó Niall.
-¿Cierto qué? –Aventuró Louis.
-Que le declararás tu amor a ___.... 

Su nombre está en boca de los chicos… más bien… estamos en boca de todos. 

Can mend your broken heart? | l.p.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora