Capítulo 33.

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“No me creerás, pero estoy demasiado emocionada… :-D” …

Ella… 
Sonreí y miré y releí el mensaje una y otra vez.
Quedaba una hora para verla.

“Pasaré por ti a en cuarenta minutos. smile emoticon También estoy enamorado”

¡NO! Le mandé… el mensaje equivocado. Santo Cielo, ¿Por qué se parecen tanto las palabras “Emocionado” y “Enamorado”? ¿Mando otro mensaje? ¿Lo dejo así? Estoy rojo, ardo. 
Antes de poderle responder que me había equivocado, respondió ella.

“¿También estás enamorado? Jaja… ¿De quién o qué?” –Respondió. 

¿De quién? De ti. ¿De qué? De escribirte, verte y todas esas cursilerías que pude llegar a pensar.

“Hablaremos de ello en cuanto te vea. ¿Bien?” 

“Bien. Muero de emoción grin emoticon el chico Payne está enamorado”

De ti. De ti, de ti. 
Estoy nervioso… estoy fuera de su cuarto de departamento. Ella está adentro, y sé que está cantando una canción. No reconozco la letra. 
Toco ruidosamente. Oh Jesús, estoy nervioso. Insisto. 
Abre la puerta, la deja entre abierta. ¡Dios mío! ¡Abre la puerta y terminemos con esto!
Santo cielo, santo… ¡DIOS! Se ve hermosa. Zapatos altos, un vestido que resaltaba el color de sus ojos, un cabello ondulado muy bien arreglado, maquillaje natural, y… yo me he quedado sin alma. ¿Desde cuándo me enamoré tanto de esta hermosa chica?

-Te ves hermosa. –Sonreí. 

Me sonrió, ruborizó. 

-Gracias. –me sonreía. 
-¿Nos vamos?

¿Cómo puedo articular palabras estando tan nervioso? Si no fuese porque no quería que se preocupara por mí, me hubiese tirado de la ventana de tantos nervios que poseían mis venas. 
La ayudé a subir al auto, ella agradeció. Hicimos unos minutos de camino, ella admiraba mi perfume, y yo admiraba el suyo… y admiraba cada centímetro de ella… pero eso en mi mente. 
Al llegar, vi sus ojos destellar. Admiró el camino de pecera que estaba en el suelo, caminó cerca de él mirando a los peces una y otra vez. Me parecía tan tierna… como cuando llevas a un niño pequeño al zoológico. Perdidamente enamorada de los peces, y yo perdidamente enamorado de ella.

-Es muy lindo el lugar. Es… tan lujoso. –Me decía al mirar las luces y los retratos de las paredes. 
-Me alegra que te guste. 
-Oye, ¿Recuerdas el mensaje que me mandaste? 

Ruboricé. ¿Por qué debemos hablar de eso tan rápido? Quiero admirar tus ojos unos segundos más… no quiero responder ahora. 
Llegamos a nuestra mesa. Teníamos reservada una de las más lujosas mesas. Dónde el piso era un acuario. Sé que a ella le gustará. 
Miraba al suelo, aún fascinada por lo que estaba viendo.

-Siento que… -Sonrió- me están bien las bragas. –Soltó una risita- 

Reí. 

-¿Puedo traerles algo de tomar? –Nos ofreció el mesero. 
-Yo quisiera… un vaso de agua. Por favor. –Sonrió. 
-¿Agua? –Pregunté- puedes pedir lo que gustes. 
-Sí, sólo quiero agua. Por ahorita… -Sonreímos. 
-Yo quiero… agua de sabor. Por favor… 
-Ahorita se los traigo. –El mesero se fue. 

Miraba los peces aún. Era tan tierna… estaba siendo tan tierna que deseaba besarla… bueno, siempre tenía ese deseo. 

-No respondiste mi pregunta, Liam. –Me dijo mirándome a los ojos.
-¿Ya te he dicho que luces demasiado hermosa hoy?
-Sí. –Sonrojó. Sonrió e intentó no bajar la mirada- tú igual. –Mordía su labio y estaba deseando volver a preguntarme. 
-Realmente quise decir que estaba emocionado. –Dije respecto al mensaje- pero… sí, estoy enamorado. 
-Uu… -Levantó sus cejas- ¿De quién?
-De… 

El mesero llegó con sus vasos y nos interrumpió. Miré las servilletas, y recordé la flor que le hice aquella vez… le haré otra. 

-¿La conozco? –Soltó una risita- tal vez no, no tenemos amigos en común. –Se respondió- ¿Cómo es? ¿Rubia? ¿Morocha? ¿Alta? ¿Bajita? –Siguió diciéndome adjetivos. Yo seguía concentrado en la flor- oh tal vez si la conozca. ¿Canta? ¿Actúa? ¿Leona Lewis? 

Leona Lewis era una Diosa. Pero aunque quisiera, ella no era. Era ____, quiero decirle… pero no sé cómo.

-¿Leona Lewis? –Pregunté con una sonrisa- ¿Cómo sabes qué me gusta?
-Investigué sobre ti en google. –Sonrió. 

Nos dieron los menús. Lo tomó y comenzó a leer. 
Espera… ¿escuché bien? ¿Investigó sobre mí?

-No es Leona Lewis, ni nadie que cante o actúe… creo yo. 

Jamás le pregunté si cantaba o actuaba, pero lo que sí sé es que me encanta. 

-Es… una chica que… -Intenté buscar las palabras- 
-¿Una chica qué? –Estaba ansiosa. 

Terminé la flor. La miré, y luego miré a ___. 

«Dile, Dile, Dile, Dile, Dile.» -Me reiteré mil veces. 

-Me enamoré de ti. –Extendí la flor. 

Can mend your broken heart? | l.p.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora