-Bien… -Accedí.
-¡Gracias! –Sonrió- este día será dedicado a ti. ¿Okey?¿Todavía?
-Ep, ep. –Me dijo levantando su dedo índice- no acepto ningún no, ninguna protesta. ¿Bien?
Sonreí.
¿Por qué soy tan débil con ella, y a la vez tan protector? La veo como si fuese una bebé para mí, o tal vez… la veo como si fuese lo más bonito de mi vida. Maldita sea, estoy desmoronándome cada vez más… más hondo en el hueco de mi corazón.
Llegamos al restaurante que ella quiso. Lucía tan confiada de pagar… se sentó frente a mí, en una mesa de dos. Pedí una hamburguesa y ella pidió lo mismo…-Así que… este día es dedicado para mí. ¿No?
-sip. –Sonrió.
-¿Por qué?
-Ah pues porque sí.Reí.
-Muy buena explicación…
-La verdad tú siempre estás haciendo cosas por mí, yo quiero hacer algo por ti.
-No tienes que hacer nada por mí…
-Yo quiero hacerlo…
-Bien. ¿Por qué?Algo me dice que no soy el único enamorado.
-Ay que preguntón eres Liam. –Sonreía.
-Será acaso…-Dejé la frase al aire.
-¿Será qué? –Ruborizó.Sabe de qué hablo. Pero no insistí… llegaron nuestras hamburguesas y comenzamos a comer.
Antes solía comer avergonzada frente a mí, ahora come como si no estuviese yo…-Permíteme, iré al baño. –Me avisó.
-Claro, te espero.
-No tardo. –Sonrió.La vi caminar al baño. Llamé a la mesera y pagué la cuenta. No debí, pero prefiero que ella ahorre ese dinero que tanto ha luchado por tener.
La mesera se detuvo, frente a mí y me entregó un plumón en mano y una hoja.-¿Podrías autografiarme esta hoja? –me preguntó temerosa.
-Claro, ¿Cómo te llamas? –Sonreí.Me dio su nombre. “Keyla” Lindo nombre. Le firmé la hoja y justo llegó __.
-¿Es tu novia? –Aventuró Keyla.
-¿Yo? –Se apuntó.
-No, no es mi novia. –Respondí.Desearía que lo fuera.
-¿Oh, no? hacen una pareja de impacto. –Sonrió.
___ ruborizó.
-Gracias. –Sonreí.
-Gracias… -Ella también sonrió.
-¿Están en una cita? –Volvió a aventurar Keyla.
-Sí. –Respondió ella.Mi corazón se aceleró. ¿Estamos en una cita? ¡ESTAMOS EN UNA CITA!
-Sí. –Compartí. La miré, y levantó sus hombros.
-Deberían ser novios, insisto. –Dijo la mesera- Deberías pedírselo. –Me indicó.
-Yo… -Tartamudee.
-Sí Liam, deberías pedírmelo. –Sonreía.No sé si estaba bromeando, o sí lo decía enserio. Santo cielo, que conversación más extraña.
Keyla sonrió.
-Gracias. –Le indicó ___.
-Volveré a trabajar… un gusto conocerlos chicos. –Se fue.La miré atónito. ¿Quiere que le pida que sea mi novia o sólo bromeaba?
La hoja de la cuenta pagada estaba frente a ella. ¡Demonios! Se me olvidó guardarla… demasiado tarde. La vio, abrió la boca a punto de protestar.-¡Liam! –Reprochó- yo quería que te dejaras consentir por mí.
-Lo siento, no pude evitar pagarla…
-Eres un tramposo…Lucía divertida, no parecía estar molesta. Le sonreí, y ella ruborizó agachando la mirada. Me alegra tener ese efecto en ella, me gusta que ruborice y que sonríe, es como… cuando recibes algo que te gusta mucho en tu cumpleaños, oh cuando eras niño y en navidad obtenías el mejor regalo de todos…
Salimos del restaurante y fuimos a su departamento, donde hacíamos tiempo para esperar el partido de fútbol. Ella se colocaba ropa cómoda mientras yo esperaba en la sala, leyendo una revista que tenía sobre la mesa. Caray… salgo yo.
Abrí la revista y me sorprendí al ver que estaba rodeado con un corazón. Reí… esto me hace sentir que sé qué siente por mí.
Regresó de su habitación, cerré la revista y la dejé sobre la mesa.
Le pedí que me acompañara al hotel a buscar un suéter para la noche fría. Aceptó, y tomamos camino. Le mostré en la habitación en la que me estaba hospedando y encontró este cuaderno en dónde yo escribo de ella…-¿Qué escribes aquí? –Decía mientras veía la portada del cuaderno.
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Can mend your broken heart? | l.p.
Fanfiction"... Eres la primera persona que me ha hecho sentir poderosa, aunque no tenga súper poderes. Me hacías sentir como reina y sin necesidad de tener un reino. ¿Quién en su cuento de amor no quisiera que su novio peleara por ella? No eres el chico malo...