-¡Hola! –Respondió animada- Buenos días amor…
No sé porque eh comenzado a extrañarla. ¿Qué pensará en venir unos días para acompañarme en los primeros días de conciertos?
-¡Buenos días amor! –Miré el reloj, vaya… aquí son las cuatro de la tarde- ¿Cómo estás?
-Bien. Estoy bien… ¿Cómo estás tú?
-Bien. Ahorita ensayaré con los chicos, ¿Has ido a trabajar hoy?
-Apenas estoy en camino.Oh, cierto, allá es más temprano. ¿Por qué se me olvida?
-Cierto. Se me olvida…
-Está bien. –Soltó una risita.
-Ayer me dijiste que me querías…
-Cierto. –Confirmó.
-¿Me quieres enserio?
-Todo fue muy rápido, creo que nos falta aclarar muchas cosas… pero sí, si te quiero.
-¿Aclarar cosas?Me dio… cierto pánico. “Aclarar cosas” espero no sea un: “Te dije que sí bajo presión”
-Sí. Dijiste que no querías irte sin antes ser algo, ¿Recuerdas?
-Lo recuerdo.
-Ya me has aclarado tú más de una vez todo lo que sientes por mí, o tal vez una parte…
-Ajá…¿A dónde vamos con esta conversación?
-A mí me gustaría aclararte un poco sobre lo que yo siento.
Este momento lo esperé tanto…
-Me parece bien. –Respondí acertado.
-Hasta entonces… señor Payne. –Comentó con cierta broma- he llegado al trabajo, y creo que serás una distracción notable.
-Bien. –Solté una risita- hasta entonces, señorita ___. –Plagie.
-Adiós… te quiero.Te quiero. Me quiere… ¿Cómo me puedo resistir a esas palabras?
-Te quiero mucho más.
-Pelearía sobre quien quiere más a quién, pero mi agenda apretada me lo impide hoy. –Rio.
-Oh está bien señorita ocupada, hablaremos después.
-Bien…¿Por qué colgar con ella me es tan difícil?
-Adiós.
Colgó.
Creo que han sido los mejores minutos de mi día.Día 69.
Son las seis de la tarde. Estoy ansioso por llamarla, ella dijo que llamaría en cuanto llegara al trabajo, pero no sé si mi calcular es bueno.
Mi teléfono sonó. Seis y media… decía el reloj.-¿Hola?
-¡Hola! –Dijo eufórica.
-Amor, ¿Cómo estás? –Pregunté rápidamente.
-Bien, ¿cómo estás tú? ¿He?Estaba feliz… lo sabía. Se notaba en su tierna voz.
-Bien. Te extraño muchísimo… llevamos horas, días… sin vernos y creo que me estoy volviendo loco por verte.
-¿Me creerás que yo también quiero verte ya? Tengo la necesidad de que me abraces Liam…Jamás me pidió un abrazo. Pero comienzo a sentir que ahora era lo que más extrañaba de mi presencia: mis cariños.
-Me han regalado una tortuga, -prosiguió- la he llamado señor ele.
-¿Señor ele? –Solté una risita.
-Sí. “Ele Jey Pi”. Sus iniciales… señor Payne.
-Oh, que buen nombre. Amo a las tortugas, ¿quién te la ha obsequiado?
-Una de mi trabajo, ella tiene muchísimas en su casa, y cuando fui, me dijo que una de ellas podría ser mía si quería, y bueno, escogí la que creí que te gustaría más.
-¿A mí?
-Sí, porque tú eres su dueño también. Somos sus padres ahora amor.“Somos sus padres” creo que me parecía muy tierno tener una hija o hijo tortuga. Era muy normal, bueno, ella no era la típica chica que con un collar de perlas era feliz. Me gustaba que fuera así, que tuviese una imaginación tremenda, que fuese tan aniñada y tan madura a la vez… creo que jamás sentí esto por alguien más. Ella lo estaba logrando, de alguna forma u otra me tenía enganchado a ella…
-Soy papá… -Dije conmovido.
-Somos padres ahora.Sé que estaba sonriendo detrás de la pantalla… detrás del teléfono ella estaba feliz de que estuviera hablando con ella.
-Le mandaré comida, y tal vez después tenga un hermanito. No sé, si tú quieres.
Siento como si estuviese negociando para traerle un hermanito real a un hijo real. Dios mío, esta chica me hacía sentir tantas cosas, y me hacía plantearme en situaciones en las que jamás estuve.
-Me alegraría vernos para esa posible planeación. –Respondió ella.
-¿Ya tiene dónde dormir?
-Sí, le he comprado una pecera enorme. ¿Cuándo podrás verla, y a nuestra nueva criatura?
-Y a ti… -Completé.
-Cierto, y a la madre de nuestro hijo.
-Tengo días libres en dos semanas. Viajaré a verte, ¿Sí? Luego, me gustaría si tú gustas claro; viajar a ____. Quisiera conocer un poco más de ti…Creo que fue muy rápida mi proposición. Nomás me faltó decir “llevo el anillo, tu vestido y las invitaciones. ¿cuándo nos casamos?” vaya, no sé, fue incómodo. En teléfono no puedo ver su reacción, seguro ahorita está ruborizada
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Can mend your broken heart? | l.p.
Fanfic"... Eres la primera persona que me ha hecho sentir poderosa, aunque no tenga súper poderes. Me hacías sentir como reina y sin necesidad de tener un reino. ¿Quién en su cuento de amor no quisiera que su novio peleara por ella? No eres el chico malo...