El verdadero corazón de la libertad (SNK fanfiction - Riren)

Capítulo 6: ¿Experimento realizado con éxito?

Una vocecilla chillona y el golpeo de las llaves contra los barrotes despertaron a Eren, para su desgraciada sorpresa era Hange Buntaichou quién estaba abriendo despacio la puerta de su celda. Se frotó los ojos con un gruñido de desagrado, y se arrastró fuera de la cama; se encaminó hasta el cubículo que hacía las veces de baño y aseándose se puso ropa limpia y salió tras Hange ajustándose las últimas tiras del arnés alrededor de su cintura. El chico trataba de seguir los pasos del cerebro científico más brillante de todo el ejército con poca eficacia, llegaron al comedor, donde estaba siendo servido el desayuno. Se sentaron en una de las mesas y cuando Eren estaba a punto de devorar su pan algo llamó su atención; más bien la ausencia de algo. La taza de té humeante del capitán no estaba en su sitio habitual, y el dueño de la misma tampoco; disimuladamente observó el resto de mesas en silencio mientras la mujer a su lado le contaba un millón de datos sobre los próximos experimentos que pensaba llevar a cabo con su ayuda y la venganza que estaba empezando a preparar para cuando supiera quien había acabado con sus titanes de muestra.

- ¿Eren?—La voz chillona de Hange lo sacó de sus pensamientos de golpe, como si una jarra de agua fría hubiera caído sobre sus hombros.— ¿Estás bien? No pareces muy emocionado sabiendo que podríamos llegar a comunicarnos con otros titanes inteligentes...

- ¿Ehm, yo? Si, lo siento, estoy bien.—Contestó el chico avergonzado mientras trataba de centrarse en la conversación con la científica de nuevo.—

- ¿Hay algo que te preocupa? ¿Seguro que te sientes bien como para empezar con las pruebas hoy?—Le repitió la mujer con su voz brillante un poco preocupada.—

- Es solo que... es una tontería, de verdad...—Los ojos de Hange Zoe brillaron levemente bajo sus lentes, mientras miraba muy fijamente al chico ligeramente más bajito que ella con una sonrisa ladeada y experimentada.—Es solo que, tenía entendido que solo el Capitán Levi abriría mi celda, y como no le he visto me preguntaba si... ¿si está bien?

Eren pronuncio la última frase como si le estuvieran destrozando la lengua y la garganta con un millón de pequeños cuchillos, Hange lo miró con su sonrisa curvada y sus ojos aún más brillantes, hasta que al chico la situación le pareció entre incómoda y aterradora. La risa escandalosa de la mujer rompió el extraño silencio en el que ambos se encontraban, y después de reírse a carcajadas durante un par de minutos provocando que prácticamente todo el salón se girase a mirarlos al menos un par de veces, respiró hondo.

- Si, está perfectamente. Está en una estúpida reunión de emergencia con Erwin...—Cacareó con indiferencia sincera y hasta hiriente, mientras se apartaba un mechón de su castaño cabello que había escapado a su coleta con cuidado.—

- ¿A esta hora de la mañana?—Contestó en un susurro frustrado y confuso mientras masticaba otro trozo de pan con parsimonia. Se quedó pensativo y con una expresión de duda sorprendida se volvió a dirigir a la chica.—¿Es que no necesitan dormir?

- Erwin si, definitivamente. Duerme un montón. Una vez probé un sedante con él y se pasó un miércoles entero durmiendo sin enterarse. —Hange sonrió al chico por encima de la taza de té de la que sorbió un poquito y después continuó. —En cuanto a Levi... sería difícil explicar que esté siempre de mal humor y con el ceño fruncido si durmiera más de tres horas en una cama y no en la silla de su despacho...

La Major Hange volvió a reírse escandalosamente, esta vez acompañada de la risa contenida del chico. La imagen de Levi Heichou acurrucado en la silla de su despacho, con todo lo pequeño que era le hizo sonreír; le inspiró una especie de ternura que no se habría esperado nunca. Apartó el pensamiento cuando notó que se le calentaban las mejillas. Terminó el desayuno en silencio, esta vez sí, escuchando a Hange con toda su atención para prepararse para el primer experimento que iban a realizar.