Capítulo 3: Del mito al héroe.

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Advertencia al lector: Este capítulo tiene escenas de violencia muy explícita.

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Unos pasos se acercaron por el pasillo levemente iluminado, habían pasado varios días desde la visita del Capitán Levi y el Comandante Erwin; todavía resonaban en su memoria las palabras del comandante justo antes de irse para no volver: "ten un poco más de paciencia, nosotros trataremos de convencerles". Eren había permanecido allí esposado y solo durante ese tiempo, no tenía ni idea de si sus amigos estaban bien o de que decisiones se estaban tomando en el mundo exterior respecto a su futuro. Era curioso, le daba miedo morir; por el contrario cuando aquel titán se lo tragó en lugar de a Armin estaba en paz con el hecho de desaparecer del mundo, porque con ello había contribuido a salvar una vida y dejar que Armin siguiera ideando formas de acabar con ellos en un futuro. Pero en la tesitura en la que se encontraba, en la que la mayoría de personas lo miraban como un monstruo; y ni siquiera él sabía si lo era; era curioso como la única persona que no lo había mirado con recelo o con miedo al conocer la naturaleza cambiante de su cuerpo también había sido la misma que había jurado no tener ningún problema en acabar con su vida. Claramente, el Capitán Levi no parecía ser el tipo de persona que bromea. No sabía cómo enfrentarse a aquella situación, pero en algún retorcido sentido el hecho de que lo tratara como a una persona en vez de como una bestia (aunque fuera de una manera bastante violenta, tensa y maleducada) lo reconfortó un poco. Los pasos se hicieron más cercanos y sin esperarlo una cara redonda se coló entre los barrotes bajo el brillo de unas pequeñas gafas; una sonrisa entre siniestra y amable se dirigió al chico.

- ¿Así que tú eres Eren?- Armin le había hablado de aquella misteriosa e histriónica mujer, Hange Buntaichou. La mejor científica de todo el cuerpo de Exploración.- ¿Estás bien?¿Hueles mal? Perdona que te hayamos hecho esperar tanto. Por fin, ya puedes salir de este agujero... aunque tendrás que llevar puesto esto...

Entre las manos de la mujer, que se colaron entre los barrotes Eren pudo ver un par de esposas reforzadas, pareció aliviado con el hecho de poder salir aunque la verdad es que tenía serias dudas sobre la recuperación de su libertad. No creía precisamente que lo iban a dejar libre para continuar con su vida sin más. La Major Hange colocó los grilletes alrededor de sus muñecas, y mientras caminaban le presentó al Major Mike que también formaba parte del Escuadrón de Levi; Mike lo olfateó y sonrió como hacía con todo el mundo. Unos segundos después Eren se encontraba desubicado, arrodillado en medio de una sala de tribunal y atado a un poste como una alimaña. En aquel juicio marcial había una enorme cantidad de personas; pudo observar alguna cara conocida como sus amigos, o los dos hombres con los que había hablado desde su celda unos cuantos días atrás. Estaba realmente desorientado, aunque para nada asustado, no tenía miedo al tribunal, le tenía pavor a la consecuencia de su decisión; lo cual era lógico, o eso pensaba él para tratar de mantener la cordura. Se sucedieron las intervenciones de ambas partes; el Cuerpo de Exploración representado por el Comandante Erwin a favor de aceptarlo en sus filas; y en el lado contrario la Policía Militar con el apoyo de comerciantes y la Iglesia del Muro para ejecutarle. Las últimas palabras de Hange Buntaichou retumbaban de un lado a otro en sus pensamientos "No tenemos otra opción, que confiar ciegamente en ti, Eren". Había algo en el aspecto alocado y maternal de aquella mujer que de algún modo lo calmó durante unos segundos cuando al entrar a la sala vio el enorme mural que representaba una encarnizada batalla entre varios humanos. Tras la exposición de defensa y acusación durante el Consejo de Guerra se produjo una algarabía continua; todo el mundo discutía y los comerciantes comenzaban a pedir el cierre de fronteras y el abandono de la población más desfavorecida fuera de los muros como pasto para los titanes usándolos como cebo y defensa humana.

- ¡Si fortificamos esas zonas no podrán volver a atacarnos de nuevo!- La voz de uno de los representantes del gremio de comerciantes se hizo más fuerte que la del resto.-

El verdadero corazón de la libertad (SNK fanfiction - Riren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora