El rumor de pasos removiendo la hierba tratando de no ser detectados inundó los oídos de Levi Heichou que miraba al vacío oscuro de la noche nublada con todo su cuerpo en tensión. Pasó su rodilla derecha sobre la espalda y el brazo del hombre tumbado bajo él, para inmovilizarle con el propio peso de su cuerpo ahorrando fuerzas por si tenía que presentar batalla con la llegada de los Cuerpos de la Policía Militar que parecían estar rodeándoles. Puede que el Capitán Matheus, que ahora respiraba con dificultades bajo su agarre tuviera razón, estaban de mierda hasta el cuello; pero si era capaz de darle tiempo a los reclutas para escapar estaría más que satisfecho. Además, sabía a ciencia cierta que había una larga lista de oficiales de su rango o superiores que harían cola para poder golpear, esposar y colgar al soldado más fuerte de la humanidad que les había recordado una y mil veces lo asquerosamente burgueses e inútiles que resultaban sus servicios para el conjunto general de la ciudadanía. Pero era el precio a pagar por hablar claro y no favorecer con bellas y falsas alabanzas a las clases más altas de aquella sociedad injusta y casi primitiva en la que había crecido.
Entre el denso follaje, aparecieron dos figuras encapuchadas portando un rifle cada una; pero contra todo lo esperado, no estaban apuntando a los exploradores escondidos en el bosque. Más concretamente, parecía que los portaban de manera defensiva como si estuvieran tratando de evitar el fuego cruzado; y aquello extrañó un poco al capitán. La luz de los extraños se acercó más y más a ellos, que habían apagado los candiles hacía unos segundos; el brillo inconfundible de unos cristales cuadrados sobre el rostro redondo de la mujer cubierto por la capucha le hizo sonreír levemente. La Major Hange se quitó la capucha, siguiendo el gesto lento y cuidadoso del Suboficial Mobblit y ambos se quedaron parados; bajando las escopetas que portaban en sus manos. La voz seria y firme del capitán ordenó a los soldados salir de sus escondites al comprobar que no había ningún peligro inminente.
- ¡Kirstein, Browse! Vigilad de cerca a nuestro invitado de honor, y atadlo al árbol; no escatiméis con la cuerda.— dijo acercándose a Hange que apretó la figura menuda y sorprendida del joven capitán entre sus brazos.—
- ¿Pero qué narices haces, chiflada?— Le espetó él apartándola sin mucha delicadeza mientras Mobblit contenía una risa feliz mordiéndose el labio inferior.—
- Traer las mejores noticias que has escuchado en tu miserable vida, Levi.— contestó ella mientras le tendía una impresión del periódico de última hora que se había publicado de urgencia en la ciudad de Stohess mientras el escuadrón estaba escondido en aquel bosque.— Ya podías sonreír un poquito o algo, que acabamos de salvaros el culo a todos.—
Levi Heichou arrancó el papel de entre las manos de Hange de mal humor, y gruñó algo entre dientes mientras se sentaba con él en un tocón, más cerca del farolillo que Armin Arlet acababa de encender. Leyó en silencio las páginas ante la expectación constante de sus subordinados, que lo rodearon en silencio tratando de leer el contenido del periódico por encima de los hombros de su capitán. Más que el batallón de soldados más valiosos del Cuerpo de Exploración, parecían ahora un grupo de críos rodeando a uno de ellos que había atrapado alguna mariposa y se la enseñaba al resto con recelo.
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El verdadero corazón de la libertad (SNK fanfiction - Riren)
عاطفية"¡Y volvería a hacerlo por qué no pienso perder a nadie más bajo mi mando! !Y por encima de mi puto cadáver pienso perderte a tí, estúpido novato ególatra!" La libertad tiene un precio y un nombre, pero sobre todo tiene un corazón. . . . . . . . . ...