Capítulo XXXV - una dulce agonía

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Estaba en shock en ese momento por lo leído acaso yo podría tener ese efecto sobre las personas mas cercanas? Cuales serían sus poderes? Me odiaría por dárselos? Se convertirían en un objetivo por mi culpa?

Demasiadas preguntas en mi mente las cuales me mareaban y amenaban a partes iguales, al salir de aquel edificio la luz me cego los focos en los escenarios diegan a los artistas, solo que yo no me había acostumbrado aún.

Sin más sigo caminando por mitad de la calle mi mente esta barajando tantas posibilidades que mi cuerpo se mueve solo, manipulado por algo más primitivo que el ser humano... Sus instintos.

Coches pitan para que yo me aparte, por suerte para todos ellos no salen e intentan pegarme o algo derivado.

Sin más empiezo a tararear una lenta y suave melodia la cual me relajaba y me sumerge más en mis pensameintos....

Mi mente viajaba más alla de mi cuerpo devido al sueño que sentía el cual poco a poco fue desapareciendo mientras cada vez más y más yo me sumergo más en mis sueños sin poder evitarlo.

Al cabo de un rato ya me encontraba algo mejor y tenía ganas de hacer algo... Aunque sin Horario no me apetece ni trabajar.

Camino sin un destino fijo mientras me fijo en cada mínimo detalle de la ciudad intentando imaginar los sucesos que han ocurrido en cada esquina, bache, semaforo...

La idea me abruma y no entiendo por qué le tomo tanta relevancia a estas cosas.

Cada paso que daba era más pesado que el anterior, el caminar sin un rumbo aparente no era del todo lo mío, no saber que encontrarás es divertido pero el hecho de esperar a que ocurrirá me aburre y para mí suerte al poco tiempo mi móvil empezó a vibrar llamando mi atención, con altas ilusiones puestas el el sujeto que me llamaba lo saque de mi bolsillo y empecé la llamada esperando a que la otra persona se identificase.

A que por fin respondes, 4 días llamando, me vale verga lo que estuvieras haciendo ven a esta ubicación es urgente - sin más colgó, la llamada fue breve eso sin duda y como era evidente después me envió una ubicación y aun algo confuso por la situación me pongo en marcha, estaba a dos kilómetros y no tenía vehículo y hice lo que haría cualquier persona en esta ciudad, le robe el coche a un sin mente.

Y sin más me dirigi a la ubicación marcada con anterioridad la verdad es que esto le entretenía y más el imaginarse para que lo querían.

Al llegar estaba la mafia al completo con las mascaras esperandome, estábamos en la presa un lugar extraño cuanto menos para quedar.

Mientras miraba mi alrededor recuerdos me inundaba pensando el todas aquellas cosas que hicimos aquí, todas aquellas ilegales, éramos definitivamente felices y ahora no lo tengo muy claro.

Y viene sin máscara, bueno da igual, tenemos un encargo para ti - nadando parecía algo enfadado, se le notaba en el tono de voz, y en su fría mirada la cual a mi parecer era bastante provocativa.

Sin poder evitarlo empecé a inhalar con más fuerza el ambiente para captar sus aromas y en especial es suyo y sin darme cuenta en mi mente ya se había generado una imagen mental de él sin ropa acercándose dominante a mi, con su mirada hambrienta que me desnudaba y eso me excitaba.

Algo más que quieras saber del encargo? - las últimas palabras resonaron en mi mente haciéndome volver al mundo real y le pedí que repitiese cosa que a él no le pareció gustar mucho -pff...en resumen tienes que matar a un tío, hazlo como quieras pero el asesinato no debe involucrarnos ni crear ninguna sospecha entendiste? - yo me limite a asentir mientras me colocaba en una pose un poco más dominante para reprimir mis hormonas de omega las cuales me gritaban por culpa de armando.

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