☆꧁༒☬𝒰𝒩 𝒫𝒪𝒟𝐸𝑅 𝐹𝒰𝐸𝑅𝒜 𝒟𝐸 𝒞𝒪𝒩𝒯𝑅𝒪𝐿(𝑜𝓂𝑒𝑔𝒶𝓋𝑒𝓇𝓈)☬༒꧂☆

Capítulo XX - El es mío y sólo mío

Horacio se posicionó encima mía mientras me miraba directamente a los ojos con esos penetrantes ojos marrones. - y bien... Que has compensado?

Y yo había arruinado el momento... - anda vamos a comisaría - sin más rote las posiciones quedando yo encima, solo para darle un suave beso antes de levantarme, subirme los boxers y los pantalones mientras esperaba a que reaccionará

A qué vamos a comisaría...?? - era una monada y lo quería mucho pero a veces parecía tonto...

A trabajar o es que se te olvida que somos policías? - el sin más reaccionó poniendose en pie y siguiendome hasta fuera de mi casa.

Conduce tu anda que me da pereza - sin más le lanze mis llaves para que las cogiese, el cual las cogió en el aire y sin demorarse ni un segundo se subió al coche y lo arrancó.

Antes de nada ponte la máscara - le dije mientras sacaba la mía de la guantera y me la ponía.

Si claro, dame un segundo - el empezó a buscar por todos sus bolsillos hasta encontrarla y ponersela.

Dale... - y el simplemente presionó el acelerador, mientras tanto yo me ponía mis cascos por debajo de la máscara para tener de fondo mi música.

Al ingresar en comisaría uno pegado al otro una figura trajeada resaltaba sobre las demás, una cabeza inusualmente pequeña, con una melena cris peinada perfectamente hacia atrás, el cual desprendía un carácteristico aroma a vodka del caro. Ante esta figura Horacio se abalanzo sobre ella para darle un abrazo.

Hola Volkov! - dijo extremadamente afectivo Horacio, la imagen de ellos dos generaba en mi un dolor punzante en las costillas seguida de una oleada de sensaciónes no muy alegres.

Que tal Dan - decía el ruso con su acento el cual me empezó a irritar sin razón aparente.

Yo me contenida para no acercarme y empezar una discusión o algo peor.

Fred vente anda - y una vez más ya la había cargado, pero me limite a acercarme a esos dos.

El ruso me miró con desprecio, evidentemente no le caía bien, al menos teníamos algo en común.

El se separó de Horacio para poder hablar - y que tal Dan? - no me gustaba ni un pelo que se preocupase de él de esa forma.

Bien gracias... Y tu que tal estás? - decía inocentemente sin darse cuenta de lo que pasaba en realidad.

Pues está de puta madre, anda vámonos - dije mientras agarraba a MI omega para llevármelo lejos de él pero el ruso me agarró a mi de la muñeca, como respuesta me gire muy cabreado, mi lado de alfa estaba muy agresivo.

El no es tuyo, el ira si quiere - el ruso empezaba a agotar mi limitada paciencia.

Pues resulta que si que es MI OMEGA... - el miro detenidamente el cuello de Horacio para ver qué tenía una evidente marca de mis colmillos en su cuello.

Has dejado que te márcase!? - gritaba enfadado el ruso a mi omega haciéndo rabiar a mi lado alfa.

*No le hables así a mi omega* - mi voz de alfa se hizo escuchar sola por toda la comisaría, la sangre me hervía, nuestros dos aromas competían para ver quien ganaba, provocando una gran incomodidad en toda la comisaría.

O venga ya pero si ni eres un alfa de verdad - con ese comentario el ruso había hacabado con mi paciencia.

Empecé a sentir aquella ira que empezaba a volver a quemarme por dentro, aquel dolor, mi visión se volvió blanquecina indicándome que mis ojos de encontraban totalmente blancos.

Fred no- dijo Horacio viendo lo que se venía.

Que vas a hacer usar tus poderes? - decía el ruso muy enfadado, el ambiente se rellenaba con mi aroma el cual eclipsada a todos los demás, cuando un poder estaba en el otro lo acompañaba.

Efectivamente - sin más el ruso y todo lo cercano a él menos Horacio salió disparado contra la pared, el ruso era el único que se mantenia congelado contra la pared.

Fred basta ya - suplicaba Horacio entre lágrimas, su máscara se teñia más oscura por la zona de los ojos debido a las lágrimas y su cuerpo temblaba como reacción a sus llantos.

*Callate y aparta* - el solo pudo obedecer, mi voz era más fuerte que su propia voluntad.

La comisaría estaba vacía exceptuando un par de policías que miraban atónitos la escena.

Yo me fui acercando al ruso el cual aún forcejeaba por liberarse según me acercaba todo lo que me rodeaba empezaba a elevarse del suelo como si la habitación perdiese toda fuerza gravitacional que ejercía la tierra sobre los objetos que en ella se encontraban.

No te vuelvas a acercar a mi omega - decía entre dientes mientras a su vez apretaba más al ruso contra la pered sin siquiera saber que lo hacía.

Tu no me das órdenes - ante su comentario todos los objetos cayeron con velocidad al suelo haciendo que todos se destrullensen por el impacto.

He dicho que no te vuelvas a acercar a él! - grite enojado sin darme cuenta de que teníamos público.

Antes de que pudiese responder el ruso un punzante dolor en mi cabeza me hizo retroceder.

Joder dios como duele - sin más caí de rodillas en el suelo decido al dolor que mi propio poder causaba en mi.

Sin poder evitarlo empecé a hacer que todos los objetos a mi alrededor empezarán a elevarse, en la calle todos los coches que pasaban a menos de 200 metros empezaron a elevarse, no podía más era insoportable, el dolor, las ganas de matar, no podía más.

Cuando Horacio tocó mi hombro todo se silencio en mi cabeza...solo para que unos segundos después el dolor volviese más fuerte y una especie de onda de energía se espandiese provocando que todo lo cercano a mi saliese volando mientras yo gritaba de dolor.

Lágrimas salían de mis ojos devido al punzante dolor que sentía al contener tanta energía en mi, la cual pedía salir a gritos.

~Destruyelos a todos... Pogo quiere destrucción, pogo siente dolor por tu culpa...~ - el dolor me mataba, mientras los objetos parecían tener vida propia y cada vez sentía como perdida más y más el control hasta el punto de hacer que la comisaría empezase a temblar