Capítulo 14

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Maratón 2/2

El festival del bambú era sin dudas la atracción más llamativa de Damyang.

Muchos turistas e incluso coreanos de otras ciudades viajaban cada año para asistir a la que sin duda alguna constituía la mayor celebración de la región.

Sehun había venido un par de veces en el pasado con Irene, pero estuvo seguro cuando vio la expresión fascinada y asombrada de Luhan que era su primera vez aquí.

-Woah, hyung... Esto es increíble- sus ojos brillaban por las luces de los coloridos faroles que adornaban la plaza y su expresión de felicidad no hacía más que entregarle más vida a este lugar.

Habían muchas personas, una mar de ellas, por lo que Sehun se vio en la obligación de tomar la mano de Luhan.

Este lo miró entre sorprendido y avergonzado.

-Para no perdernos- explicó la verdad, aunque su cuerpo vibraba solo por el inocente contacto de sus manos.

Es que, ¿cómo es posible que sus manos encajaran tan a la perfección? Es decir... la mano de Sehun más grande, cubriendo la pequeña y frágil manita de Luhan.

Ellos no entrelazaron sus dedos porque eso hubiera sido demasiado, en cambio apretaron sus manos juntas con extraña familiaridad y compartieron una sonrisa.

Sehun guió a Luhan a través de la multitud y pronto llegaron a un camino donde habían infinidad de faroles acomodados en forma de arco sobre este, simulando el techo y haciendo que pareciera un túnel.

Luhan no dejaba de pronunciar sonidos de sorpresa y satisfacción, y de no ser porque Sehun lo estaba guiando y sosteniendo se hubiera tropezado con todos los ciudadanos presentes, ya que el menor no estaba prestando atención al camino, sino a sus alrededores.

Con unos pasos más llegaron al centro del festival, donde habían muchas carpas con vendedores de todo tipo de cosas.

Luhan tiró de su mano hasta una pequeña tienda de artesanía, donde la señora tras el improvisado mostrador presumía de una incontable cantidad de piezas artísticas realizadas maravillosamente con el bambú.

Era increíble, sorprendente, genial.

Luhan miraba los objetos variados en tamaños, formas y colores y en su mente deseaba poder traer una maleta y llevarse todo a casa.

Había tanto instrumentos de cocina como figuras decorativas.

A Luhan le llamó la atención un pequeño tren y una casa mediana, pero lo que captó su vista al instante fue un casi minúsculo jarrón de porcelana que dentro lucía dos pequeñitos bambúes, los cuales estaban sorprendentemente jorobados hasta conseguir la forma de dos corazones.

Era hermoso, y él lo quería.

Sehun no pasó por alto el deseo del menor por aquella figurita artística y pensó que quizás en un momento de despiste del contrario él podía comprarlo y dárselo más tarde.

-¿Quieres algo?- le preguntó a Luhan, quien negó apenado y caminó hasta la siguiente carpa.

Aprovechando el momento Sehun se inclinó a la vendedora.

-¿Puede guardarme esta pieza? En unos minutos regreso a buscarla- aseguró mirando constantemente hacia Luhan para no perderlo.

La señora sonrió y tomó la pieza que Luhan deseaba, sacándola del mostrador y colocándola en algún lugar fuera de la vista de Sehun.

-Ya está guardada, te espero, hijo- dijo con mucha amabilidad y Sehun sonrió verdaderamente agradecido.

-¡Hyung!- Luhan gritó a lo lejos, esperándolo, y Sehun con una última frase hacia la señora indicando que regresaría pronto se marchó en busca de Luhan.

Luhan next door -HunHan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora