Yifan había salido tarde del hospital, por ello y porque realmente no tenía nada importante que hacer en casa, decidió ir a una cafetería merendar algo o quizás cenar.
Había pasado menos de una semana desde que regresó a Seúl tras dejar a Luhan y le sorprendía lo difícil que era adaptarse a la soledad.
Antes de Luhan, Yifan se mudó a Corea muy joven para estudiar medicina, tuvo novios, amigos, pero por lo general era una persona solitaria.
A decir verdad, estar solo era algo bueno para una persona como él que sabía aprovechar de la soledad al máximo.
Ver una película en días lluvioso, dedicarse a experimentar en la cocina o incluso jugar videojuegos era algo común para él, y estaba seguro de que no dependía de nadie para sentirse más o menos feliz.
A fin de cuentas, él había dejado la casa de su madre para mudarse a otro país, algo que jamás creyó hacer porque si algo tenía siempre en su cabeza es que jamás podría estar lejos de aquella persona que lo trajo al mundo.
Pero él se había demostrado a sí mismo que no dependía de nadie, ni siquiera de su madre.
Yifan vivió orgulloso de ello por años hasta que conoció a Luhan.
Probablemente él nunca fue independiente, pero lo más seguro era que Luhan había roto sus creencias, demostrándole que sí podía volverse dependiente de una persona.
Y Yifan lo sentía con todo su ser ahora.
Pensando de forma egoísta, su mente le decía que dejar a Luhan había sido un grandísimo error.
Luhan era quien de alguna forma le había dado luz a su vida, siempre tan inocente, tan agradable y bondadoso, cariñoso, solidario y... simplemente perfecto...
Pero su corazón no podía permitir que la persona que él amaba viviera a su lado pensando en otra.
No... y ahora entendía eso de "si eres feliz, yo también lo soy" porque él solo se sentiría feliz cuando Luhan estuviera bien y a gusto, cuando Luhan sonriera de pura alegría, cuando Luhan se sintiera completo...
Terminando de comer y pagando la cuenta, Yifan se puso en pie y tomando su maletín se encaminó hacia la salida del lugar.
Seúl era especialmente bonito de noche por lo que no le molestó dirigirse a pie hasta su departamento para disfrutar de la vista.
Pasando junto a un pequeño parque de camino a su departamento sintió el sonido de un llanto y rápidamente giró en aquella dirección.
Dirigiéndose hacia el chico de rubios cabellos que cubría sus ojos mientras lloraba, Yifan se aclaró la garganta antes de decir:
-Eh, disculpa... ¿Estás bien?... ¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó con precaución, observando al chico negar mientras se secaba las lágrimas aún con la cabeza hacia abajo.
-No lo creo, pero igual--- el chico levantó la cabeza y ambos se quedaron impactados. -¿Oh? ¿Ge?-
Yifan no podía creerlo, esto tenía que ser una broma.
Justo ahora, diez años después de su despedida se venía a encontrar con Hwang ZiTao, su primer amor.
-¿Taozi?- el chico abrió los ojos analizándolo mientras se ponía de pie.
Joder, Tao había cambiado tanto.
Ya no era el chico enanito de cuando tenía catorce años, que va, era casi tan alto como él.
Su cuerpo, Dios... Qué maravilla...
-T-Tao... ¿Cuánto tiempo?- dijo Yifan, sorprendido y sintiendo que su corazón latía fuertemente en su pecho por los sentimientos encontrados.
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Luhan next door -HunHan-
FanficOh Sehun no sabe cómo vivir su vida con dos hijos relativamente pequeños y sin el gran amor de su vida. Es por eso que se muda al pequeño pueblo de Damyang para cumplir una promesa que hizo y criar a sus hijos en el ambiente más adecuado. Así, destr...