Capítulo 18

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-¿Qué sucede, Yifan?- dos semanas y aún Sehun no se acostumbraba a la presencia de su ayudante en la clínica.

-Es algo complicado de decir, hyung- en todo caso Yifan se veía preocupado. -Me temo que Luhan puede estar enfermo, me preguntaba si podías revisarlo- al instante la preocupación dentro de Sehun hizo "click" y miró a su menor con sumo interés.

-¿Enfermo? ¿Qué síntomas tiene?- preguntó.

-Él se ha quejado de estar muy cansado, todo el tiempo más bien, incluso cuando vamos a... - se quedó en silencio, repentinamente sonrojado.

Sehun frunció el ceño.

-¿Tener sexo?- la idea le desagradaba pero según entendía era una buena señal.

Yifan asintió.

-Desde que regresé de China Luhan ha estado rarísimo, me mira diferente y permanece reacio a todo lo que hago. Cuando lo toco, no se ve motivado- se explicó. -¿Le sucedió algo a Luhan mientras estuve fuera?-

Sehun puso todo de su parte para permanecer neutral y a su vez natural. Negó como si no supiera lo que le estaba sucediendo a Luhan.

-Pero de todos modos tráelo para revisarlo, hay que salir de dudas- dijo Sehun mientras Yifan asentía y se ponía de pie.

-Gracias, hyung. Hoy al mediodía cuando Luhan venga a traer mi almuerzo le diré que pase a verte- aseguró yendo en dirección a la puerta y abriéndola cuando llegó a ella.

-Claro Yifan, lo espero- y el menor se marchó.

Sehun golpeó rítmicamente la punta de su bolígrafo contra la superficie de madera de la mesa.

Así que Luhan no se había acostado con Yifan en estas dos semanas.

Eso era bueno, demasiado bueno.

Significaba mucho que Luhan no hubiera podido intimar con su novio.

Sehun suspiró y miró en dirección al reloj que colocó hace dos semanas en su mesa, el cual había sido puesto para cubrir el espacio de algo más, el objeto que quitó de su mesa porque ya no consideraba correcto tenerlo ahí.

El retrato de Irene y él con sus hijos.

-Flashback-

Sehun caminó lentamente, disfrutando del aire puro en preparación a la dura conversación que tendría en unos minutos.

Había decidido que la única forma de sentirse menos culpable era hablar directamente con ella, abrirse y ser completamente sincero.

Solo así lograría dar un paso adelante y superar sus inseguridades y la culpa que lo carcomía.

Llegó a su destino en menos de media hora y se detuvo frente a ella.

Tomó el ramo de rosas blancas y lo colocó sobre aquella lápida, la cual tenía grabado el nombre de Oh Irene junto a la fecha de su muerte.

Sehun tomó una temblorosa respiración antes de sentarse en el césped justo al lado de la tumba de su mujer.

-Hola Irene... - dijo luego de decidir cómo comenzar esta difícil conversación. -Ha sido un tiempo desde la última vez que te visité- continuó y se quedó en silencio por unos instantes.

Admiró el paisaje al aire libre, las demás tumbas a lo lejos y una señora que lloraba sobre una lápida a unos cuantos metros de él.

Luhan next door -HunHan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora