Luhan next door -HunHan-

Kaisoo ¿❤️ o 💔?

Narra el Kyunzù :v

Habían pasado solo nueve días desde mi conversación con JongIn y, para ser sincero, me sentía un poco decepcionado porque desde entonces no lo había vuelto a ver.

Supongo que aceptó mis palabras y regresó a Corea, pero... que hubiera abandonado tan fácil, no sé... me hacía sentir mal.

Yo... sería una tontería decir que no lo amo más, la verdad.

Las interminables lágrimas que bañaron mi rostro y el intenso dolor en el pecho aquel día que se marchó de mi casa furioso y herido eran una prueba de ello.

Creí que pasaría, que era normal sentirme así porque a fin de cuentas, siempre pensé que JongIn era el amor de mi vida, por ello, pensé que una vez que se acabaran las lágrimas volvería a pensar igual que antes, pero entonces llegó ese mensaje de Sehun.

No me había dejado de sentir traicionado, tampoco estaba seguro de creerlo del todo, pero una parte de mí se aliviaba del hecho de saber que JongIn no había llegado hasta el final con aquella doctora.

En verdad, quería creerle, perdonarlo completamente y pedirle que regresara, pero... ¿qué clase de persona sería si hiciera eso?

Necesitaba darme a respetar, seguir adelante sin él y superarlo.

Pero mi corazón... ¡Diablos! Mi corazón no quería nada de eso.

En el exterior era alguien fuerte, un chico capaz de vivir sin alguien a su lado para ser feliz, un Kyungsoo que salía adelante por su hijo, sin sufrimientos ni dolores.

Pero era solo el cascarón.

El Kyungsoo de adentro seguía siendo igual de sensible y blandito, ese que necesitaba a JongIn para respirar, aquel que deseaba perdonar al hombre que amaba para ser feliz y sobretodo, darle la oportunidad a su hijo de crecer con sus dos padres.

Otra vez estaba llorando y esto no era justo.

JongIn me había abandonado de nuevo y yo había vuelto a sentirme destruído.

Aunque siempre estaba esa vocecita en mi cabeza que me recordaba lo duro que había sido con él hace unos días cuando vino a disculparse.

Literalmente, si JongIn había regresado a Corea era por mi culpa, pero... simplemente sufrí de esa reacción en ese momento.

Atacándolo con crudas palabras para que su dolor opacara al mío, como si ver a JongIn sufrir me hiciera más fuerte.

Tomé mi teléfono celular pero nuevamente no marqué el número.

Había estado apagado desde ayer cuando llamé para contarle el sexo de nuestro bebé.

Ya hasta había imaginado su euforia cuando supiera que era un niño.

Me dejé caer en el sofá de mi casa en el momento justo que mi teléfono empezó a sonar.

El número desconocido me extrañó, pero aún así me aclaré la garganta y contesté.

-¿Sí, buenas noches?-

-Hola, disculpa llamar a estas horas pero hay un chico aquí en el bar donde trabajo, ha bebido demasiado pero no tiene identificación alguna, solo un papel en el bolsillo de la chaqueta con su número de teléfono- explicó un chico a través de la línea y mis ojos se abrieron.

JongIn.

-Sí, sí... Es... un conocido mío- respondí poniéndome de pie y comenzando a buscar mi billetera por toda la sala. -¿Puede enviarme la dirección? Estaré ahí lo más pronto posible-