Capítulo 12

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No había forma en que Luhan hubiera dado a luz a Taeyeong y no le hubiera quedado ni siquiera una marca.

Ningún cirujano era tan bueno como para no dejar una cicatriz al operar, ni siquiera él que siempre trataba de evitar que luego quedaran feas marcas luego de las operaciones.

Entonces, definitivamente Taeyeong no era hijo de Luhan. Pero... ¿de quién era Taeyeong?

Permaneció por tanto tiempo sumido en sus pensamientos que se sobresaltó grandemente cuando escuchó un quejido a sus espaldas.

-Hyung... - la voz ronca de Luhan le hizo notar que el chico había despertado y al girarse pudo comprobarlo.

Se esforzó todo lo que pudo por no acusar a Luhan en este momento y exigirle una respuesta a toda esta mentira, porque ante todo, Luhan estaba enfermo y merecía ser cuidado.

Además de que no podía juzgarle sin escuchar su historia, sin conocer los motivos que lo llevaron a mentir de esa forma.

-Hola... - saludó Sehun tomando asiento en el borde del colchón y palpando la frente del menor. -La fiebre ha bajado, ¿cómo te sientes?- preguntó mirando a Luhan, quien se incorporó en la cama hasta quedar sentado. Se frotó el rostro levemente con la palma de su mano derecha antes de sonreír.

-Me siento mucho mejor, hyung... Todo gracias a tí- hubo unos segundos de silencio en los que sus miradas permanecieron fijas en los ojos contrarios, hasta que Sehun apartó la mirada.

-Me alegra mucho saberlo- sonrió también poniéndose de pie y regresando la vista al menor, que lucía confundido por la actitud de Sehun. -Creo que es mejor que comas algo, llevas mucho tiempo durmiendo y necesitas alimentarte para recuperar fuerzas- opinó el mayor y Luhan no pudo negarse.

Intentó ponerse en pie, logrando tambalearse un poco ante el aún presente cansancio físico pero Sehun se apresuró en sostenerlo y agarrándolo firmemente por uno de los brazos rodeó su estrecha cintura con el otro y lo ayudó a salir de la habitación, a bajar las escaleras con sumo cuidado y luego a caminar hasta la cocina.

Una vez ahí, Sehun dejó a Luhan sentado a la mesa y se dispuso a marcharse para preparar algo saludable y rico en proteínas que subiera los ánimos del menor y le hiciera sentir más enérgico, pero realmente, realmente... no creyó ser tan estúpido.

Ambos permanecían congelados en sus respectivos sitios. Luhan sentado en la silla de madera y Sehun a unos excasos metros de él. Los dos miraban el mismo objeto que permanecía sobre la superficie de la mesa.

-¿D-Dón-Dónde cons-conseguiste e-esto?- todo sonido que dejó salir Luhan de sus hermosos labios fue con un temblor impresionante.

Como el mismo temblor que antecede a un gran sismo. Y Sehun estaba seguro de que esto se convertiría en un gran problema.

Debía haber quitado el maldito expediente de Luhan de la mesa antes de pedirle al menor que bajara a comer algo, se suponía que no debía enfrentar a Luhan mientras este estaba débil aún luchando contra la anterior fiebre.

-Pasé por la clínica y decidí tomarlo de la consulta de Yifan para asegurarme que tus síntomas se debían solo a un simple resfriado y no porque padecieras de alguna enfermedad- se expicó con la verdad, mirando con detenimiento la reacción de Luhan.

El menor lo observó con los ojos ampliamente abiertos, revelando en ellos un intenso temor a que descubrieran su secreto.

-¿L-Lo leíste?- se apresuró en preguntar, su voz sonando un poco más alta de lo normal por su evidente nerviosismo.

Sehun se planteó si debía mentirle a Luhan y decirle que no había leído el expediente o decirle la verdad y enfrentar el asunto de una vez por todas.

Luhan next door -HunHan-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora