Narra Kim JongIn, el perseguidor de su ex de tres meses y medio de embarazo :v
Mi cuerpo completo había comenzado a sudar frío producto de los nervios, mi boca estaba seca y mis manos temblaban.
A pesar de que mi corazón latía tan fuerte como para preocuparme de un posible infarto, no di vuelta atrás y con golpes suaves pero decididos llamé a la puerta frente a mí.
Todo mi cuerpo vibraba y en mi interior solo había una palabra: Huye.
Era irónico, mi corazón y la razón peleaban por tomar el control porque la razón me gritaba que escapara, que Kyungsoo no me perdonaría, que no sería bien recibido.
Pero mi corazón... ese aún albergaba una esperanza, por más pequeña que fuera, de que el chico que amo me perdonara y regresara a mi lado.
Ansioso y asustado, obedecí a mi corazón como debí haber hecho aquel día en el consultorio de la doctora Jung antes de haberme rendido a mis bajos instintos y haber besado a aquella joven.
Llamé nuevamente a la puerta, temiendo repentinamente que mi amor no estuviera en casa, pero entonces la puerta se abrió y pude chocar directamente con su mirada.
Kyungsoo estaba sorprendido, asustado y a la defensiva completamente, se encogió un poco mientras intentaba cerrar la puerta, pero no lo iba a permitir.
Coloqué mi pierna e hice fuerza sobre la superficie de madera con mis manos, impidiendo que cerrara la puerta por completo.
-Por favor... solo he venido a hablar- imploré, mirándolo con evidente tristeza.
Había un brillo en sus ojos y su pecho subía y bajaba rápidamente demostrando lo agitado que se encontraba por los nervios.
-No tenemos nada que hablar- susurró suavemente, con debilidad, intentando cerrar la puerta de nuevo, pero una vez más se lo impedí. Mirándolo con insistencia.
-Por favor, Soo... Solo escucha lo que tengo que decir, luego aceptaré tu decisión sea cual sea- él pareció pensarlo por unos instantes.
Momento que aproveché para bajar mi vista a su abultado vientre.
Era tan adorable y hermoso... Quería tocarlo, pero estaba seguro de que Kyungsoo solo se asustaría y me echaría sin darme oportunidad a expresar mis sentimientos.
Levanté la vista y entonces pude ver su mirada fija en mis ojos, por ello supuse que había tomado una decisión.
-Que sea rápido entonces... Debo salir en un rato- mi corazón dolió por su indeferencia y unas ganas intensas de preguntarle a dónde se dirigía y con quién me asaltaron, pero me contuve, porque al menos por ahora no tenía derecho a exigirle algo así.
Por otro lado, la llama de la esperanza se avivó en mi interior, porque aunque Kyungsoo probablemente me odiara me había dado una oportunidad de expresarme, de disculparme y de arreglar las cosas.
Con una sonrisa disimulada caminé tras él, sentándome en el pequeño sofá de color azul que indicó al llegar a la sala de estar.
El lugar era pequeño pero perfecto para Kyungsoo y mi corazón se oprimió al pensar en mi chico en completa soledad durante todo este tiempo.
Él tomó asiento en un sillón frente a mí y me observó con falsa tranquilidad en su hermoso rostro.
-¿A qué has venido, JongIn?- preguntó seriamente.
Tomé una respiración y me dispuse a decir la más pura verdad.
-A pedirte perdón... A decirte lo mal que me encuentro... A pedirte que vuelvas a Corea, a casa... conmigo- Kyungsoo alzó una ceja fingiendo sorpresa.
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Luhan next door -HunHan-
FanfictionOh Sehun no sabe cómo vivir su vida con dos hijos relativamente pequeños y sin el gran amor de su vida. Es por eso que se muda al pequeño pueblo de Damyang para cumplir una promesa que hizo y criar a sus hijos en el ambiente más adecuado. Así, destr...