Sirena

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- vamos que ya vamos tarde - grito una de las alumnas de Hufflepuff apurando a su amiga.

- Espérate... Todavía faltan 30 minutos - Corría la castaña detrás de su amiga peliroja la cual estaba tan apurada por llegar.

Observe a las dos menores correr hacia el salón donde se iba a realizar aquella otra de teatro.

- Señorita Lupin ¿Que hace aquí?, No debería estar alistándose para la gran obra - la voz de la profesora Mcgonagall me hizo tener un escalofrío, al momento de verla tenía su semblante serio como siempre.

- Vi-vine a tomar un poco de aire fresco, pero ya voy para allá - sin esperar alguna respuesta corrí hasta llegar al salón el cual lo estábamos ocupando para terminar de ensayar y vestirnos.

Abrí aquella puerta y los pares de ojos se posaron sobre mi, sobre todo unos pertenecientes a cierto Slytherin.

- Por fin llegas ___, te estábamos esperando desde hace 2 horas - exclamó una muy enojada Hermione, la cuál caminaba hacia mi dirección.

- Este... Estaba.... Yo... Au, Hermione eso duele - Hermione había llegado hasta a mí y comenzó a estirar mi oreja derecha.

- Tenemos que arreglarte, esto ayudará en tus calificaciones que no van muy bien que digamos - Reclamo mientras seguía estirando mi oreja a pesar de mis reclamos.

Me sento en una silla roja giratoria, entre ella, Ginny, Cho, Luna y otras chicas de Hufflepuff se acercaron con varios instrumentos, me estremecí del miedo pues todas tenían unas miradas aterradoras.

- Ayuda - Murmuré hacia los gemelos Weasley los cuales solo se rieron y negaron varias veces con la cabeza.

Sentía como me estiraban el cabello, colocaban cosas en mi piel, tanto de la cara como brazos y piernas, apuntaban sus varitas hacia mí, todo era una completa tortura.

- Si hubieras llegado temprano no tendría que ser tan doloroso - Me regaño Hermione la cuál se estaba encargando de mi cabello.

A veces podía ver cómo los chicos estaban practicando o colocándose el disfraz de su personaje, retocando se el maquillaje que antes se les había puesto, al igual que sus cabellos.

Después de varios minutos de dolor todas se separaron de mi, abriendo el círculo que antes habían formado alrededor mío.

- Wooow! __... En verdad pareces una sirena muggle - Murmuro Ginny para después pasarme un espejo.

Las chicas habían hecho un gran trabajo con todo, mi piel tenía escamas en los lóbulos, a los lados del cuello, en mis muñecas, parte de mis brazos y  costillas, las pestañas eran enormes, mis ojos ahora enormes eran completamente negros pero brillantes.

Un color azul adornaba mi cuerpo completo, algunas partes daba ilusión de ser tornasol, en el cabello pequeños corales decoraban este mismo.

- Queremos ver qué es lo que le hicieron a nuestra pobre __.... - Fred Weasley pasaba entre el círculo de chicas - oh...- empezó una oración la cual la termino George.

- Por Merlín - Ambos gemelos me observaban extrañados.

- ¿Tan mal me veo? - Pregunté frunciendo el entrecejo.

- Chicos se nos hace tarde y ___ todavía no está lista, ven - Ginny me salvó de aquellos dos bromistas, me jalo del brazo hasta lo que era un cuarto lleno de disfraces.

- Uff gracias Ginny - La pelirroja sonrió y cerro aquella puerta.

- No es nada chica, ___ antes de que te pongas el disfraz debo advertirte algo - la peliroja puso una cara muy seria detrás de aquel maquillaje que adornaba su rostro.

- ¿Y que es? - anime a la Weasley a que hablara.

- Primero vas a tener que salir al último porque tú traje es más revelador que el nuestro, además que no podrás caminar, tus piernas desaparecerán - Me apunto mientras seguía mirándome con aquel ceño fruncido.

Asentí levemente, la peliroja apago las luces y con su varita comenzó a cambiar mi cuerpo.

Todo ardía bastante, los dedos de mis manos se unieron por una fina especie de tela, mis orejas cambiaron y un momento a otro caí al suelo pues mis piernas ya no estaban y en su lugar había una enorme y larga cola.

- Lo lamento, ¿Estás bien ___? - la menor de los Weasley prendió las luces mientras volvía asentir como respuesta.

Quedé sorprendida pues la cola estaba tan pesada pero era completamente hermosa, era de un color plateado hermoso, mi torso estaba completamente descubierto,  dónde estaban mis pechos estaban cubiertos por la parte superior de un traje de baño.

- Ahora como voy a llegar al escenario - Pregunté confundida pues aunque me arrastrará tardaría varios minutos en llegar.

- Eso déjamelo a mí, !Draco ya puedes pasar¡ - Grito la menor para después salir de aquel lugar.

Al poco tiempo entro mi peor enemigo Draco Malfoy, con su típica cara de molestia, su cabello estaba despeinado, tenía unos pantalones cafés sujetos con unos suspensores color crema, una camisa que le quedaba enorme de las mangas y zapatos color café, con ese estilo me recordaba a Jack de Titanic.

- Una foto te duraría más mestiza - rodee los ojos ante aquella arrogancia que lo caracteriza.

- Pues fíjate que no quiero ninguna foto de un hurón teñido - le saque la lengua y una sonrisa se formó en sus labios.

¿Draco riéndose?, Claramente habrá una tormenta en hogwarts.

Se agachó hasta donde estaba y me cargo al estilo princesa Disney, coloqué mis brazos alrededor de su cuello porque no quería caerme.

- Si que pesas Lupin - se quejo el rubio antes de salir de aquel cuarto de disfraces.

- ja!, Que débil Malfoy y yo no peso tanto es el traje - al parecer Ginny si tenía razón al decir que sería la última pues el cuarto donde estaban todos ahora estaba completamente vacío.

- Yo no soy débil Lupin - con eso dió concluida nuestra plática.

Llegamos hacia la parte trasera donde estaba montado todo, estaban dando la segunda llamada cuando Draco me dejó caer en un tanque lleno de agua.

- Maldito Lucius, me las pagarás - Le grite mientras el se volteaba y metía sus manos a los bolsillos.

- Ya lo veremos ___ - volvió a girarse y camino hasta donde estaban sus gorilas.

La magia había estado de nuestro favor en nuestro momento pues estábamos a punto de montar la mejor obra que algún ser mágico pudiera ver.

one shots Draco Malfoy y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora