Ejército de Dumbledore

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Los hechizos iban y venían de un lado a otro, mi hermano junto a mis amigos le enseñaban a la manera de pronunciar y mover la varita para que el hechizo saliera correctamente.

Todos lo hacían perfecto, poniendo empeño y esfuerzo, cada logro era felicitado, desde que el sapo rosa había invadido hogwarts ya nada era seguro.

El director Dumbledore nos esquivaba tanto a mi hermano Harry como a mi, desde aquella audiencia por haber utilizado magia en presencia de un muggle.

- Desmaius - Herms agitó su varita de la cual salió un destello de luz y fue a dar a Ron.

Todas comenzaron a felicitar a la joven bruja y a burlarse de Ron, era sorprendente lo mucho que habíamos avanzado estás semanas.

- ¿Que tienes enana?, Porque estás tan callada - Harry se sentó a un lado mío mirándome con esa mirada que te da tu padre cuando sabe que algo anda mal.

- Draco - murmuré en voz baja, no le estaba mintiendo pues en cierta parte si era Draco quien rondaba en mi mente.

- ¿Te hizo algo ese hurón?, Le dije que si te hacía daño yo mismo lo... - Apretó su puño hasta que sus nudillos estaban completamente blancos.

- Tranquilo Harry, no me hizo nada, solo que hace poco se unió a la brigada de umbridge - apoye mi cabeza sobre la palma de mi mano, para después soltar un leve suspiro y mirar un punto fijo de algún lugar.

- Tranquila ___, no sé enterará y si eso pasara creeme que sería a la única que protegería - Harry paso un brazo por mi espalda reduciendo el poco espacio que nos separaba.

- ¿Que pasará si nos descubren por mi culpa?, Digo yo paso más tiempo con el, va a empezar a sospechar de mi - los demás seguían practicando aquellos hechizos que Harry ya les había enseñado, era un escenario muy hermoso.

- Hey si es eso lo que te preocupa simplemente no pienses en ello, ___ creeme que no nos van a descubrir - con esas palabras dimos por finalizada aquella conversación.

Nos despedimos de todos los alumnos, pues las vacaciones de invierno habían comenzado, Harry les dedico unas palabras de apoyo y en cuestión de segundos la sala de menesteres quedó sola, a excepción de Harry, Cho y yo.

- Te veo después hermanita y ya no estés pensando en que nos descubrirán - asentí y le di un abrazo para salir de ahí dejándolo a solas con Cho.

Caminaba por aquellos largos pasillos, tenía demasiado sueño, lo único que quería era llegar a mi sala común y dormir durante horas, pero al parecer cierto hurón ya había hecho planes.

Sentí como un daban un estirón en mi brazo y me metían a un pasillo completamente oscuro. Estaba apunto de darle un golpe en la entrepierna cuando está persona me detuvo y el olor a menta llegaba a mis fosas nasales.

- Maldición, Draco casi me matas de un susto - no espere mucho para estar unida a el en un cálido abrazo - Te extrañe mucho - desde que habían comenzado las clases del ED y Draco estaba en la brigada, no teníamos mucho tiempo para vernos, solamente durante clase podíamos cruzar algunas miradas.

- Yo también te extrañe pulga, hace mucho que no estamos un tiempo a solas - comencé a reír ante el nuevo apodo, poco después el también se unió a mi risa algo escandalosa.

- ¿Vamos al dormitorio? - asintió y después junto mi mano con la suya.

El camino estuvo silencioso pero era cómodo, no necesitábamos de las palabras, simplemente con la compañía del otro era más que suficiente, al poco tiempo llegamos a las mazmorras, comencé a rezarle a Merlín que no estuviera aquel gigantesco calamar despierto.

Draco dijo la contraseña y en cuestión de segundos ya estábamos en la sala común de Slytherin, el sonido del agua era tan relajante que podía quedarme dormida ahí mismo.

Draco estiró mi mano, empecé a caminar detrás de él, empezamos a subir las escaleras y al llegar aquel dormitorio me dió un casto beso.

Me quite la túnica y el uniforme, dejandolo en el escritorio de Draco, el cambio su uniforme por algo más cómodo y me pasó una de sus camisas las cuales me quedaban enormes.

Sin dirigirnos alguna palabra nos acostamos en aquella suave y esponjosa cama, sentí como sus brazos rodearon mi cintura llenando me de calidez, fue cuestión de segundos en los cuales había quedado profundamente dormida.

Las vacaciones de invierno sucedieron demasiado rápido, visitamos al padrino de Harry que era Sirius, Lupin que era mi padrino me hizo una breve visita para ver qué tal estaba y cuáles eran las novedades en Hogwarts.

En un abrir y cerrar de ojos de nuevo estaba en aquella sala donde practicamos lo que nos debían de enseñar durante las clases.

- ahora quiero que se enfoquen en el recuerdo más feliz que tengan, invocar un patronus de cuerpo completo es difícil - Explico Harry viendo como todos alzaban sus varitas e intentaban conjurar aquel hechizo - Bien hecho Ginny - volvió hablar Harry y voltee para ver el patronus de Ginny Weasley, el cual era un caballo.

- ¡___ concéntrate! - grito Harry desde el otro lado de la sala.

- Eso es lo que estoy intentando - le respondí de mala manera para después sacarle la lengua.

Por mi mente los recuerdos que tenía con Draco se hacían presentes, al igual que cada travesura que hacía con los gemelos, cuando conocí a Lupin, cada uno de mis recuerdos felices se hicieron presentes llenando de dicha mi ser.

- Expecto patronum - grité y de la punta de mi varita salió una luz azul, primero fue solo una bola de luz pero después tomo forma de un bello pegaso.

- muy bien hecho ___ - Festejo Harry del otro lado de la sala pues nunca había conjurado un patronus.

El pegaso comenzó a volar por toda la sala, era tan hermoso pero ese instante duro solo un segundo pues todo comenzó a retumbar.

Vimos como el espejo había caído al suelo haciéndose añicos, un niño y Harry se acercó al hueco que se había formado en la pared, pero rápidamente se quitaron seguido de una explosión.

Detrás de aquella pared Dolores Umbridge nos miraba con aquella sonrisa tan falsa, Filch nos miraba con una sonrisa digna del gato de Alicia en el país de las maravillas y junto a ellos dos habían varios de la brigada, suspiré feliz pues entre ellos no estaba Draco.

Lastimosamente festeje demasiado rápido, porque en cuestión de segundo Draco apareció agarrando del brazo a Cho, cuando cruzamos miradas la suya fue de terror y decepción.

- oh no - susurre nerviosa, pues sabía que un regaño se aproximaba.

one shots Draco Malfoy y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora