Cinderella Sister's

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Recuerdo a mi hermana, su aroma a lavanda y pan siempre inundaba la casa todas las mañanas, su cálida sonrisa e inclusive la manera en que hablaba era tan reconfortante como el abrazo de una madre Realmente la extrañaba, era la única que me entendía, pero al parecer el destino quería todo lo contrario.

Desperté cuando las brazas de la chimenea comenzaron a crujir en mis oídos, todavía la oscuridad inundaba el cielo, la noche era demasiado fría para pasarlo en aquel ático, pero al parecer dormir en la cocina no fue la mejor opción.

Suspire en resignación de otra noche sin poder dormir, las dos sombras debajo de mis ojos eran cómplices de ello, estaba harta de esta vida, de todo lo que conllevaba y todo lo que se sufría ¿Quién es el encargado de traer toda esta crueldad?, ¿Quién quisiera traer todo este sufrimiento a mi vida?, era realmente injusto.

Con aquellos pensamientos salí de aquella Casa, las estrellas esparcidas en el cielo alumbraban mi camino junto con la luna, mis descalzos pies tocaban el suave césped, a veces sentía las cosquillas ocasionadas por las pequeñas patas de los bichos de aquel lugar.

El bosque me dio la bienvenida con el canto de un búho, el sonido de los hojas moviéndose con el aire era realmente relajante.

-¡Achu! – Debí traer tan siquiera un trapo que me cubriera más que aquel vestido.

Seguí caminando hasta llegar a un acantilado, me senté en la orilla de el dejando que mis pies colgaran de ese lugar, todo estaba completamente silencioso.

Sino fuera por el frio de la noche habría conseguido quedarme dormida profundamente en aquel majestuoso lugar. A los segundos se escucharon unos pasos detrás de mí, sentí como el miedo se apodero de mi cuerpo ¿Por qué no me traje un cuchillo?

Quería voltear, pero mi cuerpo no reaccionaba a las ordenes que le estaba dando, era como si estuviera congelada si estaba congelada en aquel lugar, donde tal vez un asesino me iba a matar o un violador iba a

Sentí una mano en mi hombro, el corazón dejo de palpitarme, la adrenalina recorrió por todo mi cuerpo, un escalofrió se hizo presente y la única solución que encontré fue

-¡AHHHHHH! – Un grito, claro como si eso fuer ahuyentar al loco, cerré los ojos y cubrí mi cabeza con mis manos.

-Espera, tranquilízate – Al parecer era un chico el cual estaba conmigo – Te vas a caer – El tono desesperado de su voz me hacia dudar de sus intenciones, pero aun así no me dejaría engañar y seguí gritando.

Comencé a moverme cual vil gusano para que no me pudiera tocar o esa era la intención de aquellos movimientos tal particulares, pero mi suerte parecia ir de mal en peor, aquel desconocido tuvo razón y de un momento a otro mi trasero ya no estaba apoyado en el césped, sino que suspendido en el aire.

-¡Ayúdame! – Volví a gritar, sentía como la gravedad hacia su trabajo de llevarme hacia abajo.

Sentí como unas manos agarraron mis brazos haciendo que quedara suspendida en el aire balanceándome de un lado a otro como un columpio.

-Eso estuvo cerca – Hablo aquella persona – Te dije que te dejaras de mover – Reprocho con una madre haría con su hijo que no hacia caso.

-¿Por qué le tendría que hacer caso a un violador o asesino? – Resople para que el mechón que estaba adornando mi rostro volviera a su lugar.

-¿Qué?, yo no soy ningún violador o asesino – El cansancio en mis brazos era insoportable, quedar suspendida en el aire no era la mejor forma de morir.

-¿Entonces porque estas en el bosque a estas horas de la noche espiándome? – Recrimine de nuevo al dueño de esa voz.

-Por la misma razón en que una dama esta a estas horas de la noche en un bosque y además no te estaba espiando, yo pasaba por aquí y – De pronto una cabeza se asomo encima de mí y me encontré con un apuesto joven – Te encontré y pensé que necesitabas ayuda –

one shots Draco Malfoy y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora