one shots Draco Malfoy y tú

Cinderella's sister 2

Aquellos ojos en los cuales antes me habían visto con ternura, amor y protección ahora me observaban con odio, rencor e inclusive asco. Astoria llevaba un hermoso y pomposo vestido blanco, adornado con pequeños diamantes esparcidos por toda la falda pero aunque todo en ella relucía hermoso su rostro indicaba todo lo contrario.

- ____... ¡Corre! - La voz de Draco resonó por toda la iglesia pero una segunda voz resonó con la de él.

- ¡Guardias arréstenla! - La voz de él rey.

En menos de cinco segundos me vi rodeada en un circulo de guardias los cuales me apuntaban con grandes lanzas, aquella valentía que me había caracterizado hace unos momentos ahora me abandonaba, poco a poco la adrenalina de mi cuerpo fue bajando, terminaría en un calabozo sino lograba escapar. Era demasiado optimista pensando que iba a escapar... pero quien podría con una docena de guardias leales al Rey. 

Recuerda ____, recuerda el porque estas aquí... Repetía una y otra vez en mi cabeza, recuerda que estas aquí por él, mi vida jamás había tenido un sentido hasta que el apareció, simplemente fui la hija que habían abandonado, la sombra de mi hermana, para los ojos de los demás nobles era una criada solitaria que ahora le estaba faltando el respeto al pueblo pero para el... Siempre fui algo mas, desde la primera vez que vi mi reflejo en sus hermosos ojos supe que no me miraba como los demás, que no le importo mi aspecto descuidado, mis ropas rotas y sucias, para el siempre fui una persona. 

¿Quién fue el mentiroso que dijo que todos tenían un final feliz?, que no leyó mi historia, es que no me ve llorando en esta esquina, viendo como el amor de mi vida se va a casar con mi hermana, me arrebataron todo en esta vida y no conforme con eso ahora también me van arrebatar al amor de mi vida. 

¿Simplemente soy un maldito personaje creado para sufrir?, ¿Quién es el maldito escritor de esta historia?... 

No supe cuando o como pero de un momento a otro le había arrebatado la espada a uno de esos caballeros, no sabía que hacer ahora, el escritor debía de ser un gran idiota por darme esta cosa sin antes darme unas clases para saber utilizarla. 

- ¡Esta loca, atentara con la vida de todos! - Astoria me apunto mientras los invitados ponían rostros horrorizados - Estas rodeada ____, el juego se acabo - 

- El juego no se acaba hasta que yo diga - Corrí hasta uno de los caballeros, alce la espalda y comencé a tener una batalla con el. 

El sonido del metal golpeando hacía eco en toda la iglesia, la punta de la lanza roso mi mejilla adornándola con una fina línea de sangre. 

- ¡Déjame ir!, ¡No es peligrosa solo esta asustada! - La voz de Draco se escuchaba a lo lejos, Astoria había corrido de regreso al altar y los demás nobles se mantenían en las orillas, otros corriendo fuera de la iglesia y muchos otros simplemente viendo con interés la pelea que le daba a los caballeros del rey. 

Cuando terminaba con uno lograba avanzar algunos cuantos pasos hasta que otro se volvía atravesar en mi camino, no sabía que era aquella sensación en mis manos, era caliente.... Era como si estuvieran ardiendo, pareciera que en mi sangre habían inyectado algo porque mis venas ardían, me estaba quemando por dentro... El horrorizado grito de una noble se hizo notar al mismo tiempo que alguien sacaba su espada. 

Al levantar la mirada era el Rey quien empuñaba su majestuosa espada, aquella espada que le había quitado la vida a millones en las guerras, esa espada ahora me apuntaba, por el reflejo de la mía note mis venas marcadas de un color negro.

Abrí mis ojos lo mas que pude y alce mi mano, las venas realmente estaban saltadas y de color negro... ¿Quién demonios era yo?

Busque a Draco con la mirada, este me miraba impresionado, dos de los caballeros lo estaban sosteniendo de los brazos, no sabía que me estaba sucediendo, tenía miedo de mi misma, lo único que quería era ser feliz por una vez en la vida.