one shots Draco Malfoy y tú

Hermana

"Toda mi vida se ha basado en él y la de él se ha basado en mí"

Abrí los ojos a los primeros rayos de luz, las cortinas azules adornaban los ventanales de aquellas habitaciones, me levanté con el cabello hecho un lío, una línea de baba recorría parte de mis mejillas y las lagañas adornaban mis ojos.

No era una princesa que despertaba con los pájaros cantándole o con una ardilla haciendole extravagantes peinados, era una bruja pero no más que ello.

Aunque era la princesa de alguien más...

Me levanté y me vesti como siempre lo hacía cada mañana, la túnica con el escudo de Ravenclaw adornaba la mayor parte de mi cuerpo, agarre mis cosas para iniciar otro día más.

Salí de la sala común en dirección al gran comedor, siempre era lo mismo que todos los días, no tenía amigos con quién hablar, no tenía novio o alguna relación sentimental, simplemente tenía a mi gemelo.

- Buenos días ___ - Detuve mi caminar por un segundo para observar al rubio.

- Hola Draco, ¿Que tal dormiste? - Respondí con simpleza, cuando el rubio estuvo a mi lado junte mi brazo con el de el.

- Como siempre, ese calamar ya me tiene harto - El humor del rubio era igual que de siempre.

- ¿Es el calamar o todavía no te puedes acostar con Astoria? - Mis ojos iban de un punto a otro, viendo cada parte de aquella construcción menos al rubio que estaba enfrente de mi.

- Las dos - Escuché una pequeña risa por parte del rubio.

- Nunca cambias Draco - Suspiré y seguimos con aquella caminata diaria.

- Cambiamos, Somos uno solo ___, recuérdalo - Por fin observé aquellos ojos verdes pero en algunas ocasiones azules.

- Recuerda que yo soy la más lista - Susurre como respuesta aquello.

- Sigo sin creer que no quedarás en Slytherin, es casi imposible, todos los Malfoy deben de quedar en el - Los aires de grandeza de Draco habían subido hasta los cielos, deje de mirarlo por un segundo.

- Por Merlin Draco, simplemente es una casa, solo porque la mayoría quedó en Slytherin no quiere decir que yo también tenga que hacerlo - Mire a Draco y rápidamente a otro lugar - Además... Debemos de admitir que Ravenclaw es mejor -

El rubio me miró indignado mientras reía por aquello, llegamos al gran comedor en completo silencio y fui a sentarme en aquella mesa.

Desde lejos observaba al rubio, siempre tenía aquella cara sería que hacía que todas cayeran a sus pies, éramos dos completamente diferentes, si el decía que si yo decía no, si el comía carne yo comía pescado, si el quería a todas en su cama yo no quería a nadie... Aparte porque Draco ahuyentaba todo aquel quien se me acercaba.

Por ello muchos no sabían que éramos hermanos, simplemente era alguien invisible con todos.

- Señorita Malfoy, si quiere perderse en sus pensamientos hágalo en otro lado - Replicó la voz de la profesora Mcgonagall.

- Como usted diga - Agarre mis cosas y salí de aquella clase con los gritos de la profesora detrás, quitando puntos a Ravenclaw aunque después los volvería a recuperar.

Dije adiós a Draco con mi mano para después salir de aquella clase, camine por un buen rato sin saber que rumbo fijo iba a tener, observaba los cuadros movibles de aquel lugar, las escaleras móviles, tuve demasiado tiempo fuera de los pasillos que ahora todos estaban cambiando de clase.

- ¡____! - Me gire para saber quién era el que me estaba llamando

- ¿Si? - Pregunté entre todas las personas que estaban en aquel lugar.

Entre toda la multitud se iba acercando un chico de gafas, estaba segura de que lo conocía de algún lugar de este mundo.

- ¿Tu eres? - Volví a preguntar confundida aquel chico.

- Lo siento, Soy Harry - El chico era de mi misma estatura, cabello desordenado, ojos azules, cejas bastante pobladas, era bastante atractivo a decir verdad.

- Un gusto Harry, ¿Necesitas algo? - Me acerque un poco hasta estar junto a el.

- Si, Quería pedirte si tú... Bueno si nosotros - Harry comenzó a dudar varias veces sobre lo que estaba por preguntar.

Estuve varios segundos esperando a que aquel chico comenzará hablar, tenía que encontrarme con Draco después de esto pero al parecer tendrá que irse solo.

- ¡Potter! - Una voz conocida resonó detrás de mi - ¡Alejate de ella ahora mismo! -

La mandíbula de Harry se apretó y después de unos segundos aquella fragancia tan conocida inundó el ambiente, sentí una mano rodear mi cintura y atraerme a él.

Odiaba que Draco fuera tan sobreprotector con estas cosas.

- Relájate Draco, simplemente me iba a preguntar algo - Intente tranquilizar al chico pero simplemente estaba enfocado en Harry.

- Que lo haga pero a 3 metros... Bajo tierra - El rubio casi escupía veneno con cada palabra que decía.

- Cállate Malfoy - Contraatacó Harry.

- Hey - Observé indignada al chico.

- Lo siento, le decía a tu hermano - Mire al chico el cual estaba mirando con odio a Draco - Sabes que ___ mejor hablamos luego -

- Si está bien Harry, un gusto conocerte - Me despedí del chico con gafas el cual solo sonrió como respuesta.

Draco aún con su mano en mi cintura me jalo a otra dirección contraria a la de Harry.

- ¿Por qué le hablaste a Potter? - Estaba bastante furioso.

- Draco el me empezó hablar primero, además no tiene nada de malo que hable con el - Resoplé aburrida de aquella conversación.

- Como quiera, simplemente ignóralo - Rodé los ojos mientras Draco seguía con su sermón.

- No se cómo tú puedes tener a todas las chicas que quieras y yo no me puedo acercar ni a un elfo doméstico porque te enojas tanto - Comencé a reclamar era muy grande la indignación que tenía en ese momento.

- Porque eres mi hermanita ___, además de que tú no necesitas novio, somos los dos solos - Observé a Draco el cual miraba para enfrente.

5 meses después

- Por esos motivos se tienen que casar __ - Observaba a mi padre caminar enfrente de mi.

- Por última vez mi respuesta es no - Mis ojos estaban llenos de lágrimas que esperaban por salir de ellos, apreté las manos tan fuerte que sentís como mis largas uñas se encajaban en la palma de mi mano.

- Piensa en qué será un gran beneficio para nosotros ___, además no vas a querer que Draco se case con alguien más - Estaba tan cerca de mi, su presencia me causaba enojo.

- ¡No me quiero casar con mi propio hermano! - Grite desesperada - ¿Por qué nuestra solución es esto? -

- Tu cerebro es tan pequeño que no podría comprender las puertas que se abrirían - Observé a la persona que se hacía llamar a mi padre.

- Solo haré lo que él crea correcto, si el decide que sea así entonces eso será - Lucius me miraba con una comida victoriosa.

Un gran estruendo se escucho en el salón y de ella comenzó entro mi madre bastante apurada.

- Acepto, el acepto - dijo sin mostrar sentimiento alguno.

La sonrisa de Lucius creció tanto al saber que su plan había funcionado, despues de tantos años.