Prólogo

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Las lágrimas se deslizaban rápidamente por mi cara. Un nudo en el estómago simbolizaba mi angustia y sufrimiento, mis ojos lagrimeaban y mi respiración errática bombardeaba mis sentidos auditivos. Mis manos temblaban sin control, ensangrentadas y sucias con el hedor terrible de la muerte.

Me giré una última vez para ver mi antigua casa arder, aquella casa donde había compartido tantos momentos felices con padre, antes de morir en la guerra del rey, y con madre, antes de que ayer lo último que quedaba de ella golpeara la tierra.

Las llamas ascendían cada vez más alto y haciendo ceniza cada parte de la casa donde había vivido mi infancia, pero también donde lo había perdido todo.

Ya no me quedaba nada, simplemente nada.

Solo una rabia que palpitaba dentro de mí, que iba creciendo a cada paso que daba.

Lo iban a pagar.

Iba a vengar la muerte de mi madre.

Como que yo me llamo Evelyn Tayder.

Ardiente VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora