Hace treinta minutos que me he despertado por el alboroto del exterior, mi intuición me dice que ya estamos en tierra firme, además de que el fuerte ruido que traspasa las paredes da a entender que hay más personas de las que podría haber en el mar.
No he salido de la cama, doy vueltas en ella pensando en lo que sucedió el día anterior. Irritada, cojo la almohada la presiono contra mi cara para amortiguar el sonido y grito. Cuando he expulsado mis emociones vuelvo a caer en la cama.
El crujido de la puerta al abrirse hace que deje de pensar por un momento y me giro a la dirección de donde venia el sonido. Ronel está hay de pie.
- El Capitán me ha pedido que la avisara que ya llegamos a Terra Vella desde hace un rato.
Dice aquello y sale otra vez por donde vino. Me levanto y busco uno de los pocos vestidos que tengo para ponerme tirado en el sillón, el vestido es de color grisáceo con finos tirantes, la falda sin volantes y sin ninguna forma cae delicadamente por mi cuerpo, me pongo las botas negras altas con cordones y después me cepillo el pelo para trenzarlo. Salgo del camarote y fuera, el sol resplandece con fuerza.
En el barco hay menos de la mitad de la tripulación así que doy por hecho que la otra parte ha ido a la ciudad.
En una esquina del barco esta Kilian reposando la cadera en un bidón mientras escucha a Ronel. Me acerco lentamente y antes de que llegue, él pone su atención en mi y me regala una sonrisa de boca cerrada. Siento como mis mejillas empiezan a calentarse y me sonrojo.
¿Qué me pasa?
Al llegar, Ronel se despide y me da un asentimiento de cabeza antes de marcharse.
- Tenemos mucho que hacer antes de empezar con el plan. Así que primero de todo encontremos un vestido llamativo pero caro a simple vista, para atraer a nuestra presa- dice, despegándose del bidón.
- Me parece bien.
Salimos del barco y marchamos rumbo a la plaza más grande. Allí sigo a Kilian, sin saber a dónde nos dirigimos, al final acabamos en una tienda de vestidos con un escaparate llamativo. Él me da su brazo y yo lo cojo antes de entrar.
La tienda es pequeña, pero preciosa, sus paredes blancas junto a su suelo blanco lo vuelven todo muy sofisticado y caro. La mujer que atiende nos sonríe, y nos enseña diferentes vestidos de gala, que seguramente ni aun con todo el dinero que pudiera conseguir en esta vida no los podría pagar. Después de un buen rato buscando, Kilian me extiende uno orgulloso por su elección, ni me deja darle un vistazo antes de empujarme por los hombros hasta el vestidor y cerrar la cortina para que me cambie.
Miro el vestido y me sorprendo por su elección, es algo que sin duda no me pondría, peor hago el intento sorprendiéndome al verme en el espejo. Ahogo un jadeo asombrada, el vestido que llevo es rojo con la parte de arriba que cruza mi cuello y la falda de él cae delicadamente por mi cuerpo.
Cuando vuelvo a mirar al frente veo que Kilian a abierto la cortina, y me mira con un brillo especial en sus ojos.
- Wow- dice, con la boca abierta.
Río con nerviosismo y giró en mi propio eje.
- ¿Qué te parece? - digo, feliz.
Parpadea seguidamente.
- Estas asombrosa, Evelyn.
Le sonrió tímidamente
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Después de salir de la tienda volvemos al barco para prepararlo para el principio del plan.
En el camarote estamos Kilian, Ronel y yo.
- Evelyn, estaremos todo el tiempo cerca de ti si algo falla, danos un aviso y entraremos- asiento en cuanto a las palabras del Capitán.
- Capitán salgo a preparar a la tripulación y a dar las indicaciones- dice Ronel antes de marcharse.
- Enserio Evelyn, si las cosas se tornan oscuras defiéndete- dice preocupado Kilian.
- Si, lo sé.
- Repasemos el plan por última vez. Entraras a la taberna como una mujer joven y rica que solo quiere compañía, los Baillis tienen una reunión allí por lo cual, debes intentar engatusar alguno que te lleve al terreno del palacio, nosotros entraremos rápidamente y mientras te esperaremos en la puerta de servicio del palacio después de que tu duermas con esto al hombre. - me extiende un bote con líquido transparente- Entonces nos abrirás desde dentro. ¿Vale? - dice haciendo un pequeño resumen de nuestro plan.
Asiento y el expulsa aire antes de levantarse junto a mí.
Que empiece mi venganza.
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Ardiente Venganza
Ficción GeneralVi morir a mi madre, la vi arder en la hoguera. En silencio, sufriendo, pero en silencio. "Bruja", le habían gritado mientras ella estaba agonizando de dolor. Y a mí no me quedaba nada, solo una furia que ardía por salir, y lo haría. Vengaría lo que...