Capítulo 29: Emociones incontrolables

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En el camarote del Capitán, Kilian se mueve de lado a lado con las manos en el pelo frustrado y nervioso. Después del espectáculo que se originó en la parte exterior del barco, él me saco rápidamente de allí mientras yo estaba congelada en el sitio. Aún sigo impactada por la escena que presencie como toda la tripulación que quedo estupefacta al ver aquello.

- ¿Qué ha sido eso, Evelyn?- dice molesto.

Para de inmediato de caminar y me mira duramente.

- No... no... sé- digo torpemente.

- Te ha visto toda la tripulación, si tienes suerte ellos harán caso omiso de lo que vieron o...- dice dejando la frase incompleta.

- ¿O? - digo esperando que acabe.

- O que te tiren por la borda. A los piratas no le gustan las brujas, tienen una extraña relación mutua y si ya una mujer les genera desconfianza imagina una bruja, que podría embrujarlos para robarles todo el oro o mucho peor matarlo- dice preocupado, gesticulando con sus manos agitadamente.

Tragó saliva al escucharlo.

De esta no me salvo.

Los piratas a bordo de este barco lo han visto todo con sus propios ojos por lo cual van a quererme fuera de su barco en cuanto puedan y lo más rápido seria tirarme por la tabla al océano.

Empiezo a escuchar solamente mi corazón bombeando sangre y descontrolada empiezo a temblar como una pluma, entonces bajo mis pies siento como el barco empieza a temblar intentando tumbar el barco. Intento respirar y calmarme, pero no puedo.

Tengo miedo.

Veo como Kilian se aguanta de la pared para no caer y como yo estoy en medio del camarote, me desestabilizo y estoy a punto de caer, cuando siento los brazos de Kilian cogerme de la cintura para no caer.

Y en ese momento, el barco deja de temblar.

Mi labio empieza a temblar violentamente y un sollozo sale de mi boca.

No puedo más con esta situación.

Y para empeorarlo todo, mientras me abrazo a mí misma un viento violento y frio golpea el barco y por sus ventanas abiertas empieza a entrar una brisa tan fría que consigue dejar marcas en mis brazos desnudos. Pequeñas cicatrices como si fuesen vidrio rasgando mi piel.

- Tranquilízate, Evelyn- dice Kilian preocupado.

Sigo sollozando. ¿Qué es lo que está pasando? Mi madre tenía un oscuro secreto y ahora yo estaba enfrentándolo. ¿Era una bruja? ¿Y cómo podía ser que mis poderes no se hubiesen aparecido hasta ahora? Pensando miles de preguntas en mi cabeza, vuelvo a escuchar a Kilian.

- Escúchame, Evelyn. ¿Me escuchas? - asiento.

Sus brazos empiezan a sangrar por las cicatrices que se están abriendo por aquel terrorífico frio.

- Respira. Primero coge aire- lo imito mientras él lo hace- ahora suéltalo- lo vuelvo a imitar.

Y así unas cinco veces, hasta que el frio empieza a desaparecer y con él llega el clima anterior.

- Tienes que controlarte, no sabes usar tu magia y esta es explosiva- dice, mientras se acerca a por un botiquín de madera.

- No sé qué está pasando, yo...- pero él me interrumpe.

- Ya hablaremos, ahora déjame curarte.

Coge mi brazo mientras vierte alcohol en un algodón que pasa por encima de mis heridas abiertas.

- Mañana por la mañana llegaremos a Terra Vella, así que duerme. Yo saldré como el Capitán de la tripulación a tranquilizarlos.

Recoge todo y lo deja en el suelo al lado de la puerta, antes de abrirla y cerrarla.

Ardiente VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora