18- Convocatoria de Salomé

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Nico con sus rulos desprolijos se entretiene haciendo muecas coquetas y mirando con delicia a Lizzie que esta sentada enfrentada a él, el lugar mas lejano que pudo encontrar. Cass mueve su larga cabellera rubia mientras se divierte y ríe al ver que Nico molesta a la novata. Lizzie por otro lado tiene el teléfono del instituto entre sus manos, luchando por pasar el próximo nivel del único juego que tiene esa baratija. Los tres adolescentes observan casi incomodos a Salomé cuando se sienta en el único lugar vacío con un vaso negro en su mano. Habían pasado dos horas desde que Fiona y Salomé se encerraron en el cuarto de computadoras, una charla muy larga o una pelea intensa.

-Entonces lo de Ja... -Salomé clava sus ojos diabólicos en Cass mientras mueve las monedas adentro del vaso negro, interrumpiendo su oración.

Salomé lanza las monedas a la mesa y cada uno agarra una. Cass y Salomé anuncian su salvación. Lizzie le muestra su moneda a Nico con una sonrisa de costado.

- ¿Vas a retarme a besarte, preciosa? -Dijo lanzando su moneda con una exis a la mesa.

-Peor. -Responde devolviéndole la moneda a Salomé que las vuelve a poner en el vaso negro. -Te reto a ser tan amable conmigo que tendrás que hacer lo que diga por esta noche.

-Si querías que me meta contigo a la cama, solo tenias que decirlo. -Se ríe al hablar, pero la novata hace que su rostro se vuelva serio.

-Deja de reír y tráeme algo de tomar. -Después de un par de minutos que se sostuvieron la mirada, Nico se levanta. -Un venenoso, chico lindo.

-A su ordenes, princesa. -Y desaparece con los dientes rechinando de odio.

Salomé vuelve a lanzar las monedas, las tres agarran una. Esta vez Lizzie deberá cumplir el reto de Salomé.

-La suerte no te duro mucho, novata. -Lizzie intenta no asesinarla con todas sus fuerzas.

-Te reto a participar en el aniversario mensual.

- ¿Qué es eso?

-Es una novata, no puede participar. -Se queja Cass inclinándose sobre la mesa.

-Puede si es un reto. -Salomé se dirige a la novata. -Es un torneo del juego de retos. -Explica señalando la mesa con las monedas doradas. -El ultimo es el ganador.

-Nadie nunca pudo ganarle a Salomé, así que es casi imposible. -Dijo Nico junto a Lizzie mientras le extiende un vaso rojo lleno hasta el tope. -Aquí su bebida, princesa. -Susurra, ambos cruzan una extraña mirada que Salomé no llega a descifrar.

- ¿Cómo terminas siendo el ganador? -Pregunta Lizzie cuando Nico se aleja.

-Fácil. Tenes que ser la última en la mesa. -Responde Cass, reclinándose otra vez sobre su silla. -No hay reglas ese día, los retos pueden ser fuera de Sótano. Lo que los vuelve el doble de arriesgados. Por esa razón, todos tienen permitido abandonar la mesa.

-Deberías ir a anotarte. -Dice Salomé. -Fiona se encarga de eso.

Lizzie le da un largo sorbo a su bebida y se levanta para buscar a Fiona. Ese torneo no debía ser tan difícil como Cass decía, tal vez solo quería asustarla. Eso era lo que la novata esperaba.

Salomé vuelve a lanzar las monedas. Nico muestra su circula a ambas. Cass mueve su moneda entre sus dedos, la abre y su sonrisa se vuelve más extensa como si supiera de ante mano que una espléndida S aparecería.

- ¿Es cierto que naciste aquí y que por eso te sabes cada rincón de este edifico? -Lanzo Cass acercándose a la mesa, apoyando sus codos y con su mirada impresa en el rostro de Salomé.

-Ese no es un reto, es una pregunta.

-Como sea. -Cass sabe que jamás respondería esa pregunta. Aunque si había logrado ponerla nerviosa, sus manos escondidas en sus bolsillos lo demostraban. -Te reto a invitar a Jamie a Sótano.

-La regla numero siete me lo prohíbe, Cass. Lo sabes. -La muchacha suspira frustrada.

-Te reto a que por lo menos le des una pista para entrar a Sótano. Dijiste que no podíamos invitarlo, pero no que él no podía encontrarlo. -Salomé abre la boca para negarse, pero Cass la frena moviendo su mano frente a su rostro serio. -La reina de Sótano no puede evitar todos los retos. No podes, Salomé.

Un silencio palpable las rodea. Nico no deja de mirar a una y a la otra como si fueran dos bombas a punto de estallar, casi oculto debajo de la mesa.

-Bien. -Suspira rendida Salomé y vuelve a juntar las monedas. -Mañana le daré una pista.

Lizzie llega a la mesa con su vaso vacío y tropezándose con sus pies. Ella observa a cada uno en la mesa, el silencio volvió a invadirlos. Era extraño, la novata recorrió casi todas las mesas y siempre habían risas, pero en la que se había sentado parecía un funeral de caras largas.

- ¿Paso algo mientras no estaba? -Dijo con voz ronca. -Esto parece una tumba. Ni que supiera como es... estar bajo tierra, pero me imagino que... que así se escucharía.

- ¿Te emborrachaste con un vaso, preciosa?

- ¿Ahora es preciosa? Me gustaba mas princesa. -Nico abre mucho los ojos por la respuesta, sin saber que responder a eso. - ¿Te comió la lengua el gato, chico lindo?

-Yo... Nunca... No... -Sacude la cabeza y se dirige a Salomé. - ¿¡Que estas esperando!? ¿¡Te vas a quedar con las monedas toda la vida!?

Cass no puede contener la risa y se le escapa una carcajada mientras Salomé lanza las monedas y el rostro de Nico se vuelve rojo de a poco.

Nico enseguida agarra la moneda mas cercana y vuelve a lanzarla a la mesa abierta. Le había tocado circulo cuando deseaba una gran S.

- ¡Mira este hermoso circulo! -Le grita Lizzie a alguien que pasaba por la mesa. - ¡Estoy salvada!

Las miradas opuestas de Salomé y Cass se vuelven a cruzar. Esta vez la muchacha rubia tiene el rostro serio.

-Ya. Dispara tu reto estúpido. -Dice devolviendo la moneda al vaso negro.

-Te reto a decirme una verdad.

- ¿Una verdad?

-Lo que escuchaste.

Ambas lidian una lucha de miradas. Ninguna desvía la cabeza, ambas dispuestas a liquidar a la otra con palabras. La ventaja parecía estar del lado de Salomé, pero Cass era mas inteligente de lo que creía la reina.

-Bien. -Se apoya en el respaldo, cruza una pierna encima de la otra y humedece sus labios con su lengua. -Hay un traidor en Sótano y yo se quien es.

Cambiando Las Reglas Del Juego [Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora