A penas Lion respondió, sonó el timbre y los tres corrieron hacia el edificio. Lograron mezclarse con los demás alumnos que caminaban hacia sus aulas y ningún Mayor se había dado cuenta de lo sucedido. Lion y Thomas se separaron sin siquiera mirarse, algo extraño para Jamie dado que creía que eran pareja. Luego Jamie entro a una de las aulas en el tercer piso, Salomé estaba sentada en los últimos bancos. Así que fue hacia ella y se sentó a su lado.
-Hola, linda. -Susurro al tiempo que una profesora entraba y pedía silencio.
-Hola, Jamie. -Dijo Salomé sin ganas.
-Creo que te va a cambiar el animo saber esto. -Salomé se giro para verlo completo entrecerrando los ojos. -Acabo de ver a Cass entrar a Sótano.
- ¿¡Que!?
- ¡Silencio!
- ¿Qué? -Susurro mas bajo Salomé. - ¿Cómo? ¿Cuándo?
-Bueno... Tu mejor agente, ósea yo, se escabullo en el almuerzo y la vi entrar al edificio C.
- ¿Alguien más lo sabe?
-Solo Lion, su novio y yo.
- ¿Lion? Él no tiene novio.
-Claro que sí. Interrumpí su beso hoy. -Rio Jamie como un niño que acaba de hacer una travesura.
-Yo nunca lo vi con nadie.
-Si. Era rubio y muy tímido. Se puso todo rojo cuando me vio. -Jamie volvió a reír, pero se detuvo de pronto cuando la maestra se giro a verlo. Él escondió su cabeza en el libro.
- ¿Estas hablando de Thomas? -Susurro Salomé cuando la profesora volvió a escribir en la pizarra.
-Supongo. No pude preguntarle su nombre. -Susurra espiando a la profesora por encima del libro. -Como sea. ¿Ahora que hacemos? ¿Cuál es el plan?
-Nosotros no haremos nada. -Resalta la palabra "nosotros". -Con Jeremy nos encargaremos.
- ¿Jeremy?
-Va a decirme quien quiere destruirnos.
Salomé aprieta su lapicera entre sus dedos, pero logra clavarse las uñas en las palmas. Jamie sostiene su mano y la abre, la acaricia como si deseara sanarla.
-Vas a lastimarte.
Ella abre la boca, pero sus palabras no saben. Lo único que llega a hacer es apartar su mano de la de él.
-Los... Los echare de Sótano. -Dijo finalmente bajando la mirada al cuaderno. -Y mañana será un lindo aniversario.
- ¿Mañana es la gran fiesta? -Preguntó Jamie emocionado, su voz hace que la profesora vuelva a girarse.
- ¡Basta de murmullos! -Rugió haciendo que los pelos de su cabeza se pongan en punta como un gato erizado y que sus lentes se bajaran.
Salomé y Jamie miran a la profesora, luego se miran y sueltan unas risas que contagian a todos los alumnos del salón. Las carcajadas parecen buena música rockera mientras la profesora vuelve a rugir intentando, sin éxito, callarlos a todos.
Por la noche, Salomé recorre los pasillo del edificio D con su patineta, atraviesa el patio central y llego al edificio C. Sotiene su patineta bajo el brazo hasta llegar a la entrada de Sótano. La puerta se abre antes de que pueda sacar la diminuta llave de su compartimiento.
-Llegaste. -La recibe Jeremy. -Tienes que ver esto.
Jeremy baja las escaleras con rapidez seguido por una Salomé curiosa. A penas recorrer el lugar no se veía tan distinto, ella hubiera esperado un desastre descomunal. Pero en vez de eso, justo en el cilindro donde estaba en salón de computadoras, entre la blancura de la pared había un grafiti. Una rosa negra pintada con aerosol que aun choreaba.
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Cambiando Las Reglas Del Juego [Pausa]
Fiksi RemajaUna historia situada en alguna parte de Buenos Aires, Argentina, sobre una chica que termina en un internado para menores.