Cambiando Las Reglas Del Juego [Pausa]

12- Almuerzo - Parte dos

Apoya la bandeja azul sobre la mesa, sigue la mirada de Lizzie y llega hasta la espalda de un chico en una mesa no tan lejos de ellos. Reconoce a dos de las tres personas que están sentados con él: Jeremy y la famosa Salomé.

Thomas puede notar el temblor en los dedos de Lizzie cuando corta un pedazo de su milanesa.

-¿Paso algo mientras no estaba?

-¿Mm...? -Ella si gira hacia él. Habla después de tragar duro. -No. ¿Qué podría pasar?

-No se. -Thomas se encoje de hombros. -Pareces nerviosa... ¿O enojada?

-Solo algo de So... -Lizzie se detiene bruscamente. -No puedo decirte.

Como si todas las miradas estuvieran encima de ellos, Thomas comienza a mirar a cada lado, a cada rincón oscuro. Pero solo nota la mirada de Salomé y la de otro chico en una mesa lejana. Ambos con ojos tan aterradores que le ponen la piel de gallina.

-Supongo que es algo de Sótano. -Lizzie frena su pedazo de milanesa a mitad de camino. -Tranquila. No hace falta que me digas nada.

-Ojalá pudiera decirte. -Suspira y mastica su bocado.

Un silencio incomodo se apodera de su mesa. Thomas hace de detective observando cada rostro en el comedor. ¿Cómo haría para encontrar a un traidor de un lugar donde ni siquiera tenia permitido entrar? Y además, sin ayuda de nadie. Luego, pensó en la primera clase. Ese chico Lion había dibujado un símbolo en la pizarra. ¿Por qué lo haría?

-¿Lizzie? -Ella lo mira mientras Thomas saca una lapicera de su mochila y dibuja algo en la servilleta. -Un chico dibujo esto en la pizarra de la primera clase. ¿Es del Sótano, cierto?

-No creo que...

-Solo dime esto. -Él la interrumpe. -Te juro que no volveré a hablar de Sótano.

Lizzie suspira y pasa su mirada de los claros ojos de Thomas a la servilleta. Eran tres letras encerradas en un triángulo. Antes de responder, la novata revisa que Salomé este distraída.

-Si. Es el símbolo de Sótano.

-El chico que lo dibujo es Lion. ¿Lo conoces?

-Estuvo... Lo vi por ahí una vez. Pero nunca hable con él.

-Por ahí en el Sótano. ¿Cierto? -Thomas se acercaba aun mas a Lizzie con los ojos bien abiertos, atento a cualquier pausa dudosa o parpadeo que ella diera.

-Tomy... -Lizzie niega con la cabeza.

-Claro. -Él se aparta, arruga la servilleta en su mano. -No debí presionarte de esa manera.

Thomas comienza a cortar la milanesa cuando siente algo cálido en su mejilla. Los inconfundibles labios de Lizzie. Su mirada asombrada se cruza con la de ella, lleva una amplia sonrisa.

-Eres demasiado bueno. ¿Sabias?