31- El traidor

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- ¿Y si nos ven los Mayores?

-Que no vendrán. -Jamie suspiró expulsando vapor blanco de su boca. -Tu novio dijo que ese tal Max nos está cuidando.

-Lion no es mi novio. -Dijo Thomas casi interrumpiéndolo.

Jamie levanto una ceja sin creerle. Se levanto para mirar la entrada del edificio C, por donde Salomé saldría y se reuniría con ellos.

-Además tengo novia. -Jamie se giró para observarlo con su cuerpo apoyado en una columna y dándole otra pitada a su cigarrillo.

-No creí que fueras de esos. ¿La conozco?

-No creo. Es algo tímida. -Thomas trago saliva y se acercó a Jamie. - ¿Tienes uno mas? -Preguntó rápido señalando su cigarrillo.

-Claro. -Jamie saco un paquete de su bolsillo y le alcanza uno. Thomas lo sostiene con sus manos temblorosas mientras Jamie acerca el fuego de un encendedor a sus labios. - ¿Cuál es el nombre de la chica de tus sueños?

-Liz... Lizzie. -Responde Thomas expulsando vapor.

- ¿Y la amas?

-Claro que sí. -Por lo menos una parte de Thomas estaba segura de eso.

- ¿Ella te ama?

-Yo... supongo que sí. -Thomas se apoya en otra columna y recuerda a Nico demasiado cerca de Lizzie. La parte que la amaba tenia ganas de golpear a Nico en las pelotas.

- ¿Y Lion?

- ¿Qué con él?

-Te gusta.

- ¿Qué? No. -Otra parte de Thomas estaba muy confundido.

-No fue una pregunta. -Jamie deja que el vapor del cigarrillo pase por sus pulmones y luego lo exhala. -Se nota.

- ¿Qué significa...?

- ¿Esa no es Salomé? -Jamie lo interrumpe antes de que Thomas pueda terminar la pregunta.

Jamie deja caer el cigarrillo y lo apaga con el pie mientras ve a dos personas acercarse a ellos por el patio. Thomas lo imita y apaga su cigarrillo.

-Te gusta. -Dijo Thomas al ver la misma mirada que Lizzie le daba a Nico en Jamie.

-Cierra el pico. -Jamie contesta cortante justo antes de que Salomé llega a ellos. -Hola, linda. -Le sonrió.

-Hola, Jamie. -Responde Salomé sin emoción. -Ya hablamos con Cass.

- ¿Qué fue lo que hizo? -Preguntó Thomas entre emocionado y temeroso.

-Pinto el símbolo de una revolución.

A Jamie se le escapa una carcajada y todos se giran para verlo.

-Lo siento. ¿Revelarse contra quién? ¿Sótano?

-Quieren destruir el Instituto. -Suelta Salomé. -Esas fueron sus palabras.

- ¿Qué locura es esa? -Dijo Thomas cruzándose de brazos como Jeremy.

- ¿Cómo harían eso? -Pregunta Jamie.

-La única forma seria tomando Sótano. Somos los únicos que tenemos el poder de hacer eso. -Habla Jeremy y las miradas van hacia él curiosas. -Eso haría yo.

Un silencio los rodea como si todos pensaran lo mismo, pero sin estar seguros del todo. Salomé cruza miradas con Jamie, Thomas mira a Salomé y Jeremy se suena los nudillos.

-Si Salomé esta aquí... -Piensa Thomas. - ¿Quién esta a cargo?

-Fiona. -Contesta Jeremy.

Como si un velo se desprendiera de sus ojos, Salomé siente que dejo la ceguera atrás. Ahora la luz y los colores están claros frente a ella, al igual que la verdad.

*Inicio del flashback*

-Es solo que no entiendo porque tienes que ser la Reina tu.

-Fueron ustedes tres los que me pusieron a cargo. -Grito Salomé. -Yo nunca quise esto y lo sabes.

-Entonces puedes renunciar ahora. -Dijo Fiona sin gritar y más tranquila.

Estaban en el cuarto de computadoras justo después de que Salomé impusiera la séptima regla, prohibiendo que Jamie entrara a Sótano.

-Puedes ponerme a mi a cargo. Después de todo me consideran su Reina.

-Eso ya lo sé. -Suspira Salomé. - ¿No es suficiente? ¿Por qué quieres estar a cargo?

-Conmigo las cosas serian diferentes. Los retos podrían ser en cualquier sitio del Instituto y con Max de nuestro lado ningún Mayor se podrá entrometer. -Sonrío Fiona emocionada y convencida que su amiga la apoyaría. -Seremos libres.

-Fiona. -Salomé pone sus manos sobre sus hombros. -Eso suena a una revolución.

*Fin del flashback*

-Por eso lo hizo. -Salomé camina hacia atrás.

- ¿De que estas hablando? -Le grita Thomas cuando la ve salir corriendo.

- ¡Es ella! -Salomé corre hacia la entrada del edificio C. - ¡Es Fiona!

Cambiando Las Reglas Del Juego [Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora