epílogo + notita de agradecimiento

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⎯ Dale, Mara, no seas cagona.

Miré mal a mi chófer, Paulina, que me sonreía de costado, con las manos apoyadas en el volante de su nuevo auto.

⎯ ¿Qué me mirás así, tonta? ⎯ me preguntó y sonrió en grande⎯ ¿Acaso estás nerviosa? ¿Mara, la superestrella del Trap, está nerviosa?

⎯ ¿Te podés callar? No estoy nerviosa.

Mentira, tenía el estómago metido dentro del culo de los nervios. Pero no podía admitirlo frente a Paulina porque se burlaría.

Llegamos a nuestro destino y salté del auto de mi mánager, queriendo irme de allí lo antes posible.

⎯ Cuídate o vengo con la policía a buscarte ⎯ me dijo mi amiga sonriente.

Le mostré mi dedo del medio y caminé hacia el restaurante al que me había traído Pau en su auto.

La razón por la que me encontraba ahí era por negocios, sin embargo, muy en el fondo una parte de mí sabía que no sería únicamente eso.

Busqué una carita conocida entre las mesas, hasta que la encontré en una mesa del fondo.

Un gorrito negro adornaba su cabeza y estaba jugando con el menú. Su papá estaba al lado suyo, lo cual me relajaba un poco pero a la vez, quería que se fuera para estar a solas.

Caminé hasta ellos y me senté en el asiento contrario con una sonrisa nerviosa.

⎯ Buenas tardes ⎯ dije sonriendo burlona⎯ . Es un placer hacer nuevamente negocios con ustedes.

La sonrisa que apareció en su carita me dió la mayor felicidad que pude haber sentido en todo el tiempo que lo tuve lejos mío.

Tenerlo adelante era, sin dudas, una sensación agridulce. Pero ponía la sonrisa en mi cara ante todo, tratando de sacarle el lado bueno a la situación.

⎯  Hola, Marita, ¿cómo estás? ⎯ me saludó Pedro y le sonreí chiquito.⎯  Bueno, sentáte. Nosotros pedimos ya, espero que no te moleste.

Negué con la cabeza restándole importancia, la sonrisa todavía presente en mi cara. No podía evitar estar tan contenta de tener a Mateo cerca denuevo. Me sonrió en cuánto hicimos contacto visual.

⎯ Te pedí ravioles de jamón y queso, no sé si está bien ⎯ me dijo y asentí, con el corazón en un puñado porque se acordaba de mi plato de comida favorito.

Pedro nos miró silenciosamente, mientras nosotros estábamos jugando una batalla de miradas, y decidió comenzar la reunión.

Juntó sus manos en un aplauso para sacarnos del trance y sonrió.

⎯ Empecemos entonces...  Mara, te pedimos que vinieras porque queremos realizar una colaboración contigo.

Asentí, porque ya sabía. Trueno me sonrió.

⎯ ... Y queríamos saber si te prendés a la colaboración⎯ finalizó el morocho.

Las esquinas de mi boca se levantaron casi hasta mis ojos de lo grande que estaba sonriendo. Lo extrañaba mucho.

⎯ Me re prendo, ya sabés.

Nos volvimos a mirar intensamente, y justo cuando me iba a decir algo, un mozo vino con nuestra comida a la mesa.

Después de comer parte en silencio y parte hablando solamente con Pedro, ya que Mateo no emitía sonido alguno, decidimos seguir con la reunión.

⎯ Como ya te dije mientras comíamos, la colaboración es entre ustedes dos, no hay otros artistas metidos ⎯ me volvió a explicar Pedro⎯ . Y tenemos pensada sacarla alrededor del año que viene, bien a principio del año.

𝙏𝙍𝘼𝙋𝙋𝙀𝙍; 𝘵𝘳𝘶𝘦𝘯𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora